Así es, hoy se ha repetido la historia de ayer y antes de ayer: un viento fabuloso para la mayor parte de la etapa, que era hacia el Sur, que se convertía en insalvable cuando nos tocaba meternos en la ría hacia el Norte. Salimos de Fisterra con un Nordeste que fue arreciando por la mañana, y llegamos hasta el Monte Louro, donde comienza la Ría de Muros y Noia, sólo con el génova a 4-5 nudos. Por cierto, en este tramo empezamos a encontrarnos los escollos que hacen tan peligrosa esta costa, sobre todo cuando hay niebla. El de la foto se llama "Las Miñarzos" y está en mitad del mar, a dos kilómetros de la orilla.
Y al doblar el Monte Louro, el mismo vientazo de cara de los otros días, que nos obligó a dar unos bordos interminables para remontar poco a poco la ría hasta Muros, con el agravante de que la marea estaba bajando y también se oponía a nuestro avance.
Por suerte esta vez nos esperaba una marina magnífica, con todos los servicios y sin tener que obsesionarnos por dónde amarrar como Andy Wharhol con la sopa Campbell's. Y en un pueblo, Muros, que según la Guía Repsol, es uno de los 15 más bonitos de Galicia. Como voy a volver con Ana os lo contaré otro día.
Y me despido con una imagen del Corto Maltés en Muros.
Con cuidado, navegantes.
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