Anoche tuvimos suerte. La discoteca de Vilagarcía cerró pronto y el espectáculo de la noche da San Juan, de luz y ruido, fue muy lejos del puerto porque ya dije que la playa, su sitio habitual, está cerrada por obras. Menos mal, porque nos acercamos a verlo y la música estaba tan alta que te hacía vibrar las tripas. Pero al puerto solo llegaba un ligero rumor. Y claro, las luces láser apuntando al cielo queriendo deslumbrar nuestro gajo de luna, sin conseguirlo. Todo era insoportable y nos volvimos antes de las hogueras.
Hoy amaneció un día veraniego y nos vinimos al puerto de Xufre, en la isla de Arosa, como el mejor lugar para recorrer luego la isla en las bicis. Es un puerto pesquero con varadero y astillero, pero cuando tienen una plaza de amarre vacía en el pantalán de los que esperan el travelift, la alquilan por días para los barcos de tránsito.
El ambiente es el de un astillero, con el muelle lleno de tinglados, pintura, maderas para calzar las embarcaciones, grúas, motores, etc. Y todo oliendo a pescado por la cercanía del puerto pesquero, a patente, y cruzándote con los obreros con las brochas o las llaves de carraca.
(uno de los palos del fondo es el del Corto Maltés).
Pero junto a ello están las instalaciones para los de tránsito, que aunque modestas (no son para barcos de salón náutico) son muy dignas, con aseos y duchas individuales, lavadora, secadora, agua y luz en el pantalán, wifi, y hasta congelador para los frigolines. Todo lo que necesitamos.
En el varadero de Xufre está el pecio del maxi-trimarán "Interaction", que varó en la playa de Corrubedo en la pasada Ruta del Ron al juntársele un problema con las velas de proa y otro de motor:
Consiguieron sacarlo de la varada y el propietario ha venido desde Bélgica para valorar los daños y enviar profesionales belgas a repararlo, porque el casco es de fibra de carbono y aquí no ha encontrado los especialistas. Estaba recogiendo información de los daños como el que recorre con la vista el cuerpo enfermo de su hijo. Qué pena. El plan es reparar el casco, arbolarlo, y llevarlo a Saint-Maló navegando en precario para allí terminar las reparaciones. En la varada perdió hasta el motor, y la electrónica y los interiores de echaron a perder porque se inundó entero. Fijaos su estado actual:
Y da mucha pena ver el interior, que el tripulante había decorado con dibujos de sus hijitos en el techo (el tripulante, Erwan Thibouméry, se salvó, le recogió un helicóptero):
Ana y yo hemos dedicado el día a recorrer la isla de Arosa en bici, que en un día como hoy, con un sol radiante, justifica el apelativo de "el Caribe gallego". Playas de arena blanca, el mar de un azul verdadero, el cielo de cartulina, la temperatura agradable, y los pinos casi hasta la orilla. A veces no apreciamos lo que tenemos.
Mañana intentaremos desembarcar en el Islote Arenoso, y luego seguir a algún puerto más al Sur para preparar el salto a la Isla de Sálvora, mi preferida.
Con cuidado, navegantes.
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