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miércoles, 31 de marzo de 2021

6 años ya.

 (Clic encima para leerla mejor).



martes, 30 de marzo de 2021

La Horadada sigue horadada.

 Hola navegantes.

La Isla Horadada se encuentra a la entrada de la bahía de Santander, y siempre ha tenido una imagen única, de la que deriva su nombre. Aquí podéis ver unas imágenes históricas, la primera es antes de que tuviera faro:

 La siguiente la del primer faro que se instaló en ella:


 La siguiente cuando el faro estaba pintado de cuadritos:


 Y la siguiente cuando ya se estableció su carácter de baliza de peligro aislado y se adoptó el color estándar rojo y negro, con dos bolas negras en su cima:

 

 En enero de 2005 un temporal rompió el arco, y para los que nos hemos criado en Santander fue como si de repente a tu padre le cambiaran la cara, no reconocíamos la entrada de la bahía:


La mutilación se produjo en parte por la colmatación de arena de la bahía. Cuando yo era pequeño esa parte era de las más hondas, y las olas de mar de fondo no rompían, pasando sobre la isla como acariciándola. La pérdida de profundidad en la zona ha hecho que ahora las olas sean rompientes, descargando toda su fuerza lateral contra la roca:

De hecho, ahora allí van a veces los surfistas a aprovecharlas. 

Una leyenda cuenta que San Emeterio y San Celedonio, los patronos de Santander, eran dos hermanos que se convirtieron al cristianismo, fueron decapitados, y sus cabezas fueron arrojadas al río Ebro. Tras llegar al mar recorrieron toda la península en sentido antihorario (el más difícil) hasta llegar a Santander. Allí perforaron el agujero de La Horadada (llamada antiguamente Peña de los Santos Mártires) y siguieron hasta alcanzar finalmente el Cerro de Somorrostro, al que en entonces bañaban las aguas del Cantábrico y en donde se levantaría la abadía de San Emeterio. 

Tras la destrucción del arco se recuperó la bóveda que había caído al mar de una sola pieza, y estuvo expuesta en el muelle de San Martín muchos años con intención de restaurar el islote, lo que finalmente no se ha hecho.

Como he buceado muchas veces por la zona, he comentado que debajo del agua hay otro arco igual de grande que el que sobresalía, y que por lo tanto la peña, realmente, sigue estando horadada. Lógico, si eran dos cabezas tenía que haber dos agujeros. Ayer coincidió que había una bajamar impresionante (coeficiente 113), que todos los vientos habían desertado, y que había un poco de mar de fondo que en los senos de las olas bajaban aún más el nivel del mar junto a la roca, y entonces asomaba el segundo arco. Podéis ver su bóveda a la izquierda (debajo del agua se abre más):

Una pena de deterioro.

Con cuidado, navegantes.

lunes, 29 de marzo de 2021

Publicidad náutica (11).

Hola navegantes.

Este anuncio es de una marca de "patentes", que es como llamamos a las pinturas antiincrustantes, que se dan cada año o cada dos años en la parte sumergida del casco para evitar que se peguen y críen algas y caracolillos, que luego no dejan avanzar al velero. Se ve a los técnicos de la empresa trabajando debajo del agua con sus microscopios, paletas de colores, tablets, etc, y encima del barco a una familia disfrutando gracias a que ellos se han ocupado del trabajo de "debajo".

 Es uno de los mantenimientos más caros e incómodos de un velero porque hay que sacarlo del agua con una grúa, y si esperas al verano hay lista de espera en el varadero.

Hay dos tipos de patentes. Las de "matriz dura" son las clásicas, que dejan una capa de pintura un año tras otro. Tienen el inconveniente de que se acumula el peso de las capas (no es mucho, 1-2 kg cada año) y cada pocos años hay que rascar y decapar la pintura acumulada. Y la ventaja de que son un poco más baratas. Además, en los barcos que pueden varar, como el Corto Maltés, las capas acumuladas protegen el gelcoat de las ralladuras que se producen por apoyarse en la arena o en las conchas.

El otro tipo son las patentes "autopulimentantes". La capa de pintura que se da cada año se va desprendiendo a medida que el barco navega, lo que va haciendo aflorar capas nuevas de producto activo. Tienen en inconveniente de que manchan lo que tocan (si buceas alrededor del barco puedes salir con el bañador pintado, y lo mismo el cabo del fondeo), y que en caso de vuelco es casi imposible mantenerse encima del casco dado la vuelta, porque resbalan como el hielo. Y que no son buenas para barcos que se mantienen fondeados en las rías, porque al correr la marea todos los días del año bajo el casco la desprende como si estuviera navegando, y les dura poco. Y la ventaja de no acumular capas de pintura, ya que lo que no se ha desprendido con la navegación lo hace fácilmente con la karcher al sacarlo del agua.

Respecto al color, hay mucha variedad en el mercado. Aparte del aspecto estético hay que considerar los aspectos prácticos. La pintura blanca y la gris pueden hacer que una ballena que vea al barco desde abajo lo confunda con otra de su especie, se acerque para jugar o aparearse, y sin querer lo hunda. Y la azul (sobre todo) pero también la negra y la verde en caso de vuelco se distinguen mal del resto del color del mar desde el aire, dificultando la localización del barco por los rescatadores.

Nosotros damos siempre al Corto Maltés patente autopulimentante, aunque conservando las capas de pintura de matriz dura, que dio el propietario anterior, para que contribuyan a proteger el casco cuando varamos. Y respecto al color, aunque previamente lo cambiábamos cada año, ya hemos decidido darlo siempre rojo, que es el que mejor se distingue desde el aire si el barco vuelca.

Con cuidado, navegantes.

domingo, 28 de marzo de 2021

Cambio del termostato.

Hola navegantes.

Al cerrar la vuelta a Italia por el Río Po, al Norte, tendremos que desarbolar para pasar por debajo de los puentes. Eso nos obligará a navegar varios días a motor. Los fuerabordas pequeños de los veleros están más pensados para usos cortos, como las entradas y salidas de los puertos. Yo en Santander no le uso más de 5-10 minutos cada día que navego, pues en cuanto salgo de las escolleras izo las velas. El uso intensivo que se hace de él en los ríos y canales obliga a un mantenimiento exhaustivo.

En la revisión de este año estaba incluido el cambio del rotor de la bomba de agua, la pieza que bombea el agua de refrigeración, pero no el del termostato. El termostato es una pieza compuesta por una válvula y un  muelle, incrustada en el circuito de refrigeración. Cuando el motor se calienta y con él el agua del circuito, el muelle se dilata y abre la válvula, permitiendo el paso del agua fría hacia el bloque del motor para refrigerarlo. Como el agua es salada, con el tiempo ese muelle se carga de sal y de incrustaciones y se bloquea, impidiendo la apertura de la válvula con riesgo de calentamiento del motor.

Cambiarlo es relativamente fácil. Si vas a hacerlo sin sacar el fueraborda del pozo se empieza, como para cualquier ñapa, por rodearlo con una tela de protección que evite que las piezas se te caigan al mar por el agujero.

 En mi motor Mercury el termostato está alojado debajo de los cables del acelerador:

 Se levanta la tapa soltando dos tornillos y aparece:

Ahora hay que sacarlo y proteger el circuito del agua con una tela o un papel, para que al rascar la junta las virutas no entren al circuito:


 Se rasca la junta vieja de la base y de la tapa:

 Se coloca el termostato nuevo:


A continuación la junta nueva:


Y finalmente se vuelve a atornillar la tapa. Como en todas las reparaciones, aconsejo ir tomando fotos de las etapas sucesivas al desarmar, para  luego, al montarlo todo, estar seguro de ir haciéndolo bien.

Si el termostato viejo no tiene el muelle roto se puede reutilizar. Para ello hay que ponerlo en una cazuela con agua y hacerla hervir. Si al ir aumentando la temperatura el muelle se dilata y la válvula se abre, es que funciona. En ese caso se deja en vinagre de limpieza durante unas horas, y se cepilla para quitarle todas las incrustaciones. En la siguiente foto podéis ver el termostato al salir del vinagre, casi como nuevo, y en frío, con la válvula cerrada:

 Y en la siguiente en caliente, con la válvula abierta. Está claro que este termostato es reutilizable, y le guardaré de repuesto.

Yo aconsejo llevar siempre un termostato y su junta de repuesto, pues te evita un calentón del motor, es fácil de sustituir, y en cualquier viaje es la típica avería tonta que te inmoviliza varios días, pues son piezas que no suelen tener en los concesionarios y tardan varios días en conseguirlas.

Finalmente aproveché para limpiar el circuito de refrigeración, pues había visto que casi no salía agua por el chivato (es un chorrito que se deja salir para comprobar que la bomba de agua de refrigeración funciona bien; el chorro tiene que salir con fuerza, si sale gota a gota hay que revisarlo). Para eso tuve que sacar el motor del pozo y conectarle la manguera del pantalán,la que se usa para endulzarlo.

 Estaba lleno de piedrecitas y una de ellas había obstruido el chivato. Después de limpiarlo y de meterle un poco de vinagre, ya salía con fuerza, como siempre:

 Aquí la mierdecilla que salió del circuito:

Otra cosa con la que me quedo tranquilo para la navegación de este verano.

Con cuidado, navegantes.

sábado, 27 de marzo de 2021

Publicidad náutica (10).

En esta ocasión los veleros Hanse vuelven a caer en el tópico más descarado. Debajo del velero navegando, con el título "Único en su clase", nos enseñan unas fotos de los interiores. La de la izquierda, el salón, deja pequeños a los de nuestros pisos, y con unas copas de cristal al lado de la escalera esperando el mejor momento para caerse al suelo. Y la de la de la derecha uno de los dormitorios, con una cama que deja en ridículo a las de los hoteles de 5 estrellas, sin telas antiescoras, lo que garantiza caerse al suelo si se pretende dormir navegando. Con el barco escorado se duerme mejor y más seguro en el suelo que en esa cama tan alta. Está claro que te venden un barco para hacer muchas horas de pantalán y para cerrar negocios.


 En la cama descansa una mujer vestida (otra vez) de blanco inmaculado, que lleva pintadas hasta las uñas de los pies (¡navegando a vela!), cuando la realidad es que a bordo llevamos unas uñas que desesperarían a una manicura.Y por si fuera poco nos la presentan leyendo una revista, para no cortarse, llamada "Materialista". Para que no quede ninguna duda de a quién dirigen el anuncio.

Con cuidado, navegantes.

viernes, 26 de marzo de 2021

Buenas noticias de la foca Josefina.

 Hola navegantes.

En entradas anteriores (15-7-18, 17-11-18 y 4-9-20) os hablé de la foca Josefina, que vive desde hace más de 20 años en el estuario del Rio La Rance, en Francia, donde se supone que llegó atravesando las esclusas paralelas a la presa mareomotriz. La conocimos durante nuestra vuelta a Francia en el Corto Maltés, cuando entramos en el río La Rance para conocer sus paisajes y el curioso fenómeno de las mareas artificiales. Josefina se ha hecho una habitante más del pueblo de Plouër-sur-Rance, y va a la playa con los niños. Están tan acostumbrados a ella que ya hasta juegan a su lado sin hacerla caso, como si fuera un perro dormido. Incluso hay un restaurante, "La cala de Mordreuc", que ha hecho de Josefina su logo y ha señalado con carteles el camino a los sitios donde suele descansar.

 El año pasado enfermó, perdió casi la mitad de su peso, se encontraba debilitada y sin capacidad de nadar y de pescar para alimentarse, y la llevaron al Oceanópolis de Brest para intentar diagnosticarla y curarla. Allí ha pasado 3 meses, habiendo engordado 32 kg y recuperado todo su pelaje de color leopardo (cuando está seca) y la capacidad de pescar. Ya recuperada, fue devuelta al río en el mismo lugar donde fue recogida, un día de noviembre con 5ºC en el exterior y 15 ºC en el agua, las condiciones ideales para ella. Esta vez no han intentado devolverla al mar porque probablemente, tras 20 años, ya no sea capaz de integrarse en una manada. La llevaron en una furgo del Oceanópolis, dentro de una jaula, y la depositaron en un pantalán. Con mucha calma husmeó el aire, y tranquilamente se metió al agua que tan bien conoce, desapareciendo enseguida de la vista de sus cuidadores.



Ahora recomiendan a los ribereños que la vigilen y comuniquen cualquier comportamiento anómalo. Lo más preocupante sería el adelgazamiento, pero también verla apoltronada en la arena de la orilla sin ir al agua a pescar, o posturas anormales distintas de la habitual de las focas "en banana". Se sigue recomendando observarla de lejos, porque no deja de ser un animal salvaje que puede morder, transmitir alguna enfermedad, o atacar al interpretar una caricia como una agresión.

La otra buena noticia es que Josefina ya tiene compañía. En entradas anteriores os contaba que en 20 años ninguna otra foca se había atrevido a entrar en La Rance a través de las esclusas, y de lo peligroso que era intentarlo por la proximidad de las turbinas de la energía mareomotriz, que pueden convertir a cualquier ser vivo en carne picada. Pues ya hay 4 focas en La Rance, e incluso hubo 5, pero una de ellas fue encontrada muerta poco después. 

 

A Josefina le queda una esperanza de vida de por lo menos 15 años, y al parecer las focas no tienen menopausia, o sea que podría engendrar a pesar de su avanzada edad. Pero se teme que no sea capaz al haber perdido sus instintos después de tanto tiempo alejada de la vida salvaje y conviviendo con los humanos. Se desconoce cómo trataría a sus hijitos, si  les dejaría acercarse a los humanos, si perderían su carácter de animales salvajes y sabrían sobrevivir, etc. De hecho, aunque nos caiga tan simpática y sobre todo después de haberla conocido y acariciado, Josefina es un ejemplo de fracaso en la reintroducción al medio natural.

A ver si se ha recuperado del todo y dentro de unos meses nos da una "sorpresita". 

Con cuidado, navegantes.

jueves, 25 de marzo de 2021

Publicidad náutica (9).

Hola navegantes.

La Ruta Solidaria del Chocolate es una regata transatlántica que rememora las huellas históricas del comercio del cacao, entre Francia y México. La regata consta de 3 partes:

1) Una competencia deportiva náutica profesional.
2) Un evento de promoción e intercambio cultural y artístico.
3) Un evento solidario, que apoya causas de desarrollo social y protección del medio ambiente. Cada barco es portador de un proyecto de desarrollo sostenible, financiado por los espónsores.

Este es el cartel anunciador de la de 2012, en la que se les ocurrió hacer un velero de chocolate, para hacer honor al nombre de la regata:


 Al contrario de otros anuncios que fomentan la parte hedonista, lujosa y elitista de la vela, da gusto leer alguno sobre estas iniciativas solidarias, de las que hay muchas.

miércoles, 24 de marzo de 2021

Publicidad náutica (8).

Hola navegantes.

Este anuncio de un catamarán (los veleros más rápidos) busca seducir a los amantes de la velocidad y los récords. No muestra imágenes de un interior lujoso ni de chicas de calendario, sino el propio velero levantando perlas con la proa, bajo un cielo nublado y un mar que empieza a levantarse. O sea, nada parecido a los fondeos idílicos de otros anuncios. El titular dice: "la velocidad está limitada en tierra. No en el mar".

 Como si te asegurase una caza del récord. Pero lleva un asterisco que, en letra pequeñita, dice bajo la foto "A más de 300 metros de la costa y fuera de puertos, radas y zonas reglamentadas". 

Lo que es cierto, hay zonas del mar con la velocidad limitada. En algunos estrechos está limitada incluso a una milla de la costa. Por ejemplo en el faro de Santa Catalina, al Sur de la isla de Wight, está equipado con un radar AIS para controlar a los barcos que pasan, y la multa es de 1.000 libras esterlinas si se sobrepasan los 10 nudos a menos de una milla de la costa. Acompañan la  multa con una foto, como en las de carretera. Como es una zona de grandes mareas, no me extrañaría que puedan sobrepasarse los 10 nudos incluso con un velero. Nosotros, en la vuelta a Francia con el Corto  Maltés, en algunos estrechos del Canal de la Mancha superamos los 11 nudos.

Por lo tanto la publicidad del catamarán es seductora para los amantes de la velocidad, y como siempre pasa, el tinte de la dura realidad va en la letra pequeña.

Con cuidado, navegantes.

martes, 23 de marzo de 2021

Otra foca en la bahía.

 Hola navegantes.

Cuando te crees que tienes tan vista la bahía que ya nada te sorprende, el día más inesperado ocurre. Ayer estaba con la piragua por los alrededores de la escollera de Pedreña y vi como una roca negra que sobresalía del agua a unos 50 metros de donde finaliza. Me parecía raro no conocer ese escollo que sería tan peligroso, y al acercarme desapareció. Claro,no era una piedra sino la cabeza de una foquita. 

Por supuesto la foto es nefasta, tuve que hacerla con el móvil dentro de la funda estanca y sin  preparar nada. Como es un animal curioso como un conserje salió varias veces a ver qué era ese extraño pez amarillo con un humano encima. Pero cuando me acercaba a ella se sumergía y volvía a parecer 50 metros más lejos, casi siempre por mi espalda para ponérmelo difícil. Así estuvimos jugando al escondite como un cuarto de hora, hasta que desapareció.

Estos encuentros, aunque de tan lejos, son mucho más emocionantes que ver a la foca de cerca en un acuario, porque está en su medio y en libertad. 

Periódicamente entran en la bahía mamíferos marinos, por ejemplo esta otra foquita en 2014:

 















 Aquí podéis ver en un vídeo cómo se desperezaba la del Palacete del Embarcadero:

 
O esta otra en 2010:
 

 También han entrado muchas veces delfines, y ya de forma excepcional hasta una ballena.

Con cuidado, navegantes.

lunes, 22 de marzo de 2021

Publicidad náutica (7).

 Hola navegantes.

Desde mi punto de vista, otro anuncio inteligente y original. Era el salón del barco de ocasión, y utiliza la imagen de un vendedor de periódicos de los que el siglo pasado vendían los rotativos por la calle, llevando un montón de ellos debajo del brazo y cantando los titulares. En esta ocasión, con los periódicos ha hecho barcos de papel y su grito dice: "Vendo veleros, yates, planchas... en Marina Port Vell":

Igual que el que os enseñé anteayer, no pasa desapercibido al ojear la revista y cumple su cometido sin molestar.

domingo, 21 de marzo de 2021

Día mundial de la poesía.

 Todos los 21 de marzo se celebra el día mundial de la poesía, ese género literario que existía hasta el siglo pasado y que daba valor a la ternura, a los matices, a las sugerencias, a las cosas insinuadas más que dichas, y que pidió tierra cuando apareció el lenguaje de los móviles en las redes sociales, y los emoticonos. Lo celebro repitiendo esta entrada del año pasado, el dibupoema "Besos", de Gabriela Mistral, uno de los más bonitos poemas de amor en lengua castellana:


Besos (Gabriela Mistral).

Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada,
hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles,
hay besos enigmáticos, sinceros,
hay besos que se dan sólo las almas,
hay besos por prohibidos, verdaderos.

Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado,
hay besos que engendran la tragedia,
cuántas rosas en broche han deshojado.

Hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.

Judas besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonía.

Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.

Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien, son besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos de tempestad, salvajes besos
que sólo nuestros labios han probado.

¿Te acuerdas del primero...? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenáronse de lágrimas tus ojos.

 ¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos... vibró un beso,
y qué viste después...? Sangre en mis labios.

Yo te enseñé a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca.


Aquí el dibupoema, como siempre hecho con las estrofas en rojo:


Y aquí una locución:

 
Podéis ver muchos poemas más en las entradas de marzo a julio del año pasado, que fui convirtiendo en dibupoemas  durante el confinamiento.

sábado, 20 de marzo de 2021

Publicidad náutica (6).

Hola navegantes.

Esta la considero lo contrario de la anterior, una publicidad inteligente y sutil, basada en el desarrollo de una idea original. Es el catálogo de una tienda de acastillage (materiales y accesorios para los barcos) que sale cada año, y cada año renueva o moderniza sus productos. Una mujer mayor pero moderna, elegante y en un ambiente poco marinero (un improbable taburete y unos tacones de aguja interminables) mira a la cámara y, rodeada de productos para el barco, dice: "¿piensas que me voy a contentar con lo que era vanguardia el año pasado?",

 Puedes pensar que la pregunta se refiere a su forma de vestir, o a que está aprovechando el invierno en casa para modernizar la equipación de su barco de cara a la siguiente temporada. Una sugerente ambigüedad. En cualquier caso el anuncio es chocante y tu vista no pasa de largo como por los reiterados y aburridos que os enseñé ayer, sino que se detiene con curiosidad a analizar su contenido. Supongo que es lo que intentan los publicistas, y en este caso lo han logrado, y sin  molestar a nadie.

Con cuidado, navegantes.

viernes, 19 de marzo de 2021

Publicidad náutica (5): lo más tópico.

Hola navegantes.

Es un patrón tan repetido que ya resulta hasta vulgar. La alusión al placer y al lujo para vender un barco, y especialmente utilizando bellezas de pincel y, sobre todo, la imagen de un hombre maduro acompañado no ya de una, sino de dos chicas jóvenes luciendo sus encantos.

 




 

Las fotos no huelen ni se mueven. Si olieran sentiríamos el olor a gasoil y a humedad al entrar en esos comedores tan fotogénicos, e imaginaos el meneíto de las olas dónde mandaría a estrellarse a esta cubitera de hielos con champán tan bien colocada o esas sillas de Emmanuelle:

En fin, estos anuncios parecen hechos para los auténticos desconocedores del mar, gente que cree que con ese barco va a mejorar su estatus o que va a ligar más. Igual es el público que buscan.

Con cuidado, navegantes.

jueves, 18 de marzo de 2021

Publicidad náutica (4).

Este anuncio cumple todos los tópicos. En vez de enmarcar el velero, que es lo que se vende, enmarca a la chica cultivando a la vez el cuerpo y el espíritu, poniéndose morena y leyendo un libro mientras chapotea con los pies en el agua. El texto dice: "Navegar no es más que placer".

 

Una frase mentirosa que oculta las noches en blanco, los días nublados, fríos y lluviosos, las olas que te mueven las tripas en sentido opuesto al hígado, las marinas donde no te admiten, haga como haga fuera, porque no les queda sitio, o donde te vacían la cartera, las averías en puertos lejanos donde se acaban las vacaciones de forma imprevista, y hasta esa misma chica con ojeras y la cara blanca cuando el estómago le naufraga. Se ha dicho que navegar a vela es el 95% del tiempo sacrificio, pero el otro 5% es sublime. Pero claro, eso no vende barcos. El tópico de la chica en el fondeo igual sí.

Con cuidado, navegantes.

miércoles, 17 de marzo de 2021

Publicidad náutica (3).

Esta es más divertida: anuncia los productos de seguridad de una marca (chalecos y balsas salvavidas) haciéndoles necesitarlos a los animales marinos del Polo Norte y del Polo Sur:



 Por cierto, si alguien sabe por qué en el Polo Norte no hay pingüinos y en el Polo Sur no hay osos polares, que me lo diga.

Con cuidado, navegantes.