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viernes, 30 de abril de 2021

Desconfinamiento en Francia.

 Hola navegantes.

Macron ha empezado a desvelar su plan de desconfinamiento en Francia (ver imagen):

  • El 3-5 fin de la limitación de movilidad de 10 km. y de la posibilidad de transitar entre regiones.
  • El 19-5 atraso del toque de queda a las 21 h y apertura de terrazas.
  • El 9-6 apertura de cafés y restaurantes, toque de queda a las 23 h y acogida de turistas extranjeros con "pase sanitario" (vacuna o PCR negativa de 48 h).
  • El 30-6 fin del toque de queda y fin del límite de aforos.

Todo ello sujeto a posibles excepciones locales según su epidemiología. O sea, si una región tiene alta tasa de incidencia volverá a las limitaciones anteriores. 

 

 Parece que todo irá lento y con la espada de Damocles de las excepciones locales, que por supuesto son impredecibles. Por lo pronto tendríamos que atrasar la salida 2 semanas (del 22 de mayo al 5 de junio, para entrar en Francia el 9 de junio) lo que cambia toda nuestra planificación y la del camión. 

Ahora nos falta conocer los detalles en Italia, que es donde estaríamos más tiempo (poco más de 2 semanas en Francia y 3 meses en Italia).

Con cuidado, navegantes.

jueves, 29 de abril de 2021

Remolca su barco con la bici... y pretende ir al Polo Norte.

 Hola navegantes.

Ayer os hablé del transporte de barcos por carretera, y os puse un ejemplo de los gigantescos. Hoy es justo lo contrario: el francés Vincent Grison se ha construido un barco que puede remolcar con su bici:

 Lo ha bautizado "Breizh glace", y tiene 5,5  metros de eslora por 1 de manga, está construido con fibra de carbono, y es propulsado por un ala como las del kitesurf. El remolque lo ha fabricado con un mástil de windsurf.



El plan original era remolcar el barco con la bici desde Rennes, donde lo ha construido, hasta Noruega, pero la pandemia le ha obligado a acortar esta fase terrestre. Ahora intentará llevar el barco sólo hasta Saint Malo (unos 70 km). Allí el barquito de Vincent será cargado en otro velero de 52 pies para llegar al Norte de Islandia, y desde allí navegará hasta Groenlandia e intentará llegar al Polo, si es necesario arrastrándolo sobre los hielos. La vuelta la realizará por el mismo camino. En total pasará más de un mes en solitario en el Polo en esa especie de sarcófago.

El objetivo del viaje es sensibilizar sobre el calentamiento climático y la protección de los océanos, ya que el Polo Norte es un lugar sintomático del calentamiento. El proyecto tendrá una parte educativa, en la que más de 3.000  niños participarán en un proyecto desarrollado por el Ministerio de Educación francés. Además realizará videoconferencias con ellos, hará exposiciones de fotos y audios, y unos estudiantes le ayudarán a trazar su camino a través de los hielos gracias a un tratamiento de las imágenes por satélite.

Le deseamos mucha suerte, que desde luego va a necesitar.

Con cuidado, navegantes.

miércoles, 28 de abril de 2021

Transportar un velero por carretera.

 Hola navegantes.

Una ventaja de los veleros pequeños y con orza abatible es que pueden ser transportados fácilmente por carretera, lo que te abre sitios de navegación más alejados. No es un  tema baladí, pues después de unos años de tener barco acabas conociendo tan bien los alrededores de tu puerto que ya hasta te aburre. Yo ya me conozco la cornisa cantábrica casi tan bien como la bahía de Santander.

 Cualquier velero puede ser transportado por carretera, pero cuanto más grande más se complica tanto el propio transporte, como los permisos, como evidentemente el precio. Hasta 2,5 metros de manga pueden ser transportados sin convoy ni permisos especiales. A partir de ahí el tema se dispara y el transporte puede ser más caro que el propio barco.

Podéis ver aquí el extremo alto, un barco de 54 metros de eslora, 250 toneladas de peso, que necesitó un remolque de 128 ruedas y dos vehículos tractores haciendo como un tren. Necesitan un convoy especial y permisos para bloquear a algunas horas determinadas la circulación por la carretera que van a usar. 



Obviamente le han tenido que quitar la quilla, que lo elevaría 4 ó 5 metros sobre el suelo y no cabría por debajo de los puentes, y en el destino necesitará algunas semanas de trabajo para montársela, así como el mástil.

Clic aquí.

Como comparación, el transporte del Corto Maltés, que sólo necesita la pluma del camión, unos 15-30 minutos para quitar el mástil, y coger carrerilla para volver a Santander, desde Narbona al volver de la isla de Elba en la primera foto, o desde Avignon al finalizar la vuelta a Francia, en la última:



Al llegar a Santander lo bajamos con la misma pluma, y en menos de una hora está en el agua y armado.

 


También para el transporte por carretera es cierto el refrán de "pequeño barco, pequeños problemas".

Con cuidado, navegantes.

domingo, 25 de abril de 2021

Construyó su barco en el balcón... y dió la vuelta al mundo.

 Hola navegantes.

En estos tiempos de batir récords con barcos  multimillonarios, cuyo principal mérito consiste en encontrar el espónsor que quiera gastar ese dinero, es bueno traer historias como esta, que son de las que te encogen el corazón. 

Yevgeny Alexandrovitch Gvozdev fue un marino de bielorrusia que durante la guerra fría soñaba con dar la vuelta al mundo. Mal rollo, en un país que no sólo no dejaba viajar al extranjero sino que limitaba los desplazamientos internos. Nacido en 1934, y quedando huérfano por la guerra, se crió en un horfelinato. Consiguió ser mecánico naval y trabajar en los mercantes que surcaban el Mar Caspio. Desde jovencito fue leyendo las historias de los marinos que en los años 50-70 se lanzaban a dar la vuelta al mundo en veleros modestos. Pero aquello era un sueño para él, por los controles policiales internos y la ausencia de escuelas de vela en el Mar Caspio. Llegó a la conclusión de que la única posibilidad era constituirse él mismo su barco y aprender de forma autodidacta. Pero se quedó viudo muy pronto y a cargo de 2 hijos que mantener.

En 1977 recuperó gratuitamente una vieja barca ballenera de poco más de 6 metros (como el Corto Maltés) para desguace, y la transformó en dos años en un pequeño velero con el que recorrió el Caspio, a veces bajo la nieve y entre los hielos. Le bautizó "Getan" haciendo un acrónimo con su nombre y el de su  mujer y sus hijos (Gvozdev, Yevgeny, Tatiana, Alexander, Natalya).

 
Tuvo que esperar a su jubilación para intentar su sueño. Fue a los 56 años, en 1990. Tras múltiples aventuras burocráticas consiguió que un astillero ruso le prestase un minivelero de 5,5 metros, el "Lena", con  la intención de atravesar el Mar Negro, lo que sería una primicia. Ya antes de salir estaba medio desnutrido, después de 5 meses sin apoyo oficial ninguno esperando su pasaporte. Entonces contaba ya con 60 años. No sólo atravesó el Mar Negro sino que siguió adelante y finalizó su primera vuelta al mundo por el Ecuador, batiendo un récord en cuanto a la pequeñez del velero. En la siguiente foto, su primera vuelta al mundo, por el Ecuador, en rojo, y la segunda, por Magallanes, en verde.

  

A modo de  ejemplo,al llegar a Canarias ya había perdido 22 kg. Sobrevivió gracias a la ayuda de los marinos mercantes rusos y los demás veleros que se iba encontrando, que le suministraron ayuda alimenticia y recambios. Sólo disponía de 2 litros de agua al día, contando con la recogida de la lluvia, y en algunas etapas del viaje el barco iba tan lleno de bidones y de comida que no tenía sitio para dormir en el interior, y tenía que dormir en la bañera. Como no tenía piloto automático sólo podía dormir poniéndose a la capa, con lo que no hacía más de 50-60  millas al día.


En 1995 fue secuestrado por piratas al atravesar las costas de Somalia. Aparte de dejarle sin nada (incluyendo todas las fotos de su viaje hasta allí)  quisieron pedir un rescate de varios miles de dólares. Yevgeny les hizo un cálculo sencillo: "En su estado actual, el barco vale unos 400 dólares. En cuanto a mi piel, no vale nada, vamos a ponerle un dólar simbólico. Ahora llamad al Kremlin a ver si os pagan los 401 dólares". Los piratas, convencidos, le dejaron libre en el barco ruinoso con un juego de velas, 40 litros de agua y 12 kg de arroz, pero consiguió salvarse. A partir de entonces, para evitar ser robado, cada vez que en el Mar Rojo veía un barco cerca  se dirigía recto hacia él gritando fuerte en inglés: "¡Ayuda, ayuda!, ¡Denme agua!, ¡Ayúdenme!", con lo que todos los barcos se alejaban de él.

Finalmente completó la vuelta al  mundo sin ninguna repercusión en los medios de comunicación soviéticos, los oficiales ni los deportivos. Pero lo consiguió. Cuando al llegar le preguntaron si no había pasado miedo contestó: "Sí, siempre. Pero si me hubiera quedado en el sofá delante de la tele ya estaría muerto".

El balcón y la segunda vuelta al mundo.

Nada más volver, Yevgeny empezó a soñar en una segunda circunnavegación. Pero no teniendo espónsor y con su jubilación  miserable, sólo le quedaba la opción de construirse él  mismo el barco. Ya sabéis que la distancia entre tu sueño y la realidad se llama disciplina, y de esa le sobraba a Yevgeny. Carente de  medios para alquilar una nave donde construirlo, sólo disponía del balcón de su apartamento, que medía 3,7 metros, y eso definió la eslora de su barco. Lo construyó allí  mismo, en su balcón.


  Lo terminó en 1999 y pesaba 350 kg. Lo bajaron con eslingas desde el balcón a la misma caja del camión que lo llevó a puerto, y lo bautizó "Said". 
 
 

Partió sin motor ni GPS, y se los regalaron por el camino, el GPS en Canarias y el fueraborda de 3 CV en Argentina. Esta vez, en lugar de por el Ecuador, fue capaz de dar la vuelta al mundo con su cáscara de nuez por el Estrecho de Magallanes. La temperatura en el interior no subía de 5-6 ºC, pero lo peor era la humedad. En la siguiente foto, un recorte de prensa de su paso por Magallanes, con el Said detrás para que veáis su tamaño..

 

Finalmente llegó a Taití, donde otros navegantes le regalaron un desalinizador manual, con el que pudo prescindir de los bidones de agua y dormir en el interior, a base de bombear dos horas diarias el agua de mar para quitarle la sal. En Sri Lanka recibió la noticia de que su hijo estaba enfermo, y tuvo que acelerar la vuelta a casa. 

 
En esta ocasión al llegar a Rusia, en agosto de 2003, le recibieron con fanfarria y medios de prensa, gozando de cierta popularidad. A pesar de eso nunca escribió sus aventuras. Durante unos años dio charlas en los colegios y conferencias. En una ocasión, preguntado por la justificación de sus viajes, dijo: "Cada uno tiene que conseguir algo en la vida, escalar el Everest, plantar un jardín, curar a alguien, escribir un libro... Al aumentar la cultura marítima con el desarrollo de la navegación deportiva levantamos una barrera moral contra la barbarie y los crímenes medioambientales, la esquilmación legalizada de la pesca y convertir el mar en un basurero".

 Said, su barquito, fue restaurado, exhibido en el salón náutico de Moscú en 2014, y ahora está expuesto en el hall de una escuela técnica en Makhatchkala, su ciudad. 

 

 Pero Yevgeny no llegó a verlo allí expuesto. En 2008, con 74 años, partió en su tercer velero, el Getan II, un hermano gemelo del de su primera vuelta al mundo, y falleció en una tempestad en las costas del Sur de Italia. En la siguiente foto, la botadura del Getan II.

 

 Al menos falleció haciendo lo que le gustaba. Descanse en paz.

viernes, 23 de abril de 2021

Día del libro.

 Hola navegantes.

Con motivo de la celebración, como todos los años, del Día del libro, a quien me pida un libro este fin de semana a través de mi correo (alvarogaledo@gmail.com) le regalaré otro, aparte de dedicárselo con una dibucarta y regalarle uno de los dibujos originales del libro, si es que me quedan del que me pida.

Vista previa

Un saludo.

jueves, 22 de abril de 2021

Restricciones Covid a la navegación en Francia.

Hola navegantes.

Como os podéis imaginar, estamos siguiendo con lupa las normas anti-covid en Francia para nuestro intento de dar la vuelta a Italia en el Corto Maltés, cuyas primeras etapas serán por Francia.

Lo malo no es sólo que las cosas cambien muy deprisa y sin previo aviso, lo cual nos pone muy difícil un desplazamiento que prevemos de 3-4 meses.  Es que ni siquiera las normas vigentes están muy claras para  nuestra situación excepcional. 

Respecto a la vacuna, a algunos de los tripulantes aun no nos ha tocado vacunarnos, y es posible que tengamos que salir sin ella o sólo con la primera dosis. En caso de salir con la primera dosis, es muy probable que la segunda nos toque durante el viaje y la perdamos. No obstante, parece que cuando se implemente el pasaporte vacunal el hecho de estar o no vacunado no va a modificar las otras restricciones (no va a ser una carta blanca para  moverse por Europa) ya que no se ha demostrado que la vacuna elimine el riesgo de transmisión a los demás. Se espera que los detalles del pasaporte vacunal se concreten en junio.

Por lo tanto es muy posible que tengamos que presentar una PCR al cambiar de país (de España a Francia, de Francia a Italia y de Italia a España, además de las posibles visitas intermedias a Mónaco o la República de San Marino, que no nos gustaría perdernos). Lo tenemos asumido, pero no estamos seguros de que en los pequeños pueblos donde a veces nos quedamos a pernoctar haya laboratorios para hacerla. Eso nos obligaría a planificar una escala en una ciudad grande a menos de 72 horas de navegación de la frontera. Y si alguno de los tripulantes diera positivo, quedaríamos confinados en el barco de 10 a 15 días, trastocando toda la planificación y la incorporación de los siguientes.

Respecto a la movilidad por Francia, actualmente está permitida sólo en un radio de 10 km del domicilio, sin cambiar de región, y fuera de las horas del toque de queda, que es de 19 a 6 h. Están cerrados los restaurantes, museos y monumentos. Los navegantes que salgan al mar pueden moverse libremente pero tocando puerto a menos de 10 km de su domicilio. He preguntado a la embajada si en un velero procedente de España (el velero es a la vez nuestro domicilio en Francia) el radio de 10 km se contaría desde el primer puerto francés que tocásemos o desde el que alcanzásemos cada día, y no han sabido contestarme. En el mejor de los casos (que se cuente desde el puerto que alcanzamos cada día) tendríamos que hacer minietapas de 10 km (unas 5 millas) y no podríamos pasar del delta del Ródano hacia el Este, donde está el límite entre Occitania y Provenza. Se ha anunciado que estas limitaciones se levantarán gradualmente a partir de mediados de mayo, pero sin un calendario ni mayor concreción. Nosotros teníamos previsto salir de Santander a finales de mayo, lo que se nos va poniendo difícil. Además, en la situación actual, y suponiendo que pudiéramos movernos por la costa, tendríamos que llegar a puerto antes de las 19 h., lo que no siempre es posible ni depende de nuestra voluntad sino de la meteorología, y llegaríamos con todo cerrado.

En Córcega era obligatoria la PCR para entrar por los aeropuertos y puertos comerciales, y existía un vacío legal sobre los puertos deportivos. Desde el 17 de abril se exige lo mismo. Se aplicará también a los fondeos. Excepcionalmente, el capitán será autorizado a desembarcar para adquirir los suministros necesarios, lo que a lo mejor se decide aplicar también en el continente pero no es seguro. Una vez en la isla el requisito de presentar el test PCR será omitido si el velero no ha abandonado Córcega por más de 24 horas.  

En resumen, aunque la decisión no está tomada, la verdad es que nos lo están poniendo muy difícil.

Con cuidado, navegantes.

miércoles, 21 de abril de 2021

Veleros solidarios en la erupción volcánica.

 Hola navegantes.

El 9 de abril erupcionó el volcán La Soufrière, en la Isla San Vicente, del Caribe. No lo hacía desde 1979, y desde la erupción la población vive entre las cenizas, entre otras cosas privados de agua por la contaminación de los ríos. Numerosos veleros de las islas de alrededor se han organizado para encaminar la ayuda humanitaria. Entre ellos el Ganesha, cuyos propietarios, Yoann y Clotilde, han decidido organizar ellos mismos las colectas y donaciones.

Una parte de la población ha sido evacuada a campos de concentración, pero muchos han preferido quedarse en sus casas por temor al pillaje. Yoann y Clotilde asistieron impotentes, desde Martinica, a la desgracia que se desarrollaba sólo a 80 millas al sur (un día de navegación) y como  muchos otros habitantes de las islas de alrededor, decidieron no permanecer impasibles y ayudar. Detuvieron sus actividades de escuela de vela de crucero con el velero, y se concentraron en organizar la ayuda. Su velero es muy robusto y puede transportar 3 toneladas de carga. 

 

Lo primero fue conseguir un permiso especial en relación con la Covid, para poder descargar en el muelle de San Vicente sin tener que presentar la PCR cada vez.

A continuación pensaron la manera de recolectar el dinero. Clotilde diseñó un póster que se vendió entre 25 y 35 €, que una imprenta les hizo gratuitamente, y en poco tiempo recolectaron 1.700 €. Con 400 € pueden comprar una tonelada de agua, y junto con otros productos de primera necesidad (conservas y productos de higiene) hicieron el primer viaje el 16 de abril, una semana tras la erupción. Actualmente preparan el segundo.

 Muchos otros veleros se han sumado a la iniciativa desde las islas vecinas. Al ver el velero así cargado e imaginarlo escorado navegando con el fuerte viento alisio que hay entre las islas (que no es una brisa frívola, son habituales los 30-35 nudos) uno se pregunta si es lógico correr el riesgo para llevar esa ayuda insignificante. Ver esos paquetes de agua embotellada casi da pena, porque un mercante llevaría tanques de varias toneladas, o depuradoras de campaña, mucho más eficientes. Pero supongo que se han aplicado el refrán "si no puedes con la vida, prueba con la vidita", en el sentido de que a las personas individuales estos problemas de gran magnitud nos sobrepasan, su solución global está fuera de nuestro alcance. Pero para no quedarnos impasibles podemos aportar nuestro granito de arena, que junto al de los demás puede que sumen algo significativo en la vida de unos pocos de los afectados. Y nos queda la tranquilidad de pensar que hemos hecho lo que estaba en nuestra mano, y que por lo menos las pocas familias a las que ha llegado el material han aliviado momentáneamente sus penalidades. 

Con cuidado, navegantes.

sábado, 17 de abril de 2021

¿La firma del joyero?.

 Hola navegantes.

Mirando un antiguo broche familiar observamos que en una de las facetas de una de las piedras se apreciaba una especie de defecto de color negro, más pequeño que una cabeza de alfiler.

Al mirarlo con una lupa de 10 aumentos nos quedamos alucinados al ver que se trataba de un pequeño velero grabado en la piedra (en la tercera por la izquierda):


 Su detalle es impresionante, pues tiene la vela, el casco, y hasta la silueta del tripulante:


Si alguien conoce la explicación, por favor que me lo diga.

jueves, 15 de abril de 2021

Confinados en el velero por el Covid.

 Traducido de Voiles et Voiliers.

El confinamiento en Francia ha vuelto a bloquear a los navegantes en los puertos, como el año pasado. Este es el caso de la familia de Yorick y Vanessa Maguin, que habían iniciado un viaje en velero por Francia. Están de escala obligada en Les Sables-d'Olonne, donde improvisan una vida cotidiana inesperada con sus dos hijos pequeños, Lou (3 años) y Peyo (18 meses). Cuentan cómo viven esta escala obligada a bordo de su velero, en el puerto.

Voiles et Voiliers: ¿Cómo acabasteis confinados en vuestro barco en Les Sables-d'Olonne?

Vanessa: Llevábamos poco más de un año viviendo en nuestro barco y habíamos decidido dar una vuelta a Francia desde Lorient, con el fin de difundir el mensaje de nuestra asociación en las escalas (su asociación "Horizontes" se dedica a crear conciencia sobre el medio ambiente y estudiar el impacto de la actividad humana en los océanos) que habíamos programado de 3-4 días. Pero en nuestra cuarta etapa, llegando a las 19.00 horas a Les Sables-d'Olonne tras zarpar desde la Isla de Yeu, unos amigos nos llamaron para preguntarnos cómo nos íbamos a organizar para este nuevo confinamiento. Aunque no fue una sorpresa, habíamos recorrido un largo camino (más o menos la mitad de la fachada atlántica de Francia) y tuvimos que decidir rápidamente qué íbamos a hacer, sin pensarlo mucho. Al día siguiente nos acercamos a la capitanía para ver primero si podíamos quedarnos, si seguían funcionando todos los servicios portuarios, en particular los aseos, etc. Nos encontraron un buen amarre y eso jugó un papel en nuestra decisión, ya que nuestro descenso desde Lorient se había realizado en ceñida con mucho viento. Este acababa de rolar, por lo que si volviéramos a Lorient iba a ser otra vez difícil y ciñendo. Realmente no queríamos… Y luego no conocíamos Les Sables-d'Olonne y decidimos aprovechar este mes de encierro para conocer la ciudad, sin retroceder.

Voiles et Voiliers: Pero una estancia tan imprevista no es baladí con dos niños pequeños ... ¿Cómo organizáis vuestra vida en el puerto?

Vanessa: En primer lugar, nos alegramos de llegar después de todo ese tiempo incómodo ciñendo contra el viento. Es realmente cómodo estar en el puerto. Nos tomamos nuestro descanso. A nivel organizativo, quiero decir que afortunadamente hace buen tiempo, porque en cuanto llega la lluvia las cosas se complican mucho con los niños pequeños. La vida en los pantalanes es un montón de paseos, una vida en el exterior. Llevamos bien el confinamiento porque nos movemos a pie. El límite de los 10 kilómetros es más que suficiente para nosotros (nota: en Francia no pueden alejarse más de 10 km de su domicilio). Lo mismo ocurre con los niños, que se han acostumbrado a que el barco sea su hogar. Peyo ha estado viviendo en él desde que tenía 6 meses y Lou también ha sido amarinada desde una edad temprana. Y ya hemos conocido a otras parejas que viven en el puerto con sus hijos.

Yorick: nuestra hija Lou ha hecho amigos, lo que no es habitual cuando nuestras escalas se limitan a unos pocos días. Nuestro vuelta a Francia nos había proporcionado hasta entonces escalas mucho más cortas. Esto nos permite conocer gente, que les dé tiempo a los niños para hacer amigos. Y yo puedo hacer bricolajes en el barco, los que no tuve tiempo de hacer antes de la salida. Hemos podido barnizar, reparar la capota... Esta pausa nos deja un poco de tiempo para preparar el barco y nuestra aventura. Nos permite ser más meticulosos.

Voiles et Voiliers: ¿Cómo es un día típico a bordo?

Vanessa: Nuestro Océanis 390 (12 metros) tiene 3 cabinas, por lo que cada uno tiene la suya. Está la cabina de los padres en proa y las cabinas de los niños en popa. También disponemos de un gran salón, muy luminoso porque hemos cambiado todas nuestras ventanas. El barco tiene 4 metros de manga... 

 


 En resumen, vivimos en un ambiente confortable, lo que significa que tendemos a vaguear por la mañana. Difícil empezar el día antes de las 10 de la mañana. Suele ser Yorick quien pone la lavadora lo primero. Para contaminar menos usamos pañales lavables con nuestros hijos. Por eso hay que ponerla todos los días. 

 

 Luego viene el momento de leerle a nuestra hija Lou, a quien doy clase en el barco. A continuación viene pelar las verduras, alternando con las compras que hacemos con mucha asiduidad en el mercado de Arago, que es un buen paseo con los niños. Después del almuerzo, mientras los niños duermen una siesta de 14 a 16 h, aprovechamos para trabajar en nuestra asociación. A partir de las 16 volvemos a pasear. En resumen, hacemos cosas relativamente simples y, sobre todo, ¡nos tomamos nuestro tiempo!. 

Eso es lo que queríamos hacer cuando decidimos cambiar nuestras vidas, por lo que dejamos nuestros respectivos trabajos, por prometedores que fueran, vendimos nuestro apartamento y decidimos vivir en un barco. Cuando nos embarcamos en esta aventura teníamos un poco de miedo de perder calidad de vida, lo que no ha ocurrido en absoluto. Por supuesto, consumimos de manera diferente, pero nos alimentamos de los encuentros con las personas que nos permite esta liberación de tiempo. Estos encuentros habrían sido imposibles en nuestra vida de antes, que era un poco de "metro, trabajo, cama". A menudo volvíamos a casa por la noche tan cansados ​​sin ni siquiera teníamos ganas de hablar con nuestro vecino ...

Hasta aquí la entrevista. La he traído a colación porque creo que ese debe ser el espíritu, dar más valor al tiempo libre que a las otras cosas que los franceses resumen en la expresión "métro, boulot, dodo" (metro, trabajo, dormir), para referirse a aquellos que viven sólo para coger el metro para ir al trabajo, y de vuelta por la tarde al metro para llegar a casa a dormir.

 No obstante hay que reconocer que la situación de esta familia es especial, como bien han explicado, y que disfrutan de un barco especialmente grande y cómodo. Si a mí me confinan un mes en los 2-3 metros habitables del Corto Maltés durante la vuelta a Italia, sin poder alejarme más de 10 km, creo que no sobrevivo al confinamiento.

Con cuidado, navegantes.

miércoles, 14 de abril de 2021

Dibufirmas, dibucartas y dibupoemas.

 Dibufirma del Tonic 23 "CHAVALOTTI":

 Es el último que se ha incorporado a nuestro grupo. ¡Bienvenido!.

Los que me seguís sabéis que hay 3 formas de retorcer las letras. 

La más corta es la dibufirma, que es hacer un barco con una sola palabra. Su complejidad depende de la palabra. Si tiene letras puntiagudas, como la A o la N, suele ser fácil para sacar la proa o la vela, pero hay otras letras, sobre todo las redondas, como la O o la P, muy difíciles de integrar. Además depende también de la longitud del nombre, tanto si es muy largo como muy corto. Por ejemplo, en la navegación a la isla de Elba y en la vuelta a Francia con el Corto Maltés hice una dibufirma de los puertos donde pasábamos la noche. Ejemplo de uno difícil por largo: "Palavas-Les-Quatre-Canaux":

Y de uno difícil por corto: "Ay", en Francia:


La dibucarta es hacer una silueta con una frase larga. Es la más fácil, porque puedo ir redactando la frase a medida que aparecen las características del dibujo, y hacer, por ejemplo, que a la altura de la oreja de un animal quede una letra de punta (A o N)  a la altura de los ojos una letra redonda (o, a, G) etc. Siempre puede el dibujo sobre el texto, o sea, tengo que adaptar el texto al dibujo. Como ejemplo, la dibucarta del 31 de marzo, en memoria de Santiago, que se quedó sin traducir y que hago ahora (clic encima para verla mejor):

"Amigo Santiago, después de diagnosticarte el cáncer transcurrieron las semanas y los meses y parecía que se había conseguido tu ... curación, pero finalmente el cáncer te venció" (sigue normal).

Y finalmente el dibupoema es hacer un dibujo con un poema que ya existe. Es la más difícil, porque hay que adaptar el dibujo a ese texto ya que, obviamente, no vas a modificar la poesía. Aquí puede el texto sobre el dibujo, y por eso, por lo menos para mí, es más difícil, ya que me muevo mejor en la literatura que en el dibujo. Un ejemplo en la entrada del 21-3-21, Día mundial de la poesía, con la poesía "Besos", de Gabriela Mistral, que os recomiendo volver a leer.

Con cuidado, navegantes.

martes, 13 de abril de 2021

El grupo de whatsapp de los Tonic 23.

 Hola navegantes.

Desde hace tiempo algunos propietarios del velero Tonic 23 mantenemos activo un grupo de whatsapp donde ponemos en común nuestras experiencias, valoraciones, bricolajes y las mejoras que hacemos a nuestro barco. De momento somos 20, y hemos compartido mejoras como la forma de hacer un toldo o bimini, de poner los paneles solares, de dejar el fueraborda fuera del agua aunque vaya ubicado en el pozo, tipos de frigorífico, hacer una ducha, barbacoa, cambiar la orza, plataformas de popa, cómo llevar el anexo, refuerzo de los pasamanos para que no se rompan al pisar encima, iluminación del interior, etc. También ha servido para intercambiar piezas que a uno le sobran y otro necesita, cuando ya están descatalogadas y el astillero no las suministra.

A los que se incorporan les intento hacer (de regalo de bienvenida) la dibufirma de su barco, aunque no siempre se puede. Algunos eligen nombres muy raros. Aquí el último incorporado, el Tonic 23 "THE WITCHES":

Si alguno de los que sigue este blog tiene un Tonic 23 y quiere incorporarse al grupo, que me lo diga por privado.

Con cuidado, navegantes.

lunes, 12 de abril de 2021

Publicidad náutica (15).

 Esta no me acuerdo lo que anunciaba, y es algo que se critica a los muy buenos publicistas. Que la gente se fija en el anuncio en sí, su imagen, que le absorbe tanto que no se entera del producto que anuncia. Se ve la radiografía que ha hecho el médico a un paciente que le plantea este problema:

"Doctor, no puedo apartar de mi mente la navegación a vela".


Y resulta que dentro del cerebro lleva un velero. Me pareció genial.

domingo, 11 de abril de 2021

Dibufirma del Bakunin.

 Dibufirma del Tonic 23 "BAKUNIN" (clic encima para verla mejor):



sábado, 10 de abril de 2021

Renovar la pirotecnia y engrasar los winchies.

Hola navegantes.

Todos los barcos tienen obligación de llevar algunas bengalas u otra pirotecnia para señalarse en el mar en caso de necesitar auxilio. El Corto Maltés debe llevar 6 bengalas, 6 cohetes con paracaídas y un bote de humo.

No he encontrado datos de España, pero en Francia se venden cada año 258.000 piezas, lo que equivale a 63 toneladas de pólvora, una cantidad en la que da miedo pensar porque podría servir para empezar una guerra. A nadie le gusta tener que llevar esa bomba de relojería a bordo, pero de momento lo manda la ley y no se ha autorizado sustituir la pirotecnia por aparatos de pilas, por ejemplo. Se ha demostrado que los aparatos de pilas duran mucho más, pero su intensidad luminosa es infinitamente menor, por lo que de momento no se han homologado.Y las multas son cuantiosas, tanto por no llevarlas como por llevarlas caducadas, que se considera un riesgo específico y por eso se penaliza. Concretamente, por llevarlas caducadas son 1.500 euros.

La pirotecnia suele tener una caducidad de 4 años. Cada elemento lleva impreso el mes y año de caducidad, entendiéndose que sirven hasta el último día de ese mes.  A mí me caducaba en abril y he tenido que renovarla.

 

 Hasta hace pocos años no existía una norma específica para la recogida de las caducadas, y cada uno se arreglaba como podía. Algunos las usaban poco antes de caducar, en un sitio seguro, para aprender su manejo o enseñárselo a sus tripulantes. Aunque el riesgo es mínimo, sólo faltaría que una defectuosa provocara un accidente sin necesidad. Otros las entregaban en los puntos de venta, donde se almacenaban indefinidamente (otro peligro). Y los más desaprensivos las tiraban a la basura o al mar. Actualmente el vendedor tiene obligación de recoger las caducadas al vender las nuevas. Si son del mismo fabricante no suelen cobrar, y si son de otro fabricante se cobra una pequeña tasa (a mí me han cobrado 0,41 euros por cada bengala) por su recogida segura para devolverla a un sitio de reciclado, donde se procede a su eliminación o "inertización". Por supuesto se recogen y almacenan en recipientes blindados, y por empresas homologadas, para evitar cualquier riesgo para las personas.

También hemos aprovechado estos días para engrasar y revisar los winchies, ya que el de babor se había trabado. 

 

Se había roto el  muelle de uno de los trinquetes o "perrillos", que son las piececitas que hacen que el winchie sólo pueda girar en una dirección. Cualquier mantenimiento del winchie es guarro, guarro, y en este bricolaje la blancura de la cubierta tiene derecho a tanta consideración como un erizo en la autopista. El winchie está lleno de una grasa consistente vieja y de color negro, que hay que limpiar con disolvente hasta dejarlo impoluto, para a continuación volver a embadurnarlo con la misma grasa consistente negra. Ya os imagináis cómo queda la bañera. Hay que dedicar después tanto tiempo a limpiarla como se ha dedicado al winchie.

 Pero hemos resuelto el bloqueo que tenía, y es otro problema evitado en el viaje a Italia. Además me ha servido para comprar un repuesto de muelles y trinquetes, por si me falla otro winchie durante la travesía.

Con cuidado, navegantes.

viernes, 9 de abril de 2021

Para ver la tertulia de vela solidaria.

 Podéis ver la tertulia de ayer sobre vela solidaria aquí:

Clic aquí.

jueves, 8 de abril de 2021

Problemas con la grúa.

 Hola navegantes.

En la vuelta a Italia necesitaré cargar el Corto Maltés con una grúa cuatro veces: en Getxo para subirlo al camión y en La Nouvelle para echarlo al agua en el Mediterráneo; y a la vuelta en Plasencia para sacarlo del río Po, y nuevamente en Getxo para devolverlo al Cantábrico. El transporte fácil por carretera es otra ventaja de los veleros pequeños y de orza abatible, que no necesitan un convoy ni un camión especial, y te permite disfrutar de planos de navegación más alejados de tu puerto base.  Pero tengo que reconocer que cada viaje por carretera es una preocupación después del accidente en el remolque cuando íbamos a Elba (ver entrada de 4-5-16). Pero también que todas las experiencias posteriores, que ya son varias, con el transportista que ahora me lo lleva en un camión (bastante más seguro que el remolque) han sido positivas. Pero de vez en cuando circulan por la red vídeos como este, que te pone los pelos de punta:

Clic aquí

 Seguramente se trate de un vehículo antiguo, pues los camiones-grúa modernos tienen una alarma que te indica cuándo el peso de la carga, combinado con el brazo de palanca, sobrepasa el punto crítico del desequilibrio, y un mecanismo de seguridad le impide seguir alejando la carga del camión.

También me ha parecido raro que el del vídeo descargue el barco por el frente, porque las patas estabilizadoras están por el costado, y a mí siempre me lo han descargado y cargado con el camión de lado. Algo debían de sospecharse, porque habían lastrado con sacos las patas estabilizadoras de detrás:

Con cuidado, navegantes.

miércoles, 7 de abril de 2021

Publicidad náutica (14).

 Hola navegantes.

Este anuncio va otra vez de la desmesura en los veleros. Fijaos, con 58 metros de eslora, casi 500 toneladas de desplazamiento, y dentro una sala de conferencias, camarotes con más lujo que el Hotel Palace, piano, y hasta una piscina en la cubierta.



Necesita una plantilla de tripulación de 11 personas. El que se la pueda permitir puede conseguir el velero, de segunda mano, por 27,5 millones de eurillos.

 Aquí podéis ver una visita guiada:

Clic aquí. 

Cuidado que no os dé un infarto al verlo.

lunes, 5 de abril de 2021

Vela solidaria en la tertulia "A toda vela".

 Hola navegantes. 

Las tertulias "A toda vela" son conversaciones informales de temas náuticos, en la que expertos en un tema ponen en común sus experiencias. En esta ocasión nos han invitado a los organizadores de la actividad de vela solidaria con niños enfermos en las Comunidades de Cantabria, Andalucía y Murcia. Cada uno con sus años de experiencia, sus peculiaridades y ritmos, pero todos con el objetivo de acercar el mundo del mar y de la navegación a vela a los niños afectos de distintas enfermedades.

 


La tertulia será el jueves 8 de abril a las 20 h. y podrá seguirse en el canal de YouTube:

https://youtu.be/j-xgwLzL3OU

 Con cuidado, navegantes.

viernes, 2 de abril de 2021

Publicidad náutica (13).

Hola navegantes.

En este nos enseñan a una mujer que conserva su atractivo habiendo tenido dos hijos, a las dos criaturas (obviamente un niño y una niña) y al afortunado.

 Muy lejos, en segundo plano, el barco. Es lo mismo, igual valdría para un coche, unas vacaciones, un curso de inglés, un club de pádel ... o un velero. Lo que te venden es la familia feliz.

Con cuidado, navegantes.