Visitas al blog:

sábado, 30 de junio de 2012


Club Naútico de Sanlucar de Barrameda: ¡puaj!.

Aunque os parezca mentira, el otro río (el Guadalquivir) también pudo con nosotros y fué otra ratonera. Después de escribiros ayer desde un  meandro del río, llegamos a la desembocadura y nos encontramos un viento de proa del W de fuerza 5-6 y que la marea vaciante junto a la corriente del propio río había formado una mar gruesa (olas de 3-4 metros) contra la que el barco no podía. De las 17 boyas rojas que tiene la entrada, llegamos hasta entre la 5 y la 7 y allí se hizo evidente que el barco no podía salir. En alguna de las olas daba marcha atrás en la subida de la ola (con riesgo para la pala del timón). Decidimos dar la vuelta y volver al interior hasta que amainase. No imagináis la adrenalina que se suelta al dar la vuelta con esas olas y encontrártelas durante unos segundos por el través.

Para esperar tomamos una boya vacía del Club Naútico de Sanlucar de Barrameda, después de confirmarnos el botero (Jesús) que en ese momento no tenía dueño. Además se ofreció a bajarnos a tierra para descansar mientras el tiempo mejoraba. Quedamos en que nos recogería 15 minutos después para darnos tiempo a ordenar nuestro revoltijo. Cuando vino y estábamos con todo listo, nos dijo que su jefe (el presidente del Club) no sólo no le había autorizado a desembarcarnos, sino que teníamos que abandonar la boya. ¿Solidaridad marinera?.

Como nos teníamos que marchar y amainó un poco el viento y disminuyó la corriente contraria, volvimos a intentar la salida con el mismo resultado, y tuvimos que retroceder de nuevo a Bonanza, donde pasamos la noche en la misma boya que la anterior.

Como por la mañana hacía menos viento y coincidía bien la marea, a las 7 nos levantamos para el tercer intento antes de desayunar. Este fué el definitivo, aunque no sin apuros porque hoy seguimos con viento del W entre 5 y 6. Así que hicimos una etapa corta, hasta Chipiona, para tomar un día de descanso. Es el pueblo de RJ (así conocen aquí a Rocío Jurado), que tiene una plaza, una avenida, un  museo, un cementerio, su casa natal, su parroquia, su colegio, una estrella de piedra, etc, con su nombre, así como placas conmemorativas donde pasó cada momento de su vida.

Esta tarde se vuelven las chicas a Santander, ¡SNIFF!. A partir de mañana nos toca preparar el paso del Estrecho de Gibraltar.

viernes, 29 de junio de 2012

Desde una curva del Guadalquivir

Hoy estamos haciendo el blog desde un meandro del Guadalquivir, donde estamos esperando que se invierta la marea para bajar a Chipiona. La marea tira a 3 nudos subiendo, y algo más bajando. No hemos querido subir más porque ya hemos visto la orilla del Coto Doñana y no queremos alargar la vuelta.

El día 27 dormimos en la marina de Mazagón. Es un pueblo típico turístico y anodino, y lejos de la marina (unos 20 minutos andando). Nos dijeron que no tenían atraque libre inferior a 9 metros y que si nos daban ese nos tenían que cobrar por 9 metros. Comentario sorprendente, porque la marina, como todas las que hemos visto en Andalucía, estaba ocupada a menos del 50%, que los lugareños atribuyen a la mala gestión de la Junta y a la subida de tasas, que ha hecho que se lleven los barcos a marinas de Portugal.

Como alternativa nos dejaron quedarnos en el pantalán de espera, sin agua ni luz, por la tasa de 6 metros (6 €). Fijaros la fauna que hay por esta zona: mientras cenábamos apareció una medusa de unos 50 cm, rodeada de pececitos, ¡cualquiera se baña!. (Nota: el pié es sólo para comparar el tamaño).
















El día 28 fuimos a Bonanza, el puerto pesquero que está en la entrada del río Guadalquivir. Fue una travesía espléndida, con la mayor y el espí a 6 nudos y poca ola. Más que puerto, Bonanza es un espigón paralelo a la orilla y abierto por ambos lados. Nos abarloamos en la 9ª fila, un pescador muy amable nos regaló un centollo:


Pero fijaros qué equilibrios para saltar 8 pesqueros y llegar muelle (menos mal que no nos hacía falta gasolina y no tuvimos que bajar la bici):


Al volver de comprar, el guardamuelles nos dijo que no podíamos pasar la noche allí. Nos sorprendió mucho porque aquí no hay marina deportiva, y en el resto de España se tiene derecho a dos días de estancia en cualquier puerto (derecho de resguardo). Pero va uniformado y no se puede hacer nada, y nos tuvimos que ir a fondear al extremo del puerto, cuando ya habíamos hablado con el dueño del pesquero y no tenía ningún inconveniente en que estuviéramos allí. Imaginamos que es una política de la Junta para llenar las marinas que ahora están vacías, pero en un puerto sin marina deportiva no se comprende.

A la entrada del Guadalquivir hay un pecio de un mercante desde hace más de 10 años, que se arrimó mucho a la costa y embarrancó en un bajo de 50 cm.


Hoy hemos remontado el Guadalquivir hasta el cambio de marea, y esta noche tenemos intención de ir a Chipiona. Dentro de 3-4 días cruzaremos el Estrecho.

miércoles, 27 de junio de 2012

El barco creció.

El martes 26 descendimos de nuevo el Guadiana hasta el mar. Bajamos a motor, ayudados por la mayor y sobre todo por la marea. Paramos en Ayamonte a recoger la bici, que habíamos dejado en la marina trancada para no cargar con ella por el río. Para aprovechar la tarde decidimos pasar la noche en el lado portugués conociendo Vila Real de Santo Antonio. Nos habían dicho que la marina era más barata, pero como en Portugal ya es temporada alta y en Andalucía no empieza hasta julio, nos costó 11 € en lugar de 6 (en Portugal después del rescate el IVA ha subido del 13 al 23%, no os imagináis cómo está la gente). Intentamos hacer el blog pero no había wifi en todo el pueblo, que tampoco tienen nada especial.

Nos dieron un pantalán enano, y por primera vez en mi vida creí tener un barco grande. Le sobresalía la mitad:

Hoy salimos temprano para llegar a Mazagón, con  una travesía parte a vela (mayor y espí) y parte a motor, porque había poco viento. La navegación pareció una gincana, todo el rato pendientes de esquivar los palangres, que había por miles.

A la entrada de Mazagón está el espigón más largo de Europa (7 millas, unos 14 Km) enfrente de la playa, que hay que rodear para entrar al puerto. ¿Adivináis cómo se llama?. Rompeolas Juan Carlos I.


Por cierto, en su base está el muelle Reina Sofía. Je, je.

En la marina de Mazagón no les quedaban atraques de nuestro tamaño, sólo de más de 9 metros que es lo que nos cobrarían. Por eso nos hemos quedado en el pantalán de espera con la tarifa correspondiente a nuestra eslora.

Mañana intentaremos llegar a la entrada del Guadalquivir, para pasado mañana intentar subir el río en el tramo que hace orilla con el coto Doñana.

Terminamos con una foto más para la colección de nombres:


El barco era pequeño, ¿pero os imagináis las conversaciones por la VHF?

Minas abandonadas.

El lunes 25 continuamos subiendo el Guadiana, con paisajes como este:

 y con hallazgos curiosos como este barco casi mercante, fondeado de forma permanente en mitad del río, y que debe ser una vivienda estable de alguna familia. Tiene un panel solar inmenso, y en cubierta varios veleros de vela ligera. El aparejo que véis en proa no es para ninguna vela, sino una grúa para echar esos barquitos al río.


Llegamos hasta el Puerto de la Laja, en el lado español. En esta zona se extraía pirita desde la época romana, y a través de mercantes se llevaba por el río. Hasta aquí subían barcos de gran tonelaje. El que tenga interés puede consultar detalles en:

http://www.uhu.es/deporte/senderismo/ccruta3.pdf

Aquí veis una foto del muelle donde llegaban los mercantes a cargar el mineral. Aquí paramos para darnos un baño.

Volvimos a dormir a Alcoutim, en el lado portugués y justo enfrente del pueblo español de Sanlúcar de Guadiana.


Es un pueblo que durante muchos años vivió del contrabando como complemento de la economía familiar, sobre todo después de la guerra civil española. Aquí veis un homenaje a los guardias que vigilaban este contrabando:


Desde Alcoutim se ve una panorámica excelente del bonito pueblo español de Sanlúcar de Guadiana que habíamos visitado por la mañana, con un  fuerte en lo alto de la montaña que estaba en rehabilitación. Alcoutim también tiene el suyo, pero más pequeño y mejor integrado en el pueblo. En Sanlúcar hay una playa artificial:


Para pasar la noche, en el lado español hay un pantalán que al parecer se controla poco. Había un barco alemán que llevaba allí 5 años. En el lado portugués hay 3 pantalanes, de los cuales sólo uno para barcos de paso y con límite de 2 semanas. Nos costó 6 € la noche, con agua, luz y baños. Además el guardamuelles pasa a las 10, si te marchas antes en realidad te sale gratis, ya que los baños, el agua y la luz están abiertos y no hay oficina donde presentarse antes.

 En esta foto está el barco en Alcoutim y al fondo se ve Sanlúcar. Lo más curioso de amarrar aquí es sentir la fuerza del río. Si tuerces el timón sin querer, el barco se va de lado como si fuera navegando.

Para terminar estrenamos una nueva sección titulada "joyas del pantalán", para enseñaros cómo cuidan algunos su barco:



lunes, 25 de junio de 2012

Toma calorcito.

¿No queríamos calorcito?. Pues ya está aquí el de Andalucía.


Sabíamos que en Andalucía hay 3 tipos de calor: el calor, la calor, y las calores. Ahora sabemos que hay uno más: "lo siguiente". Pues en ese estamos. Ayer el higrómetro marcaba menos de 10 %, creíamos que se había estropeado, pero no, es la realidad.

Después de la mala noche que contamos ayer, estuvimos dudando si hacer la excursión por el Guadiana o no, pero al fin al nos decidimos, y aquí veis el famoso puente del Guadiana que es el único lazo de unión entre España y Portugal en muchos kilómetros, y marca el inicio de la navegación fluvial. Aunque sabemos que tiene más de 20 metros de altura, da la sensación de que el palo va a tocar.



 No nos hemos arrepentido. Esto es el tercer paraiso de este viaje: una navegación tranquila, a vela y a favor de la marea, a 5 nudos sin enterarnos, y viendo pasar los pueblecitos  (sobre todo portugueses) y los encinares en las dos orillas.

Algunos pueblos portugueses tienen pequeños pantalanes para desembarcar un rato o pasar una noche. Son gratuitos y algunos tienen hasta luz y agua. Hoy dormimos en el de Laranjeiras:


después de haber recalado a tomar una café en Foz de Odeleite:


Laranjeiras es un pueblo casi abandonado y sin servicios (sólo un bar), pero a 1,5 Km está Guerreiros do Río, más animado y que ayer tenía precisamente una fiesta con parrillada de una asociación de cazadores y pescadores, a la que intentamos sumarnos pero no pescamos nada.

La noche fué tranquilísima, y por la mañana continuamos río arriba hacia Sanlúcar de Guadiana. El río está lleno de barcos que invernan aquí fondeados gratuitamente, la mayoría extranjeros. Alguno incluso lo ha subido a la orilla:

y otros son de película, como este, tipo La Reina de Africa, que está aparentemente abandonado en la orilla:

A media mañana llegamos a Sanlúcar de Guadiana. Está enfrente del pueblo portugués de Alcoutim, que rivalizan en su castillo (el de España es más grande). Aunque el río ahora está tranquilo, históricamente ha tenido crecidas por encima de 3-4 pisos sobre el nivel habitual, que los lugareños recuerdan con placas:

Esta tarde remontaremos el río (aprovechando otra vez la marea) hasta unas minas abandonadas (Puerto de la Laja) donde hasta hace unos años llegaban los mercantes a cargar el mineral. Mañana os enseñaremos las fotos, pero nos han contado que parece un escenario de película, con todos los tinglados y los muelles abandonados. Después volveremos a descender el río para visitar Alcoutim. Y luego decidiremos si pasar la noche en Alcoutim o si volver a Laranjeiras o Guerreiros do Río.

Para terminar, algunas fotos para la colección de nombres:

Este quiere mucho a su barco ("La Otra Mujer"):


y este se autodefine:



sábado, 23 de junio de 2012

En la ratonera.

¿Quién nos iba a decir que el lugar aparentemente tan idílico en el Guadiana que os enseñamos en la foto de ayer, se covertiría en una ratonera?. Y tal vez en el peor momento del viaje. A media noche se juntó un viento del Norte de fuerza 6 con la marea vaciante y la propia fuerza del río, y que generó unas olas como las del viento Sur en Santander. Imaginaos intentar dormir dentro de un barco pequeño con el meneo del viento Sur y amarrados a un muro a sotavento, que en este caso era el pesquero. No nos atrevimos a intentar salir de allí porque claramente veíamos que la potencia del motor era insuficiente, y si fallábamos la maniobra nos íbamos contra el muro del muelle de los transbordadores que se ven detrás de nosotros en la foto de ayer. Así que nos quedamos atrapados como en una ratonera. Los pescadores de los barcos de al lado se portaron muy bien dejándonos alguna de sus defensas (bolas de 1 metro de diámetro) con las que por lo menos evitamos los golpes entre los cascos, no así los tirones de las amarras sobre las cornamusas. Echamos 5 amarras en vez de las 2 habituales, y a pesar de ello temimos por el barco.

Por si fuera poco, uno de los pescadores nos comentó que hacía un año a una motora le pasó lo mismo y se fué a pique. Además la autoridad portuaria no quería pecios en ese muelle, y tuvieron que sacar sus restos con buzos y con una grúa. ¡Menudos ánimos!.

Luis consiguió dormir algo a bordo.  Alvaro, a pesar de su aversión al olor a pescado, se fué con los bártulos a pasar la peor parte de la noche a la cubierta del pesquero, que por su mayor tamaño casi no se movía. Hacía mucho que no dormía en el suelo.

Finalmente la larga noche terminó y a eso de las 13 h nos trasladamos a la marina de Ayamonte a hacer la revista de daños del barco (por suerte ninguno, pero si no llegamos a estar allí, ¿quién sabe?) y arranchar las consecuencias de tal coctelera. Ya os imagináis que en esas circunstancias no estábamos para fotos, y por eso no podemos poner ninguna.

Por la tarde vinieron las chicas, con las que a partir de mañana vamos a remontar el Guadiana hasta donde sea navegable sin riesgos. Muchas gracias a mi familia de Sevilla (Amanda, Antonio y Virginia) por recogerlas del aeropuerto y pasar una bonita tarde con nosotros en Ayamonte.

Por poner alguna foto, os enseñamos la plantilla que usamos para tomar los partes meteorológicos. Como es una obligación diaria o de varias veces al día, simplifica mucho el trabajo tener la plantilla prediseñada:

Y otro nombre de barco para la colección:






viernes, 22 de junio de 2012

Abandonamos la República y volvemos a la monarquía.

Hoy hemos salido de Tavira para una navegación cortita de vuelta a España. Por el camino, igual que ayer,  hemos cruzado unas almadrabas de pesca inmensas, algunas de hasta 4 millas de lado. Si no estás atento a la señalización con marcas cardinales y al plotter te puedes ver obligado a dar un rodeo kilométrico.


En menos de 3 horas estábamos a la entrada del Guadiana. Es una entrada muy cambiante por los arrastres de arena del río, marcada a babor por un espigón (lado portugués) perfecto, y a estribor (lado español) por una línea de rocas sin balizar que en pleamar quedan cubiertas (!). El patrón del pesquero al que nos hemos abarloado nos dijo que en bajamar hay que entrar no entre las boyas rojas y verdes, sino por fuera de las rojas, entre éstas y el espigón del lado portugués (!).


Hermos vuelto a nuestras costumbres de ir a la zona pesquera y abarloarnos. Esto nos costaba más hacerlo en Portugal porque allí nos veían como unos guiris. En Ayamonte estamos junto a los transbordadores que todavía funcionan, para llevar coches y personas a Vila Real de San Antonio, el pueblo del lado portugués. Es raro que se mantengan a pesar del puente internacional que une ambas orillas (y que mañana esperamos enseñaros en foto) pero así es.

A partir de hoy, y hasta que lleguemos a Francia (si llegamos, ¿vosotros qué pensáis?) volverá a funcionar el localizatodo. Esta semana vamos a recorrer y explorar con calma el río Guadiana.

Los Robocop a bordo.

El día 21 salimos de Ferragudo un poco preocupados por el pronóstico de vientos fuertes, que no se confirmaron. Fué una navegación tranquilita, salvo por los Robocop. Ibamos tan tranquilos y se nos acerca una patrullera de la marina de guerra portuguesa a toda máquina, echa una zodiac al agua y en menos de lo que se tarda en contarlo teníamos a bordo a dos Robocop, eso sí desarmados, pero que subieron sin pedir permiso ni dar explicaciones. Fué una inspección rutinaria pero con lupa, nos hicieron sacar hasta las bengalas y comprobar su fecha de caducidad. Nos hicieron perder una hora, comprobando por radio cada papel. Por lo que más preguntaban era por las líneas que llevábamos a rastras (la línea de vida y la cacea). Al final nos encontraron dos graves irregularidades:

1) No habíamos pagado una tasa de balizamiento portuguesa de 1 ó 1,5 €. Ellos mismos no tenían claro si los extranjeros tenemos que pagarla, y no nos había hablado de ella ninguna de las patrulleras u oficinas de las marinas donde en varias ocasiones nos han revisado los papeles para darnos entrada en la marina.

2) El permiso de pesca español al parecer no es válido en Portugal. Ya es mala suerte porque hasta ahora no hemos pescado nada. También es verdad que no nos lo estamos tomando muy en serio.


Estas dos graves infracciones nos dijeron que ellos no sancionaban, sino que pasaban el informe y que en nuestra próxima escala que ahora os comentaremos, en Tavira, nos buscaría una patrullera para notificárnoslas. No hemos vuelto a saber nada.

Pasamos la noche en la Ilha Formosa, junto a Tavira. Es un estuario muy curioso, porque tiene una línea de arena y dunas detrás de la cual hay una laguna con varios afluentes, pero sin sitio de desembarco salvo para las lanchas que llevan a los turistas a la isla:

Chapuzas en Portimao

Hola de nuevo. Ya estamos en España y podemos conectarnos de nuevo para contaros lo de los últimos días.

El 20 estuvimos de descanso en Potimao, y aprovechamos para algunas reparaciones. En estos viajes largos el material se desgasta mucho. Por ejemplo hemos hecho más horas de empopada que en varios años en Santander. Donde la mayor roza con la cruceta la tela se ha desgastado y ha habido que poner un refuerzo, además de sustituir el sable que se perdió.

  La palanca de dar avante en el motor a veces (y siempre en las maniobras de puerto más difíciles, que es cuando más se fuerza el motor) se tropezaba en la caja de su pozo y no entraba la marcha. La solución ha sido quirúrgica:















Cuando la botella de camping gas está poco llena y se pone la olla con mucha carga, pesa más la olla que la botella con lo que se desequilibra el cardan. Hemos ayudado a la gravedad con una goma:


Las poleas de las escotas del génova se habían desgastado y corrían mal. Hasta que las cambiemos por las originales, las hemos suplementado con unas de escalada, y para que no cambie el ángulo de tiro hemos adelantado los carros del escotero:


Aún nos queda modificar el mosquetón de la driza del foque, que cuando hay mucho viento, al enrollar y desenrrollar se traba con la driza del espí.

Por la tarde fuimos a fondear frente a Ferragudo, un pueblecito que está en la misma ría que Portimao, y allí pasamos la noche. Usamos la tabla de surf para desembarcar e ir a ver el pueblo.

miércoles, 20 de junio de 2012

martes, 19 de junio de 2012

¿ Será siempre así el Algarve?

La noche en Baleeira fué movidita (la segunda peor después de Ons) porque no paró de soplar el NW que formaba una ola pequeña que retumbaba en el casco. La salida del atraque fué dificultosa porque ayer nos quedamos abarloados por el lado malo del Tonic, el de babor, ya que con el fuerte viento no había posibilidad de hacer otra maniobra. Este barco tiene el motor en estribor, entonces tanto dando avante como atrás tira hacia babor, por lo que conviene abarloarse por estribor para facilitar la salida. A pesar de ello y despues de algún susto conseguimos salir airosos.

El trayecto de hoy ha sido de muchos cambios de velas: 8:15 mayor + génova; 8:20 génova al 50%; 8:30 mayor el primer rizo y génova al 30%; 8:50 mayor en 2º rizo; 9:45 mayor en 2º rizo y génova entero; 11:07 calma total y motor. ¿Siempre será así?.

Llegamos a la marina de Portimao antes de comer. Nos ha dado tiempo a llevar a reparar la vela mayor. Las marinas ya son más caras por estar en temporada media (hoy 25€). El pueblo de Portimao tiene como más típico una playa en mitad de un acantilado que se está erosionando, quedando la arena entre bloques verticales impresionantes


Además tiene un semáforo de señales para entrar en la ría:


A lo mejor mañana nos quedamos aquí para descansar, en el fondeadero, no en la marina. Sólo nos quedan unas 60 millas para España y 3 días. Aprovecharemos para diversos bricolajes en el barco, lavandería, etc.

Como hoy no había mucho que contar, os enseñamos las primeras fotos de una colección que vamos a hacer de nombres graciosos de barcos. ¡Los hay con imaginación!.


lunes, 18 de junio de 2012

La nariz de Portugal tiene un moco

Hoy cruzamos el 2º gran cabo de este viaje, el Cabo San Vicente. Igual que el cabo de Finisterre tenía un escollo que se llamaba el Centollo, este tiene uno similar que se llama la Pedra del Gigante.

Salimos de Sines muy temprano después de despedir  a Víctor que se volvía a Madrid. Ha sido una navegación dura pero muy rápida: 70 millas en unas 8 horas. Ya nos lo imaginábamos porque el pronóstico daba vientos del NW de fuerza 5. Salimos en orejas de burro con el génova y el spí, haciendo picos de más de 9 nudos que esta vez hemos conseguido documentar para los incrédulos. Al mediodía el viento arreció y seguimos solo con génova entre 5 y 6 nudos. Y al final del día que había un tramo de cenida (el Portugal el teclado no tiene la letra de después de la n) con el genova al 50% y fuerte escora hacíamos 5 nudos.


  


 El puerto de recalada ha sido Baleeira, justo tras el cabo. Su nombre obedece a que fue un puerto ballenero. Aquí no hay marina y nos hemos abarloado con todo derecho a un pesquero. 


Por fin hemos encontrado marineros amables que nos ayudaron en la maniobra de cambiar el barco de sitio con un fuerte viento lateral que nos habría impedido hacerlo nosotros dos solos.

Como hemos corrido mucho para aprovechar los vientos portantes en el tramo atlántico de Portugal, ahora tenemos una semana tranquila hasta nuestra próxima cita con las chicas en el Guadiana a finales de semana. Recorreremos el Algarve (70 millas) en 4 días, en etapas cortas y mas descansadas.


Enjaulados en el puerto pesquero de Sines.

Hoy salimos de Cascais con destino a Sesimbra. Por el camino fuimos a conocer el estuario del Tajo, con el famoso puente 25 Abril y el fuerte de San Lorenzo, que está en un islote en mitad del delta del Tajo.









































Llegamos a Sesimbra a motor a la hora de comer. Como estábamos frescos por no haber navegado el día anterior y empezaba a salir la brisa nos decidimos a llegar a Sines, 33 millas más, que iba a ser la etapa del día siguiente.

En esta travesía cruzamos el cabo Espichel, que estaba cubierto por una nube recortada que  cubría exactamente el cabo ocultando el faro.

Este mismo fenómeno, que se debe a la diferencia de temperatura de la tierra y el agua, cuando ocurre en una isla sirve para localizarla en el horizonte mucho antes de que sea vista la isla. En efecto, cuando en el horizonte los polinesios veian una nube aislada ponian proa a ella con la seguridad de que la isla estaba debajo.

En Sines nos decidimos por 1ª vez en Portugal a ir al muelle pesquero. Despues de una maniobra larga y pesada, preguntamos a un pescador como se iba al pueblo. Estaba poniendo el candado a una puerta de la valla que rodea todo el puerto, y nos dijo que salieramos por la puerta que estaba al otro lado de un edificio. Al ir a ella estaba igualmente candada. O sea que nos habían dejado amarrar dentro de una jaula.

Ante esta prespectiva cambiamos el muelle pesquero por el pantalán de la gasolinera de la marina que ya estaba cerrada. El pueblo era muy especial. Solo habia WI-FI en el centro de arte , pero que llevaba  3 meses averiado (cosas de los recortes) y en un restaurante que lo había anulado para "que no interfiriese el partido de fútbol de la tele". O sea que no pudimos hacer el blog.
El pueblo está a lado de una refinería de petróleo y  en la punta de un cabo. De esta forma ni tiene turismo ni  la carretera continua a ningún sitio. Así se entiende la sensación de pueblo de la década de los 50. Lo único destacable del pueblo es que aquí nació Vasco de Gama.