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jueves, 20 de junio de 2024

En la ría de Arosa.

Hola navegantes. 

Hoy salimos de Muros para cambiar de ría y fue una navegación muy rápida pero agotadora, fría y gris. Para que os hagáis una idea yo llevaba camiseta, camisa de invierno, dos jerséis, el chaquetón de aguas, la bufanda térmica y el gorro de lana, y Ana iba envuelta en una manta.  Todo el recorrido con un viento del N de fuerza 4-5 y con unas olas de metro y medio por la popa que balanceaban mucho el barco.

Hicimos toda la travesía sólo con el génova a 4-5 nudos, y tratándole como a la página de un álbum raro para que no nos fallase, porque cada ola quería hacerle trasluchar y con ese viento podría romperse. Prácticamente fueron dos únicos bordos, uno amurados a estribor hasta la Punta Falcoeiro, y otro amurados a babor para entrar en la ría por el Norte de la Isla Salvora. Las últimas 2 millas, que el rumbo era Norte hasta la marina, tuvimos que hacerlas a motor. 


Nos hemos quedado en el puerto deportivo Sta. Uxia de Riveira (o Ribeira, que no se ponen de acuerdo si es con V o con B). Un pequeño puerto deportivo al Norte de un gran puerto pesquero y comercial. Me ha encantado su logo, con un caballito de mar: 


Estuvimos dudando si entrar, porque según la Guía Imray es imposible permanecer en el pantalán exterior (que es el de tránsitos) con vientos del NE, que es el que teníamos hoy y bastante duro. Pero han puesto un pantalán rompeolas de hormigón, y además nos han colocado a sotavento de dos veleros mucho más grandes que el nuestro, con lo que estamos completamente protegidos.



Por la tarde se despejó y subimos con las bicis al mirador de San Roque. Apreciaréis que no he dicho "en las bicis" sino "con las bicis", porque tiene unas cuestas tan pindias que en realidad hemos subido andando y arrastrándolas. Desde arriba hay unas vistas extraordinarias de la mitad de la ría de Arosa y una vistas aéreas del puertecito en el que estamos. 




Además hay un área de barbacoas, cabañas, y hasta un dolmen.


La vuelta sí que la hicimos "en las bicis" y a toda velocidad, porque era todo cuesta abajo.

En el puerto de Ribeira hay un sentido homenaje a Ramiro Carregal Rey, presidente de honor y mecenas de este club náutico, así como del de Portosin, donde le han dedicado un pantalán. También ha contribuido de una forma extraordinaria al desarrollo del puerto comercial de Ribeira con su empresa Frinsa de congelación de pescado.


El homenaje es la escultura de un velero de piedra con una poesía en la base. Nosotros le vimos en Portosin, iba a cenar muy elegante y está muy, muy mayor (97 años) pero hacerse viejo es una cosa muy buena porque quiere decir que no te has muerto.

Ana y yo todavía no hemos decidido nuestro destino de mañana, pero la intención es dedicar una semana a recorrer esta ría. 

 Con cuidado, navegantes.

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