Visitas al blog:

domingo, 9 de junio de 2024

Lo malo de Internet.

Hola navegantes. 

Hoy salimos de Coruña con la intención de hacer una etapa cortita hasta Malpica, unas 17 millas. Pero por el camino fue levantándose otra vez un Nordeste de fuerza 5 o más, con olas de 2 metros del mismo sector, que iban a hacer muy incómoda la estancia en Malpica, un puerto que no tiene marina y tendríamos que quedarnos amarrados al muro, cerca de la bocana que está abierta al Este.

Por eso decidimos seguir hasta Laxe, y ya hablamos de 36 millas. Y además superando las Islas Sisargas,  en mi opinión el punto más duro de la Costa da Morte, más incluso que Finisterre, donde parece que el mar eructa y tuvimos rachas de fuerza 6: 


Pero nos mereció la pena porque, según la aplicación Navily de los puertos de España, Laxe tiene una marina deportiva con 12 amarres de tránsito, agua, electricidad, gasolina, aseos y duchas, y allí podríamos relajarnos:



Pues después de darnos la matada llegamos a Laxe para comprobar que es un puerto pesquero como Malpica, sin ningún servicio, aunque eso sí, más protegido del Nordeste. 


Y nos hemos quedado abarloados a un pesquero (en la foto podéis ver el excelente refugio que ofrece el puerto):


Lo bueno de los imprevistos es conocer sitios nuevos. Hoy resulta que era domingo (navegando se pierde la noción del día de la semana) y estaba todo cerrado, y la poca gente que había por la calle estaba en los bares viendo el tenis, creo que un partido de Alcaraz. Paseamos por el borde de las playas de arena blanca, que se acumula en dunas desde tiempo inmemorial, y que parece que van a tragarse el pueblo:


Tiene también una plaza dedicada a los voluntarios del Prestige, con la frase "no hay nada más grande que el corazón de un voluntario":


Y una fachada con una pintada gigante representando un naufragio:


Es una tradición de Laxe que rememora un naufragio el día de la Virgen del Carmen. Avelino Lema era un marinero que a lo largo de su vida sobrevivió a tres naufragios. En la procesión participa una chalana que naufraga, los marineros encienden una bengala y llegan a la orilla nadando. De rodillas van hasta la imagen de la virgen llevando a uno muerto, y la Virgen le resucita. En agradecimiento se canta la salve marinera y sigue la procesión de barcos engalanados. "¡Qué potito!".

Mañana seguiremos hacia Camariñas, donde en teoría también hay una marina con club náutico. A ver en la práctica.

 Con cuidado, navegantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios son bienvenidos. Lo más cómodo es poner tu nombre al final del texto y luego elegir como identidad "anónimo".