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martes, 11 de junio de 2024

Mucho estrés en Fisterra.

Hola navegantes. 

Hoy salimos de Muxía como dijo Federico Trillo sobre la operación Islote Perejil: "al alba, y con fuerte viento de Levante... " con intención de pasar el Cabo Finisterre, y lo conseguimos fácilmente. 

La salida estuvo marcada por un despiste con incomodidades prácticas. Nos olvidamos de recoger nada menos que seis frigolines que nos estaban congelando en la marina. Ayer nos las prometíamos tan felices con la seguridad de 2-3 días con la neverita fría, y hoy esta torpeza...

La etapa hasta Fisterra estuvo marcada por un descenso rapidísimo hasta el Cabo Finisterre, otra vez con un viento maravilloso del Nordeste que toreamos sólo con el génova y rastras por la popa a más de 6 nudos. La verdad es que en esta navegación, desde que salimos de Santander hace dos semanas, hasta ahora no nos ha tocado ni una sola etapa de ceñida, algo asombroso.


En la foto, delante del Centollo de Finisterre, un islote justo en la punta del cabo: 


Y el mítico Cabo, donde acaban su procesión los peregrinos y donde hasta hace poco quemaban las botas (ya se prohibió):


Al doblarle, nuestro rumbo para llegar al puerto pesquero de Fisterra era hacia el Norte, y otra vez, como ayer para llegar a Camariñas, nos tocó ceñir dando bordos contra ese vientazo que hasta entonces nos había impulsado tanto.


Lo malo fue que el puerto de Fisterra, abierto al Norte, estaba sacudido por ese viento de llevarse todo lo que no estuviera amarrado al suelo, y todos los sitios disponibles eran insostenibles. Probamos en el pantalán rompeolas de hormigón, y abarloados a otro barco mayor en el muro, pero temíamos que el barco se rompiera por los tirones de las amarras sobre las cornamusas y los golpes contra el muelle o el otro barco, que parecía que iban a reventar las defensas. En la siguiente foto, el Via Crucis del Corto Maltés buscando donde amarrar en Fisterra. Imagináoslo con un viento de fuerza 5 del Nordeste.


Estuvimos pensando incluso seguir de noche hasta Muros, con tal de no quedarnos en este Purgatorio. Pero finalmente dimos con dos amables personas, Fernando e Isabel, del club Buceo Finisterre (fácil recordar sus nombres por los Reyes Católicos) que dedicaron una parte de su tiempo a llamar a sus contactos en el pueblo hasta encontrarnos un atraque vacío en los pantalanes de los pesqueros, donde nos han dejado quedarnos esta noche. Gracias chicos. Aquí dentro estamos protegidos del viento y de las olas, y podremos dormir tranquilos sabiendo que el Corto no se hace añicos. 

Mañana intentaremos llegar a la Ría de Muros y Noia, donde se incorporará Ana a la tripulación.

 Con cuidado, navegantes.

2 comentarios:

  1. Una vista privilegiada del fin del mundo! Lucas

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  2. Na vez más queda demostrada la solidaridad desinteresada de la gente del mar.
    Espero que junto a Ana, disfrutéis de la navegación por esa bella costa...

    Buenos vientos...

    Rodolfo

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