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viernes, 30 de junio de 2023

Vuelve a ser un velero.

 Hola navegantes.

Ayer salimos de Dinan para una navegación corta hasta Plouer sur Rance para arbolar. Es un puerto que se construyó en 1991, cuando la subida del agua por la construcción de la presa mareomotriz inundó una ría que movía un molino de mareas. 

La navegación fue desapacible, con lluvia. Nada más pasar la esclusa de Le Châtelier entramos en la Rance Marítima, y allí estaba la marea bastante baja, teniendo que seguir el balizamiento entre orillas de basa:


El puerto de Plouer sur Rance es de los que tienen un umbral en el fondo, y al retirarse la marea te quedas en el interior como en una palangana, con la entrada seca. Hay que saber con precisión el horario y las señales. Se pasa por una puerta estrechísima (la que veis en la foto a la izquierda de la luz verde, clic encima para verlo mejor) y buscando la enfilación de esa puerta con el campanario de la iglesia.


Un poco después la marea se retiró del todo, y el puerto quedó así:


El umbral del puerto está a 6,5 metros sobre el nivel cero de las cartas (o sea, en las bajamares extremas los barcos están flotando 6,5 metros por encima del fondo que les rodea) y al subir la marea, cuando ésta alcanza los 8,5 metros, la puerta se baja para aumentar el calado del paso disponible. En la foto veis que la puerta por donde habíamos entrado era ya como el borde de una piscina (al otro lado hay un salto de varios metros, y está seco):

Dió la casualidad de que amarramos al lado de otro Tonic 23, el CRINOREV, de Bruno y Christine. Por supuesto nos enseñamos nuestros barcos y aprendimos de los inventos de cada uno. Ellos han hecho un cabrestante para subir el fueraborda:


Han modificado la pala del timón para que sirva de escalera:


Han tapizado todo el interior con corcho pulverizado en spray:


Han hecho un soporte basculante para el plotter y la radio:

y otros inventos. Se ofrecieron a ayudarnos para levantar el palo ya que se había levantado viento, que lo complica todo, y con tantas manos fue todo más fácil. En 20 minutos estaba el palo instalado. Ahora el Corto Maltés vuelve a ser un velero, dispuesto para llegar a Londres. 

Mañana tenemos que salir de Plouer después de comer para que coincidan los tres requisitos: poder salir de Plouer, poder pasar la esclusa de la presa mareomotriz, y poder entrar en la esclusa del Port Vauban, en Saint Malo. Y esos cálculos van a ser nuestro día a día para navegar por el Canal de la Mancha y Normandía.

Y ahora os enseño la tabla de mareas de La Rance para mañana. La dan en forma sinusoidal y comparando la del mar o marea "normal", en azul, y la del interior o marea "artificial" en naranja: 

Podéis ver que la del interior baja hasta la cota de 7 metros frente a 4 en el exterior, que la pleamar en el interior se atrasa 2-3 horas respecto al exterior y que alcanza un nivel más alto (o sea, siguen llenando la presa, y mientras en el exterior ha empezado a bajar en el interior sigue subiendo), y que en el interior la marea creciente dura 5 horas y la decreciente 7, en vez de 6 y 6. Y todo eso varía de un día a otro. Alucinante navegar aquí.

Con cuidado, navegantes.

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1 comentario:

  1. Por lo visto, he comenzado a recibir los post en el correo, lo cual me alegra sobremanera, aunque tengo la opción de la página web. Ya veo que el Corto Maltés está de nuevo arbolado (te confieso que su estado "fluvial" me entristecia un pelin), así que de nuevo tendremos crónicas marineras hasta el Támesis.

    Buenos vientos!

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