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jueves, 29 de junio de 2023

En el río La Rance.

 Hola navegantes.

Ayer llegamos al Río La Rance, que es el que conecta con los canales que vienen del Vilaine, y el que nos dejará definitivamente en el Canal de la Mancha.

Después de una corta navegación llegamos al mediodía a a la ciudad medieval de Dinan. Se la reconoce por el enorme acueducto de una carretera que la sobrevuela.


Nos dieron atraque en el muro del puerto viejo, que no es más que un amarradero en el curso del río, y estaba lleno de vegetación y lo primero que tuvimos que hacer fue podarla un poco para que no se metieran insectos en el barco.


Por la tarde fuimos a conocer la ciudad amurallada, desde donde hay unas vistas aéreas del río y del puerto:


Además de ver sus monumentos, nos llamó la atención una separación extraña de las calles con vallas, y con montones de paja, y en otras calles de neumáticos:


Resultó ser para una competición deportiva de camareros, que tenían que correr con una bandeja en la mano sin que se les callera la botella y los vasos. La paja y los neumáticos eran obstáculos añadidos:

Ahora a Ana y a mí nos queda poner el palo en Plouer sur Rance, que lo haremos hoy, y salir del río por la esclusa de la central mareomotriz, que lo haremos mañana.

 El río La Rance es uno de los sitios más curiosos por los que se puede navegar. No creo que haya otro lugar en el mundo donde las mareas desobedezcan a la luna. Se puede resumir diciendo que es un río mitad dulce, mitad salado. Se cerró en 1966 con una presa mareomotriz que utiliza la fuerza de la marea al subir y al bajar, y por lo tanto la represa se llena y se vacía. Para mayor eficiencia se permite modificar el nivel de la marea aguas arriba. O sea, se ha creado un régimen de mareas artificial cuya amplitud puede ser desde cuatro hasta doce metros y medio en vertical, y eso de un día para el siguiente. Los horarios de mareas y su altura se dan a conocer cada viernes para la semana siguiente, y hay que consultarlos en un teléfono o una web. Y esos horarios y alturas son importantísimos, pues definen las horas a las que se puede entrar y salir de los puertos, y lo más importante, te avisan de lo que puede pasar si varas en una orilla. En las mareas naturales sabes qué día podrás volver a reflotar según la marea, normalmente en la siguiente pleamar. Pero aquí te arriesgas a quedarte en seco varios días, semanas o meses, hasta que ese ritmo artificioso te facilite el agua necesaria para reflotar. Porque obviamente no van a modificar la marea y su plan energético para que un velero desencalle. 

Esto se refiere a la parte del río más cerca del mar, donde el agua es salada y está sujeta a las mareas artificiales, y que se llama "La Rance Marítima", donde llegaremos esta tarde. Pero ayer estuvimos aguas arriba de otra presa, Le Châtelier, en la zona del río llamada "La Rance Fluvial" que es de agua dulce. Le Châtelier era la presa original y única antes de construirse la mareomotriz, y el agua corre en una sola dirección (hacia el mar). Es la primera que cruzaremos hoy por la mañana para ir a arbolar.

Aguas arriba de Le Châtelier no hay mareas y se navega como en cualquier canal, enlazando, como habéis visto, con los canales que vienen del Atlántico. Todo esto lo detallé mucho más en el libro de la vuelta a Francia.

Y me despido con una imagen del Corto Maltés con el puentaco de Dinan al fondo.

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