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lunes, 5 de junio de 2023

El punto G de Hondarribia.

 Hola navegantes.

Hoy hemos pasado el día en Hondarribia. El que viene por primera vez a este precioso pueblo se sorprende de que todos los barcos lleven la bandera de cortesía francesa.


La razón está en que la línea divisoria entre España y Francia les hace navegar habitualmente por aguas francesas. 

Parece un relato cervantesco, pero el cauce del Bidasoa transcurre muy cerca de la orilla española. En el siglo XIII Hendaya estaba despoblada y las aguas españolas llegaban hasta la más alta pleamar en la orilla francesa, o sea, nos habíamos apropiado de toda la bahía o Rada de Higuer.

En 1856, para evitar enfrentamientos, se firmó un tratado que establecía la línea divisoria en la mitad del río en bajamar, o sea, casi toda la rada se adjudicó a Francia. En 1879 otro acuerdo estableció un área compartida (en blanco) entre la española (en rojo) y la francesa (en verde):


El área compartida se estableció porque el cauce del río (en azul) debía ser compartido, y porque el único puerto de refugio para esperar el buen tiempo estaba situado en la orilla española, el actual puerto pesquero de Guritzeaundi, y pareció lógico compartirlo por las flotas pesqueras de los dos países.

La construcción de los espigones de Hondarribia y Hendaya modificó el cauce del río y la geografía de las orillas, pero el régimen de Franco no consiguió que se modificaran las líneas divisorias. La conclusión es que en el mapa actual el puerto y la playa de Hondarribia, y el puerto de Guritzeaundi, están en la zona compartida, y el cauce navegable del Bidasoa y la punta del espigón del lado español están en territorio francés.


(en Navionics está marcado con unas finas líneas rojas; hacer clic encima para verlo mejor). Por eso a veces se ve fondeada una patrullera francesa en el extremo de la playa de Hondarribia, para recordárnoslo.

La delimitación territorial se definió por unos puntos denominados con letras mayúsculas, y marcados con unas pirámides en el mar y en la costa. Pues en Hondarribia se conserva como un monumento el "punto G", marcado con una pirámide, como recuerdo.




El propio río está lleno de barcos fondeados, y para acceder a ellos disponen de unos botes de remos repartidos por toda la orilla, a los que han puesto ruedas para facilitar el acceso por las rampas:

Mañana seguiremos hacia el Norte, con la esperanza de poder entrar en Capbreton.

Con cuidado, navegantes.

1 comentario:

  1. Muchas gracias Álvaro, por las excelentes crónicas!. Buenos vientos te lleven por las aguas francesas!

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