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lunes, 12 de junio de 2023

Un bonito descubrimiento.

 Hola navegantes.

Ayer salimos de Royan con destino a La Rochelle. Como la etapa iba a ser larga (más de 50 millas) salimos pronto a sabiendas de que la salida del estuario la haríamos con la marea en contra. En efecto, tomamos la salida por el paso del Sur (es decir, por el Sur de la isla de Cardouan) para aprovechar mejor del pronóstico de viento del Norte. Tardamos 5 horas en dejar atrás el Banco de La Mauvaise ("La Malvada", imaginos cómo será) que es el que marca el fin de la desembocadura. Y eso que como al final de la mañana la marea ya estaba alta y había 4 metros de agua encima de los bajos, y no había olas rompientes, pudimos atajar bastante. En condiciones malas habría sino mucho más largo. Entre otras cosas pudimos acercarnos mucho al Faro de Cardouan, cuya visita queda para la vuelta.

Desgraciadamente sopló todo el día un viento del Norte que nos venía de cara, y nos pasamos las horas ciñendo y dando pantocazos. A media tarde se puso cruelmente de manifiesto que íbamos a llegar a La Rochelle de madrugada, pasando media noche en el mar. Como no nos apetecía nada nos planteamos entrar en La Cotinière.

Es el único puerto sólo pesquero de la Isla de Olerón  y el único de su costa Oeste. La guía Imray no lo menciona, y el Bloc Marine dice: "Puerto de varada... reservado a la pesca... aproximación delicada, preferentemente en pleamar... prudencia con vientos o mar de fondo del oeste... en mareas vivas la corriente puede alcanzar 2,5 nudos". Y en Navionics te muestra una entrada con un canal dragado, pero antes de llegar a él fondos de 0,2 metros, y tres dársenas, de las cuales las dos interiores se secan y la exterior tiene 1,5 metros de calado.

Con tantas dificultades yo nunca había intentado entrar, pero hoy nos pudo la necesidad. Con los binoculares no se veían rompientes, pero no se distinguía el color del agua para deducir la profundidad del paso. Todos los teléfonos del puerto a los que llamé no contestaban, así que decidimos probar suerte y dar media vuelta si lo veíamos difícil. Estábamos casi seguros de que sería un intento fallido, porque llegamos justo en bajamar y con bastante viento del NW. Con uno en la proa para examinar los fondos y con la orza y el timón subidos, nos fuimos introduciendo en el canal.  Resultó ser más profundo de lo señalado en las guías, porque el agua estaba clarísima y no se veía el fondo.

En la dársena exterior había un pecador paseando con su mujer y sus dos hijitos (era domingo, me enteré más tarde) y nos amarramos para preguntarle. Resulta que el canal lo han dragado y que la dársena exterior, en la que estábamos, tiene 4,5 metros de fondo y no 1,5. Lo que sí es verdad es que los interiores se secan. Para nuestro júbilo, estábamos en el pantalán de transeúntes, que tiene agua y luz, y en el edificio anexo a la lonja hay baños y duchas gratis. Y mucho más limpios que los de algunas marinas de pago. Sólo se nota que es un pantalán pesquero por las manchas excrementicias y por la actitud burlona de sus autoras.


Así que nos hemos quedado en La Cotinière en vez de en La Rochelle. Y llegar a un puerto que no conoces es una nueva aventura. Es un pueblo pequeño que vive sólo de la pesca y en el que hasta la Gendarmería es modesta:


También tiene la típica calle de restaurantes cerca del mar, pero hoy estaba todo muy vacío. Fuimos a cenar a las 7.30 y ya estaban todos cerrando. En el entorno hay varias playas con dunas artificiales formadas como siempre en Las Landas: plantando empalizadas que retienen la arena transportada por el viento del Oeste, que aquí es el eterno protagonista:

Y unas vistas preciosas al océano y a su propio puerto.

El pescador que nos acogió es aficionado a los cómic y tiene todos los de Corto Males, y más de 1.200 coleccionados en casa. Por cierto que también en este pueblo me encontré a mi viejo conocido:

Le regalé a su hijo una chapa del Corto Maltés y le invite a conocer el barco, pero no quiso. Dijo que sólo le gustaban los de pesca y que de esos ya había visto muchos. Y se fue con su patinete. 

Todavía no hemos decidido qué haremos mañana. 

Me despido con una imagen del Corto Maltés en el puerto pesquero de La Cotinière:

Con cuidado, navegantes.

2 comentarios:

  1. Hola navegantes, esta mañana cuando hice el seguimiento a través del blog, vi que estabais cerca de La Cotinière, así que imaginaba que iba bien la travesía. Al final habéis tenido suerte y el atraque ha sido mejor de lo que se pensaba. Mee alegro que todo siga como estaba previsto. Suerte.
    José Antonio

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  2. Nada, que las cosas, aún anunciándose torcidas, se "enderesan" sobre la marcha, y, no sólo eso, sino que ganáis con la aventura que supone el conocer lo nuevo...
    Me alegro infinitamente de lo positivo que va siendo todo hasta el momento, y de leer poder leer en el receso del café tu crónica, siempre interesante y fresca...
    Muchas gracias y buenos vientos!...

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