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martes, 13 de junio de 2023

Una pausa en La Rochelle.

 Hola navegantes.

Hoy nos hemos tomado un día de descanso en La Rochelle. Lo primero que quiero destacaros es la ventaja de tener un barco pequeño y con poco calado: que te den amarre aquí, en pleno centro:

o en el hormiguero a 3 km de la ciudad:

La diferencia es abismal. 

Por la mañana he ido a ver el Damien restaurado. Es un velero de madera de 10 metros con el que en los años 70 dos chicos franceses dieron la vuelta al mundo. Pero en vertical (pasando por los dos polos) en vez de en horizontal. Les llevó 5 años, y les descubrió su vocación: uno escritor de temas marinos, el otro explorador y navegante en el Polo Sur. Contaron su historia en un libro tan famoso como los de Moitessier:

Años después el barco fue recuperado y restaurado por el Museo Marítimo de La Rochelle, que también restauró el Joshua, y declarado monumento histórico. En Francia se valoran más las gestas náuticas que en España. Aquí se declararía monumento histórico un toro de Osborne antes que un velero.

El Damien está abarloado al Joshua, de Moitessier, pero esta vez no pude llevar mi barquito a su costado porque una pasarela peatonal que bloquea el acceso está en obras. A ver a la vuelta.


Paseando por la ciudad me encontré la segunda torre de enfilación de la entrada al puerto. La ciudad ha crecido y ha quedado incrustada en el paisaje urbano, pero sigue cumpliendo su función:


Enfrente hay un monumento a los soldados y marinos caídos por la patria, con sus fusiles y sus tabardos del invierno. Y encima del obelisco un gallo. ¿La razón?. 


Que el gallo representa a su patria. Proviene de un juego de palabras, porque el término latino "gallus" significa "gallo" pero también "galo” (“francés”). El gallo también se encuentra en sellos, monedas, etc. Pero Napoleón lo rechazó por poco varonil, porque "el gallo no tiene fuerzas, no puede ser la imagen de un imperio como Francia". Actualmente prefieren como símbolo de la República a Mariana, la mujer joven con un seno al aire, contra la que el gallo no tiene nada que hacer en los tiempos que corren.

En el puerto de Les Minimes, que es la selva de mástiles de la segunda foto, hay una entrada que parece hecha por Homer Simpson, porque justo el vano del puente que está marcado con las marcas roja y verde de babor y estribor está cerrado con un pantalán flotante. Los locales ya lo conocerán, pero no quiero imaginarme que siga el balizamiento uno nuevo que llegue por la noche (clic encima para verlo mejor):

Mañana seguiremos hacia el Norte, e intentaremos llegar a Les Sables.

Con cuidado, navegantes.

3 comentarios:

  1. Hola, Álvaro. Hoy por fin me he puesto al día y me he leído todas las entradas del blog que tenia retrasadas, a partir de ahora intentare ir al día y seguirte.
    Que pequeño se ve el Damien al lado del Joshua, como decías que dio la vuelta al mundo por los polos pensé que seria un barcazo.
    Un abrazo, Daniel.

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  2. Muy bien merecido ese día de asueto en La Rochelle!, y muy bien descrito tu paseo por tan variopinto puerto y población!.
    Buenos vientos en esa próxima singladura hasta Les Sables!

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  3. Buenas tardes Álvaro

    Es muy interesante lo que cuentas sobre las medidas.


    Acabo de poner en el buscador

    "Méduse de l'île de Ré"

    y me salió información interesante.

    A partir del 31 de mayo aumentó mucho la cantidad de medusas, es una plaga.

    Hay webs que tienen estadísticas diarias por cada tipo y las posiciones marcadas.

    Pongo aquí algunas noticias de esta semana:

    "Desde ayer han aparecido en varias playas de Occidente numerosas medusas rosadas de pequeño tamaño, de una especie actualmente desconocida para los socorristas. Un poco más grandes que los Physalies, fueron observados por los socorristas de Saint-Leu, en Boucan Canot, incluso en la piscina natural, esta mañana en Roches Noires. Se han enviado fotos a especialistas para la identificación de esta misteriosa especie. Se iza la bandera roja hasta nuevo aviso en Roches Noires".

    *

    En las playas de Charente-Maritime, hay muchas medusas varadas al final de la primavera. Un fenómeno recurrente que tiende a aumentar aún más con la aceleración del calentamiento global, explica BFMTV. Tenga cuidado al caminar por las playas del Atlántico. Durante el fin de semana de Pentecostés, como nos recuerda BFMTV, las costas de la isla de Ré, Oléron o La Rochelle estaban sembradas de medusas, creando el asombro de los espectadores. Sin embargo, su presencia en el océano no es nada nuevo: a medida que las aguas se calientan, la proporción de estos animales aumenta. Para Jean-Michel Maggiorani, biólogo del acuario de La Rochelle, la presencia de medusas varadas “es un fenómeno normal, natural y que ocurre todos los años”. Una medusa gigante aparece varada en una playa de Australia, de Gentside Savoir. No es tan peligrosa como sus primas del Mediterráneo. De hecho, las medusas "dependen de las corrientes oceánicas", recuerda al canal de televisión. Para que acaben varados en las playas bastan las "condiciones favorables". Según el especialista, las corrientes creadas por los vientos empujaron a las medusas hacia la orilla. Y es que, dice el biólogo, "con el aumento de la temperatura, se forman capas de agua caliente cerca de la superficie del mar"...

    Un saludo
    Milo

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