Hola navegantes.
Ayer vino Ana a Nantes desde Santander. Un largo viaje nocturno en autobús que le dejó baldada. Y por si fuera poco se pasó todo el día lloviendo. Tuvimos que hacer las gestiones de la intendencia, (fundamentalmente buscar una lavandería para el ropero) bajo la lluvia, protegidos con los paraguas, y los desplazamientos en tranvía. Por suerte el fin de semana el tranvía es gratis en Nantes.
Quiero enseñaros dos detalles para amarrar el barco en un río. Lo primero, los muelles de las amarras. En Nantes hay un gran tráfico comercial y de barcos de turistas que no paran de hacer olas, que llegan al pantalán y te sacuden. Para esta navegación me he traído los muelles de las amarras de Santander, y en sitios como éste son realmente útiles. Hay veces que parece que las cornamusas van a arrancarse, y los muelles amortiguan los tirones y las protegen.
Lo segundo importante es amarrar fuertemente el timón a la vía. En efecto, cada 6 horas se invierte la corriente de marea, pero tú no cambias el barco de posición. Cuando la corriente te entra por la proa no hay problema, es la posición de trabajo normal del timón. Pero cuando te entra por la popa, y con tanta fuerza, puede llevar el timón a un extremo, en esa posición su resistencia a la corriente es máxima, y pueden arrancarse o doblarse los herrajes. Hay que amarrarlo a la vía con un cabo grueso.
Una de las cosas más surrealistas es el campo de fútbol torcido.
En el suelo está pintado torcido y se juega así en él:
Y para ver el partido bien han puesto un espejo convexo que convierte el campo torcido en un campo recto (clic encima para verlo mejor):
Como ahora la gente anda mirando al suelo, por el móvil, es más práctico poner los anuncios en el suelo que en las paredes.
El Jardín de las Plantas no es sólo un jardín, es un espacio de convivencia. Allí sigue habiendo creaciones artísticas sorprendentes, como bancos torcidos o de tamaños absurdos:
espacios donde los trabajadores pueden ir en la pausa del bocadillo para tomárselo en espacios acristalados con sus compañeros, originales parques infantiles:
espacios con animales, pajareras, etc.
También visitamos otros monumentos con los que no os voy a aburrir. Hoy iremos a la isla de las máquinas, en mitad del río Loira. Era un espacio industrial y de astilleros que están reconvirtiendo. Y mañana descenderemos el río con la marea para volver al mar.
Con cuidado, navegantes.
Que curioso lo del campo de futbol, tiene que estar gracioso jugar alli. Mucha suerte por los canales ahora, buena proa y poca alga. Un abrazo.
ResponderEliminarEstupendo Álvaro!, tanto la navegación hasta Nantes como tu crónica!, feliz bajada-retorno al Atlántico!
ResponderEliminarUn abrazo
Rodolfo