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jueves, 8 de junio de 2023

Una pausa en Arcachon.

 Hola navegantes.

Hoy nos hemos tomado un día de descanso en Arcachon. Para mí ha sido una oportunidad de recordar una preciosa navegación anterior, en que estuve con Ana 15 días recorriendo todos los rincones de esta bonita bahía. Sólo puede hacerse con barcos de orza abatible o preparados para varar, porque en bajamar se secan las 4/5 partes de su superficie.

En primer lugar os contaré una iniciativa que han tenido unos navegantes de España que tienen también un Tonic 23, con los que hemos creado un grupo de WhatsApp para compartir experiencias. Están siguiendo nuestra navegación a través de las videocámaras de las playas y de los puertos, y si me captan comparten la imagen. Como  ayer no aparecía subieron esta:


Realmente yo estaba allí, frente a Contis, pero sólo se veía un puntito.

El problema de las varadas en Arcachon se pone cruelmente de manifiesto en el mismo puerto. Siendo uno de los más grandes de Francia, los atraques más cerca del muro de quedan en seco. Me imagino las decepción de los propietarios de no poder salir a navegar un día perfecto por tener el barco así:


En una plaza de Arcachon había un homenaje a un militar de la resistencia. El alcalde estaba soltando una arenga, pero allí estaban, dando dignidad al acto, los jubilados que aún sobreviven de aquella gesta contra el nacismo. Siempre les invitan, y me emociona verles con sus arrugas y sus medallas colgando, sosteniendo las banderas, vestidos de civil pero eso sí, con guantes blancos de mayordomo:

En una de las "jetées" (muelles que salen del paseo marítimo hacia el mar) hay en el suelo una colección de huellas de pies de marinos famosos, en cobre. Es como las manos de Hollywood de los actores, pero con los pies. Están todos los famosos de la vela, y fijaos qué curioso, Tabarly sólo marca 4 dedos. Supongo que tenía el meñique engatillado.




En el mar, frente al paseo marítimo, hay una cola de ballena de tamaño natural. Es una obra de arte que aspiraba a ser efímera, pero gustó tanto que se ha quedado permanente. Para darle originalidad cada año se pinta de un color. Este año ha tocado blanco y rojo, y con el lema "Arcachon je t'aime":

Completan el panorama de la ciudad los casoplones dieciochescos, tanto los particulares como los oficiales, por ejemplo el Casino:


los numerosos parques, y las sorpresas inesperadas, como fachadas tan bien pintadas que tardas en darte cuenta:


Y también, por supuesto, los arcachoneses siempre mirando al mar:


Tienen hasta una virgen, Notre Damme d'Arcachon, que se supone que es "la guardiana del paso entre la bahía de Arcachon y el océano", o por lo menos así lo dice, literal, en su plegaria.


Bueno, pues mañana nos espera la etapa más incómoda del viaje, 75 millas hasta Royan y teniendo que calcular la hora de salida de Arcachon y de llegada a Royan según la marea. En efecto, ni en uno ni en otro se puede navegar con mi motor contra la fuerza de la marea, y tenemos que adaptar el viaje a eso. Saldremos de Arcachon a media mañana con la vaciante, y navegaremos de noche para llegar a Royan la madrugada del sábado, con la marea entrante y cuando haya luz del día. Un galimatías. Por eso mañana no tendréis noticias nuestras, porque estaremos en el mar. Pero podréis seguir nuestra posición gracias a la baliza, en la columna derecha del blog, arriba, donde dice "dónde estamos".

Con cuidado, navegantes.

2 comentarios:

  1. Todos nos alegramos de que no fallaran la puntería
    Un abrazo
    Maribel y Juan

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  2. Merci pour ce récit, toujours aussi intéressant.
    Souvenirs de navigation il y a 10ans...

    Paul de Meerschman

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