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domingo, 27 de julio de 2025

Remontando el Río Ródano.

Hola navegantes. 

Hoy salimos de Port Saint Louis du Rhone a través de la gigantesca esclusa que comunica el mar con el Río Ródano. Ya estamos acostumbrados, pero la pasamos solos y casi da pena que a abran semejante estructura sólo para ti.



La foto anterior es el puente de carretera levadizo, el que levantan cortando el tráfico para que pasemos nosotros.

A continuación nos enfrentamos a la corriente del río y al mistral que nos venía de cara. La verdad es que el motoruco de 6 CV se portó, y nos trajo a entre 4 y 5 nudos, nunca lo imaginé. A pesar de ir a motor dejé la orza bajada por si acaso chocábamos con un tronco, porque es preferible que choque con la orza,  que es de hierro, que con el timón, que es de fibra.

El Ródano es el río más largo de Francia, cerca de su desembocadura es gigantesco, un kilometro de orilla a orilla, y está  surcado por mercantes y portacontenedores enormes (hasta 4.500 toneladas) a los que tienes que respetar. No es muy atractivo, las orillas son boscosas pero las ves de lejos, y como no está pensado para la navegación deportiva no hay ningún desembarcadero donde
pararse a descansar. 

Está balizado con las rojas y verdes en todo su recorrido, aunque nosotros a veces hemos ido por fuera del canal para coger menos corriente de frente (en los ríos la corriente es menor en las orillas). Pero a mitad de su recorrido hasta Arlés está el Seuil du Terrin, un bajo fondo de rocas que está dragado entre 3 y 4,25 metros, y que no puede pasarse por fuera del canal, y allí si que lo respetamos. Está bien advertido con una señal, pero hay que saber de lo que se trata para no salirte del balizamiento en ese tramo. Si yo os lo cuento así para mí barquito, los mercantes y portacontenedores deben de pasar por aquí con sudores fríos, porque para ellos debe ser como un campo minado.


Por el camino intenté hacerme la vignette para el canal de Midi por internet, pero me dio el mismo problema que al venir. Me temo que si no encuentro una oficina donde hacerlo físicamente me van a volver a amenazar con una multa. Por cierto, me he acordado que la amenaza de multa al venir la contesté con un email explicando todo, y aún no me han respondido.

Llegamos a Arlés a las 15 h. Cuando pase por aquí al volver de la isla de Elba me quedé con la copla de que no había donde quedarse a dormir. El río atraviesa la ciudad entre paredes de hormigón y orillas de tablestacas, sin norays ni anillas donde amarrarse.


Por eso, antes de llegar al centro de Arlés nos metimos por un ramal del río que lleva al antiguo canal de Arlés a Fos, ya en desuso, al que se accedía por una esclusa como la de Port Saint Louis du Rhone. La entrada al ramal era prometedora, con árboles que nos darían sombra y con una orientación que protegía del mistral. 



Pero allí no había ya el típico pantalán de espera de la esclusa ni nada donde amarrarse, y no nos sirvió.

Un poco más adelante preguntamos al patrón de una peniche restaurante  y nos dijo que el siguiente pantalán, que en la cartografía está catalogado como "pantalán privado", era en realidad un "Halte Nautique" y que podíamos utilizarlo. Un Halte Nautique es como la mínima expresión de una marina, porque es un sitio donde amarrar pero sin ningún servicio. Y aquí nos hemos quedado a pasar la noche. 


Aparte de la visita turística y cultural a Arlés, con la que no voy a aburriros, aprovechamos para arrimar el barco al que teníamos en la popa, y desde su cubierta colocar la "trompa" al extremo de popa del palo para protegerlo de los golpes en las esclusas. En Port Saint Louis du Rhone no habíamos podido hacerlo porque estábamos amarrados de proa.


Mañana seguiremos remontando el Ródano hasta coger un afluente, el "Pequeño Ródano", por el que llegaremos a la esclusa de Saint Gilles, y a través de ella al canal esclusado que nos conducirá a Sète y al Etang de Thau.

 Con cuidado, navegantes.

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