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lunes, 7 de julio de 2025

Mal tiempo, y una entrevista.

Hola navegantes. 

Ayer salimos de Sète con destino Port Camargue. Lo hicimos por la boca Este del Puerto, que normalmente no se puede usar por los barcos deportivos porque está reservada para el tráfico comercial. Pero pedimos permiso por el canal 12 y me dijeron que en ese momento no se esperaba tráfico y que podía hacerlo, con lo que me ahorré alguna milla. En la foto, la señal que lo indica.


Luego vino una etapa genial de 22 millas en 4 horas, o sea una media de más de 5 nudos y a rumbo directo. Aprovechamos un viento del NW que nos entraba por el través de babor para hacer esa extraordinaria media. En la siguiente foto, Sète visto desde el Este, para que comprobéis los que os dije de que desde el horizonte parece una isla.


Antes de llegar a Port Camargue pasamos frente a La Grande Motte, otro puerto enorme que se caracteriza por sus edificios con forma de pirámide. No sé lo que buscaron los urbanistas, pero original sí que les quedó. No se confunde con nada. 


Port Camargue es uno de los puertos deportivos más grandes del mundo,  con 4.000 atraques (2.000 públicos y 2.000 privados alrededor de las casitas particulares con embarcadero). Está en la esquina Nordeste del Golfo de Aigues-Mortes, el cual tiene varias comunicaciones, a través de canales estrechos, con las lagunas interiores que ocupan el interior de la costa Sur de Francia.  En su aproximación hay algunos bancos de arena con fondos de dos metros, que se hacen peligrosos cuando hay mar de fondo.

La capitanía y los atraques de visitantes están en la misma
entrada de un “étang” extensísimo (70 hectáreas) que produce
una gran corriente de agua  (hasta 4-5 nudos) cuando se llena con la poca marea del Mediterráneo y con los cambios de presión atmosférica. Los demás atraques están en el interior de la laguna, en torno a varias islitas con casas al borde del mar y, en
este caso, en vez de pequeños atraques privados enormes pantalanes perpendiculares a la orilla. La laguna se dragó hace unos
40 años en unas salinas preexistentes en esta zona del delta del Ródano, y se le dio una profundidad de tres metros para construir la marina. La circulación dentro de la laguna es tan compleja, por lo intrincado de las islas y canales, que la Guía Imray advierte de lo fácil que es perderse en ella, tanto por tierra como por el mar.

Cuando pasamos aquí en el viaje a la Isla de Elba nos llamó la atención el concierto de ranas por la noche, hasta el punto que la dibufirma que hice entonces de Port Camargue fue con una ranita.


Después de las semanas con ola de calor ahora el tiempo se ha invertido y nos ha llegado el frío. Ayer navegamos con el cielo nublado. Por la tarde en Port Camargue nos entraba el viento del Oeste por el tambucho, y como llovía entraban las salpicaduras por la rejilla de ventilación. Por la noche tuve que ponerme el plumas para salir y la manta para dormir. Y ahora mismo, de madrugada, estoy pensando seriamente poner el calefactor. Para hoy se anuncia viento del NW (mistral) de fuerza 6-7 y no podremos navegar, así que nos quedamos en Port Camargue. Vamos a ir con las bicis a Aigues-Mortes para recordar ese bonito pueblo, con su ciudad medieval amurallada y sus salinas de color rosa, que conocimos al volver de la Isla de Elba y nos encantó.

Ayer me entrevistó Edu Araujo en su programa Itsas Tantak a propósito de esta navegación por el Mediterráneo. Podéis oir la entrevista aquí, en el minuto 44:05.


 Con cuidado, navegantes.

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