Visitas al blog:

jueves, 3 de julio de 2025

El Lydia.

Hola navegantes.

¡Que gusto!. Horizontes abiertos donde puedes bajar a prepararte un café sin miedo a que llegue la siguiente esclusa, el viento que refresca y la sombra de la vela, nada de ruido ni del fueraborda ni de las chicharras, y navegando a 5-6 nudos sin consumir una gota de gasolina... el mar de nuevo.

Como os dije, ayer vinimos a Leucate. Yo no lo sabía pero es uno de los puertos deportivos más grandes del Mediterráneo, con 1.400 amarres. Una navegación plácida y rapidísima con el viento de través, haciendo los últimos ajustes de la jarcia y las velas bajo un cielo de cartulina. Y el agua, ¡milagro! que volvía a ser azul.

El puerto ocupa una franja de tierra entre el Mediterráneo y el Etang de Leucate, tiene varias dársenas y enfrente siempre las playas de esa franja de tierra como la del Mar Menor de Murcia. El intento de navegación por el Etang lo dejamos para hoy. Ayer hicimos lo primero el cambio de aceite del fueraborda. Lo dejé en el taller y el chico me dijo que tardaría "una pequeña horita". Ana y yo pasamos esa pequeña horita huyendo del calor como pudimos, y al volver estaban todos los pajarracos del taller sentados de tertulia en una mesa y mi motor en el soporte sin hacerle nada. Me dijo que volviera en "una pequeña horita" pero ya me pareció demasiado, le dije que teníamos prisa y se metió enseguida con él.

Luego fuimos con las bicis a la playa de Barcarès, donde está el único trasatlántico del mundo varado voluntariamente en una playa. Es el Lydia y os conté la historia aquí:
 

Es una atracción mundial y objeto de las campañas turísticas de Barcarès. 


Después de haber sido hotel, casino,  sala de fiestas y otras cosas, ahora está cerrado y sólo se usa su entorno para espectáculos y de vez en cuando para alguna exposición. Estaban desarmando las gradas del último espectáculo y el entorno desmerecía una poco. Aún así es una sensación sorprendente verse debajo de ese paquebote en la playa, contemplar esa perspectiva extraña de abajo arriba y recordar los esfuerzos que hicieron los hombres hace décadas para conseguir sacarlo del agua. 



Toda esa bonita historia en Navionics se resume con el icono de un pecio y la indicación de que se un naufragio con toda la superestructura visible, en la cota de 0 metros.



Algo raro, raro, si no conoces la historia. Os recomiendo volver a leerla y ver los vídeos que subí entonces.

Hoy íbamos entrar al Etang, pero ha estado soplando toda la noche un mistral de fuerza 5 con rachas de 7, que con la poca profundidad levantará olas como las del viento Sur en Santander, y no es el mejor momento. El pronóstico dice que se parará al mediodía, y si es así entraremos por la tarde.

 Con cuidado, navegantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios son bienvenidos.