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viernes, 28 de julio de 2023

Los túneles de Ramsgate y la visita de Aduanas.

 Hola navegantes.

Ayer se confirmó en temporalillo y nos quedamos en Ramsgate, aprovechando para descansar y dormir el sueño de los justos. Por la mañana fuimos a ver los túneles de Ramsgate. Son un conjunto de túneles que se excavaron para proteger a la población de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. 



En la Primera, Ramsgate fue bombardeada y se perdieron muchas vidas. Era un objetivo preferente por ser la ciudad inglesa más cercana al Continente y por su cercanía a Londres. También se dice que cuando un bombardeo no se podía realizar sobre Londres, la aviación prefería descargar las bombas sobre Ramsgate antes que volver a su base con ellas.

En los años 30, previendo que se avecinaba otro conflicto, el gobierno decidió ampliar una antigua estación y unos túneles ferroviarios para utilizarlos como refugio. Iniciado el conflicto, esos túneles se utilizaron para alojar a las personas que perdían su casa en los bombardeos, y como refugio antiaéreo de toda la población durante los bombardeos. Miden varios kilómetros, llegaron a vivir de forma permanente unas mil personas, y podían acoger a 60.000, toda la población de la ciudad, durante los bombardeos.

A los que tenían derecho a vivir allí se les daba un pase como éste, donde se especificaba incluso las horas a las que tenían derecho a dormir, porque supongo que las literas eran compartidas:

Al principio los túneles eran muy precarios, pero poco a poco se dotaron de servicios, enfermería, cantina y una especie de habitaciones, porque hubo personas que vivieron en ellos varios años. Una visita muy interesante, si no fuera porque el guía hablaba con ese dialecto del inglés que consiste en tragarse sus palabras, y porque cuando le pedías una aclaración empleaba más dedicación en deglutirlas.

Por la tarde tuvimos otra interesante visita, de los funcionarios de aduanas. Se presentaron dos uniformados que parecían dos jugadores de rugby, con uniforme militar. A pesar del frío que hace por aquí iban con pantalón corto. Los zapatos no deben estar incluidos en el uniforme, porque llevaban unos mocasines llenos de protuberancias. Nos pidieron los papeles del barco y los pasaportes, y luego nos recitaron una lista de las cosas prohibidas para ver si llevábamos alguna. Tuve que ayudarles con la lista porque acababa de leerla y me la sabía mejor que ellos. No, no llevamos drogas, ni perros, ni pornografía, ni comidas de la lista prohibida, ni explosivos, ni armas del fuego, ni diamantes, ni 10.000 libras esterlinas ("qué más quisiera", me dieron ganas de decirle). Se fiaron de nuestras respuestas y no nos hicieron una inspección. Tiene gracia que en la era de la informática uno de los tiarrones lo apuntaba todo con boli en un bloc escolar de papel cuadriculado, del tamaño de una agenda de bolsillo. Tendríais que haberlo visto.

Les dije que por la mañana habíamos pedido el permiso de salida del país para hoy, y que no habíamos recibido respuesta (para el permiso de entrada nos contestaron en pocas horas). Me dijeron que podía irme igual (es lo que pensábamos hacer) porque para salir no ponen problemas, sólo para entrar.

Así pues, con todos los temas de inmigración resueltos, hoy vamos a intentar volver a Francia.

Con cuidado, navegantes.

2 comentarios:

  1. Los ingleses siguen siendo un constructo histórico de anacronismo y estética. ¡Adelante y buena mar, argonautas!

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  2. Los ingleses siguen siendo un constructo histórico de anacronismo y estética. ¡Adelante y buena mar, argonautas!
    Nacho S. Ayestarán

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