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lunes, 3 de julio de 2023

La gasolina, y la despedida.

 Hola navegantes.

Ayer acompañe a Ana a Rennes en tren, que se volvía a Santander, y se incorporó Bartomeu Casellas a la tripulación. 

Ahora que hemos terminado las etapas de motor os recuerdo un detalle de la gasolina. En los canales no suele haber surtidores de gasolina (como mucho de gasoil) y tenemos que comprarla en las gasolineras de la carretera. Pues en Francia comercializan una gasolina de 95 octanos e10, que es una mezcla de gasolina y etanol al 10 %. En España es al 5 % (se ve la inscripción e5 en el boquerel) y suele estar subvencionada al ser menos contaminante. 

El problema es que si el depósito conserva la mezcla mucho tiempo puede separarse el alcohol de la gasolina, formarse ácido y dañar el sistema de combustible, el carburador y el sistema de control de emisiones. 

En los coches no suele pasar porque la gasolina se renueva a menudo. El problema en la náutica, y más en la vela, es que la gasolina puede permanecer en el depósito mucho tiempo, y eso favorece la separación de alcohol y los problemas. En la vuelta a Francia con el Corto Maltés nadie nos lo había advertido, y como la gasolina la comprábamos en las estaciones de carretera cerca del canal, nos la habían servido en los bidones sin advertirnos. Y eso contribuyó a nuestros problemas con el motor que finalizaron teniendo que comprar uno nuevo.

El lío en Francia es que en cada región tienen una gasolina, no está unificado para todo el país, como en España. Hemos visto de 95 octanos e5 y e10, y de 98 octanos e5 y sin etanol, o sea, 4 variedades. Por eso con lo que hay que quedarse es que hay que mirar el boquerel y no comprar ninguna e10.

Como ejemplo, en la foto la súper es e5 y la normal e10. Aquí yo habría cargado la súper.

Pues eso, ayer me despedí de Ana en Rennes. Fuimos en tren  y volvimos a ver paisajes conocidos, y algunas cosas nuevas. Como curiosidad, en Francia la empresa de transportes públicos ha comprado BlaBlaCar, sus viajes se anuncian junto a los autobuses y trenes, y hay aparcamientos específicos para los encuentros:



En el tramo del Río Vilaine que atraviesa la ciudad han hecho lo que pretenciosamente llaman "jardines flotantes". Son unos yerbajos en las orillas con unas luminarias que quieren recordar la luz de los faros:


Y volvimos a ver el túnel por donde el Vilaine atraviesa en subsuelo de Rennes, bajo la plaza de la República:

Y aquí un recuerdo del nivel que alcanzaron algunos desbordamientos históricos del río:

Y como curiosidad, otro recuerdo del Covid en los rellanos de la estación: llamar al ascensor con el codo:

Por la noche Ana cogió el autobús a Santander, y Bartomeu y yo volvimos a Saint Malo. Hoy seguiremos navegando hacia el Norte, y sin ella el ruido del mar sonará en mis oídos como una marcha fúnebre.  Esperamos llegar en 2-3 días al famoso Raz Blanchard, y si todo va bien, volver a encontrarnos con ella en Dover dentro de 2 semanas.

Con cuidado, navegantes.

2 comentarios:

  1. Que si!, qué ya mismo te estarás encontrando con Ana en Dover!!!
    Muchas gracias por la información de la gasolina!, desconocía el detalle de la diferencia de contenido de etanol en la gasolina en diferentes regiones francesas..
    Es que yo también soy "gasolina-consumidor"... y suelo llevar más gasolina de lo que debía, teniendo esto en cuenta....

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  2. Siemrpe se aprenden cosas nuevas en tu blog, muchas gracias,

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