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viernes, 14 de julio de 2023

Llegamos a Inglaterra.

 Hola navegantes.

Ayer nos levantamos muy temprano, a las 5.30, para salir de Boulogne Sur Mer con las primeras luces, para aprovechar una ventana meteorológica entre el temporalillo de antes de ayer y el temporalazo de mañana, que viene con fuerza 9. Hoy no podíamos navegar porque es cuando llega Ana.

Nos recibió un viento magnífico del W de fuerza 3-4, al que toreamos con la mayor en el primer rizo y el génova entero, y unas olas de 1,5 a 2 metros, residuales del temporalillo. A pesar de tener la corriente de marea en contra íbamos a 6 nudos con facilidad.

Dos horas después entramos en el dispositivo de separación de tráfico del Canal de la Mancha. Es como una autopista virtual, marcada por puntos de GPS, que los mercantes deben seguir obligatoriamente. Los barcos pequeños tenemos que mantenemos apartados, y solo podemos entrar si lo necesitamos para cruzar de una costa a otra, como era nuestro caso. El problema es que por allí pasan 500 mercantes cada día, siendo la vía marítima más transitada del mundo.

Nada más entrar ya veíamos en el horizonte los acantilados de Inglaterra, y como la visibilidad era buena veíamos a los mercantes desde lejos. Aunque no llevamos AIS, los reflejos para esquivarlos y la apreciación de su rumbo y su distancia no han sido difíciles con nuestra experiencia de Santander, cuya bahía es compartida por el tráfico comercial y el deportivo.

Sólo nos cruzamos con unos 10 portacontenedores y mercantes de otro tipo, y sin ninguna dificultad. 

Una hora después entramos en la zona neutra del dispositivo, que es la separación entre el canal de los que suben y los que bajan. Entonces la marea empezó a sernos favorable y navegábamos hasta con picos de 7 nudos. Luego cruzamos la parte descendente del dispositivo, y pasamos junto al barco-faro de Varne.


Es un barco que no navega nunca, no tiene ni motor, y se deja fondeado de forma permanente para servir de faro en mitad del mar.

A mitad del trayecto empezaron a caernos chubascos, como si Inglaterra quisiera hacer honor a su reputación. Cambiamos a la hora inglesa (una menos) y pusimos las banderas reglamentarias, la "Q" a babor y la inglesa de cortesía a estribor.



La llegada a Dover fue un poco estresante. La entrada tenía una corriente lateral hacia la derecha de unos 4 nudos, de modo que había que apuntar muy a la izquierda para entrar. Y el semáforo portuario estaba cerrado (tres luces rojas en vertical). Llamamos por la radio tres millas antes, como indicaba el Navionics. El que contestó no se esforzaba nada porque entendiéramos su idioma gutural, y yo me le imaginé escupiendo de lado, como un viejo fumador de pipa, mientras nos hablaba. Finalmente entendimos que le llamáramos cuando estuviéramos a 200 metros. Eso hicimos, y nos dijo que nos acercáramos más, lo que ya era imprudente con el semáforo rojo y yendo a vela a 6 o 7 nudos. Y en el último momento cambio el semáforo a verde-blanco-verde, que como os dije otro día significa que puedes pasar siguiendo sus instrucciones por la radio. Al parecer usan el puerto como si fuera una esclusa, y te lo abren bajo demanda cuando les llamas. O al menos eso deduje yo.

Nos dieron atraque en una marina nueva, recién inaugurada, con todas las comodidades y con precio inglés. Aquí veis al Corto Maltés bajo el castillo de Dover:


Fuimos a recorrer el pueblo con las bicis y empezamos a ver cosas curiosas. Fijaos si hará frío por aquí en invierno, que en las calles hay depósitos de sal para que los vecinos puedan echarla en el asfalto cuando se hiela (clic encima para ver el cartelito):


Tendremos tiempo de verlo todo muchas veces, porque hay un aviso de temporal hasta de fuerza 9 para el sábado y el domingo, y lógicamente no podremos salir de aquí. Una pausa obligada que nos servirá para evacuar los últimos días de navegación intensa, provocados por lo que ya sabéis, la deserción de Bartomeu por un mareo. Supongo que los utilizaremos para conocer por tierra el condado de Kent, antes de seguir hasta Londres.

Con cuidado, navegantes.

6 comentarios:

  1. ¡Enhorabuena Álvaro! Gran aventura y una proeza conseguirlo. Y ¡bravo! por Luis sin el que no hubieras podido llegar. Relajaos, ¡Podéis estar muy satisfechos!
    Eduardo

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    1. Desde luego que esto ha sido posible por Luis Palma, que respondió "presente" y sustituyó al desertor en menos de 72 horas. Gracias, Luis.

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  2. ¡Felicitaciones a los dos!, una gran proeza para un pequeño barco, pero con una gran tripulación. Me alegro mucho.

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  3. Oleeeee!, ya en Dover!, a reponerse del stress y el cansancio acumulado, según mejora la meteo!
    Feliz estancia en tierras británicas!

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  4. Felicidades a los dos y al resto de tripulantes que han contribuido. Ahora toca recuperar fuerzas para las siguientes etapas. Hay un montón de seguidores pendientes de vuestro viaje.
    José Antonio

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  5. Congratulations Álvaro!

    Godspeed

    Y wish you
    smooth sailing

    ¡Hasta Londres y mas allá!

    Milo

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