Hola navegantes.
Hoy hemos comenzado el día con temas de intendencia y sanitarios. Hacer la compra para algunos días y hacernos Mario y yo el test de antígeno, pues aunque estemos vacunados, en Italia lo piden. La parte buena, que en la marina de Niza tienen bicis eléctricas gratuitas y nos ha hecho más cómodas las gestiones.
Después de comer Ignacio se despidió para volver a España y nosotros aprovechamos para seguir recorriendo Niza. Fuimos a la Colina del Castillo, un monte que en el siglo XVIII fue catalogado como militar y pelado de vegetación, pero que en 1820 se empezó a repoblar y ahora luce como un verdadero bosque urbano:
Desde arriba se tiene una vista preciosa de la ciudad, el puerto y el mar Mediterráneo:
También fuimos a la Catedral Ortodoxa Rusa, la más grande fuera de Rusia, que se construyó para el culto de una colonia rusa que se estableció en Niza en la segunda mitad del siglo XIX:
También algunos curiosos monumentos, como la gigantesca escultura del cabeza cuadrada:
Y el Paseo de los Ingleses, con sus bares con mesas en el balcón del primer piso de antiguas vivendas:
En el barco hemos hecho un baldeo y limpieza general, pues a la suciedad que ya traía se ha sumado que hoy ha llovido barro, y tenemos pendiente la sustitución del amantillo de la botavara. Mañana buscaremos una tienda de acastillaje antes de salir a navegar, para buscar el cabito que necesitamos.
Y respecto a la navegación, mañana esperamos entrar en Italia, y eso nos ha hecho cambiar la guía Imray, lo que siempre es un hito del viaje pues te hace consciente del avance.
Y aquí la dibufirma de Niza:
Hasta mañana, navegantes.
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