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miércoles, 18 de agosto de 2021

Nos venció el jodido Promontorio Gargano.

 Hola navegantes.

Esta mañana desayunando oímos un golpe seco en la cubierta. Sin entender nada nos asomamos y era un pez partido por la mitad, que había caído del cielo:


El pobre, faltándole medio cuerpo, todavía movía las aletas y abría y cerraba los ojos. Seguramente se le cayó a alguna gaviota cuando nos sobrevolaba.

Aunque no tan malo como para el pez, el día ha sido horrible para nosotros. Para empezar no hemos conseguido hielo ni que nos congelen los frigolines. Eso significa que solo hemos tenido para beber agua caliente y el riesgo de que se nos estropee la comida.

Para seguir, salimos de Trani con la perspectiva de una mañana de viento suave, y una tarde maravillosa con viento del NE de fuerza 3, que nos llevaría a la velocidad del relámpago a Manfredonia, donde ya teníamos atraque en una marina deliciosa y barata. No se cumplió nada. Ha habido viento de todos los sectores menos del NE, y oscilando de fuerza 6 a calma casi total en cuestión de minutos. Seguramente ha influido estar a sotavento del Promontorio Gargano, la "espuela" de la bota italiana, que es una montaña altísima por cuyos valles descienden  los vientos catabáticos acelerándose hacia el mar. Según soplara el vientazo íbamos cambiando los planes entre ir a Manfredonia o seguir hasta Vieste, el puerto que está justo en la punta del Promontorio. Y cambiamos de criterio 3 o 4 veces, por necesidad, ya que era imposible avanzar ciñendo contra ese viento loco. Finalmente decidimos quedarnos en Mattinata, un puertecito a medio camino entre Manfredonia y Vieste.

Lo malo, que es un puerto enano y no tenía atraques disponibles. Fondeamos dentro del puerto pero el fondo es de algas, el peor tenedero para un ancla, y garreamos. Así que no quedó más remedio que fondear fuera. Y aquí estamos, amarrados a una boya en mitad de la oscuridad, soplando un viento de narices y cruzando los dedos para que la boya aguante.


Mañana saldremos en cuanto podamos de esta ratonera, y a ver si podemos descansar un día en Vieste.

Con cuidado, navegantes.


1 comentario:

  1. Ánimo, Álvaro y Juan, si el resto de inconvenientes no ha podido con el Corto, no va a lograrlo un pinche monte. Ya queda menos para Rimini-Venecia, patria chica de Hugo Pratt. Quiero una foto ante su casa. Abrazos.

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