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domingo, 29 de agosto de 2021

A la Guardia Costiera le parece peligrosa la lluvia.

 Hola navegantes.

Ayer salimos de Fano después de dudarlo mucho, por el pronóstico de lluvia torrencial en la mitad del día. Pero no quisimos arriesgarnos a dejar las 24 millas de Fano a Rimini para el último día, que tenemos que llegar a tiempo de recoger un coche alquilado en el aeropuerto. Así que salimos para una etapa corta, sólo 7 millas hasta Pesaro, sabiendo que a lo mejor nos mojábamos.

Y en efecto, nos pilló. Fueron poco más de 2 horas con poco viento del W, que apenas levantaba olas por soplar desde tierra. La marina no contestaba al teléfono y entramos al puerto de Pesaro para parar en la gasolinera y preguntar. Nos confirmaron que la marina no tenía plazas, y el de la gasolinera nos convenció de llamar a la Guardia Costiera para que nos dijera dónde amarrarnos hasta mañana. Y ahí empezó el lío.

La Guardia Costiera nos pidió todos los papeles, incluyendo la declaración del Covid de cuando entré en Italia hace 2 meses. Lógicamente el tripulante no coincidía y se mosquearon. Luego nos dijeron que podíamos quedarnos en el muelle pero siempre tenía que haber uno a bordo por si había que maniobrar (!). No podíamos ir juntos a comer, dijeron expresamente que fuéramos de uno en uno. Y finalmente que tenía que explicarles por qué había decidido echarme al mar con el mal pronóstico meteorológico. ¡Que sólo daba lluvia!. Si cada vez que salgo a navegar con pronóstico de lluvia tengo que justificarlo ante un uniformado, estaría para encerrar.

Con ese panorama salimos de Pesaro en cuanto escampó, para hacernos otras 8 millas hasta Cattolica. Y por cierto, el de la Guardia Costiera me llamó para decirme que cuando llegase a Cattolica le telefonea para informarle de nuestra llegada. 

Salir de Pesaro fue un acierto, porque por la tarde hizo un viento suavecito y sol, y la costa hasta Cattolica es muy bonita. Y entramos a Cattolica en una tarde de auténtico verano.

Cattolica está situada en la entrada de un río. Por cierto, nadie ha sabido decirme el origen de su nombre y hasta les parecía raro que se lo preguntara. Tampoco lo he encontrado en internet. Lo que está claro es que no tiene que ver con la religión. Si alguien lo sabe que nos lo aclare.

En realidad son dos ciudades, Cattolica y Gabicce, separadas por un río. Hay dos puertos deportivos cerca de la embocadura, otro a lo largo del mismo río, y un cuarto río arriba. 


Es típica la Torre de su faro, hecha con tubos en vez de con mampostería:


También el pequeñísimo transbordador que cruza el río, que se desplaza de lado gracias a una cadena echada por el fondo en vez de tener su propio motor:



Los que tienen el velero en el río supongo que son unos privilegiados, porque el sitio vale su peso en oro:


La marina ha sido de las caras, 40 euros, pero después de la perspectiva de Pesaro fue un acierto salir de allí. Ahora nos quedan sólo unas 100 millas para Venecia y allí completar la vuelta a Italia, un objetivo que parece alcanzable. Este cartel, que se refiere a la vuelta ciclista, también parece hecho para mí:


Hoy haremos las 8  millas que nos separan de Rimini, y mañana se va Juan y se incorpora Ana. Dedicaremos 3 días a conocer Bolonia, la República de San Marino y Rimini, y luego seguiremos hacia Venecia.

Con cuidado, navegantes.

2 comentarios:

  1. El origen del nombre Cattolica no se puede documentar con certeza. Una de las hipótesis etimológicas es que se trata de un hidrónimo, que es un nombre derivado del riachuelo que atraviesa el pueblo, indicado en el siglo XIV como Rivus Catholicae. Otra conjetura lo hace derivar de los términos griegos antiguos katholikós o katholiká: el primero (en uso en los siglos VI y VII) se refería al comandante militar asignado para administrar cada una de las circunscripciones en las que se dividía la Pentápolis marítima dentro del Exarcado bizantino. , mientras que el segundo indicó el depósito general para alimentos establecido en ese momento en cada territorio. El origen es completamente legendario, como se describe en la placa tapiada en 1637 en la fachada de la iglesia de S. Apollinare, que remonta el topónimo a una deuda de gratitud hacia el lugar que albergó a San Gaudenzio y los obispos católicos que huían de un grupo. de los herejes arios en el año 359 (wikipedia)

    Buenos vientos Álvaro (solo quedan 100 millas)
    Mulo

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  2. Gracias Milo. ¡Menudo trabajo de búsqueda!. Yo lo busqué en la Wikipedia y nada. Un abrazo.

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