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sábado, 14 de agosto de 2021

No es el Corto Maltés.

 


Hola navegantes.

Tranquilos, el de la foto no es el Corto Maltés. Es de un italiano que ha entrado esta noche a puerto con el barco como veis. Lo que siempre piensas que sólo les pasa a los demás. Navegando con el espí se rompió el bakestay y se partió el palo. Todo con viento hacia la costa y teniendo que pedir una evacuación de los dos que iban con él, y luego un remolque hasta Brindisi que por una hora le has costado 3.000 euros. Para el pobre Paolo se han acabado las vacaciones. Ahora le espera un largo viacrucis con el seguro y la reparación. Le he ayudado en lo que he podido a colocar esa maraña de velas y de cabos, pero no del todo porque tiene que verlo el perito. 

Hemos comido juntos y me ha ofrecido su ayuda para las gestiones de la navegación por el río Po, que no son tan fáciles como parece. Sus amigos navegantes dicen que está prohibida la navegación deportiva, pero no coincide con lo que he consultado yo. La semana que viene lo iremos aclarando.

Anoche pasó algo kafkiano. Hacia las 12 oí unos bufidos al lado del barco, y creyendo que era la tortuga salí a mirar. Resultó ser un hombre rana con una linterna submarina mariposeando entre los barcos. Pensé que sería un submarinista del ejército haciendo prácticas, pues tienen la base naval aquí al lado. Más tarde, a las 4 de la madrugada y siendo aún noche cerrada, sentí roces contra el casco y salí a mirar. Era otra vez un hombre rana, pero ahora sin luz, que completamente a oscuras estaba nadando entre los barcos y por debajo de los pantalanes. Me quedé a esperar que apareciera para preguntarle qué hacia, por pura curiosidad, pero vio mi linterna y se quedó escondido debajo del pantalán, supongo que esperando a que me cansara y me volviera a acostar. Era kafkiano porque yo sabía que me había visto, y el sabía que yo le había visto, y además escuchaba su respiración por el tubo de bucear. Finalmente me cansé, me acosté y no supe nada más de él. La hipótesis más probable, y que comparten los marineros, es que fueran furtivos pescando mejillones o poniendo redes, dos cosas que están prohibidas. En cualquier caso compadezco a los que se coman esa pesca, porque aquí el agua está asquerosa y los mejillones lo filtran todo.

A las 18 h. llegó Juan y mañana nos despedimos de Miguel, que se vuelve a España. Juan y yo intentaremos llegar hasta Monopoli.

Con cuidado, navegantes.

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