No recuerdo quién dijo que hay tres tipos de hombres, los que están vivos, los que están muertos, y los que navegan. Y no le faltaba razón, porque algo especial sí que tenemos, aunque a muchos les parezca algo muy tonto, como viajar de un punto A a un punto B por el camino menos directo, en el vehículo más lento, con las máximas incertidumbres y sufriendo sin protección la meteorología más adversa, como los primitivos.
Hoy se ha puesto claramente de manifiesto cuando hemos navegado con el Corto Maltés por encima de la autopista y se han cruzado dos mundos. El nuestro lento y parsimonioso, y el de los que iban acelerados por la autopista.
Estaba deseando grabar este video que en la vuelta a España se me escapó, porque cuando cuento que he navegado con el Corto Maltés sobre una autopista no me creen. Como cuando cuento que he navegado por un túnel de montaña de 5 km., pero eso sí lo grabé, fue en la vuelta a Francia.
Hoy ha vuelto a ser un día de mucho calor aunque más llevadero, porque gran parte del camino ha sido a la sombra de los enormes plátanos que rodean el canal de Midi. Ha habido pequeños incidentes, como trabar ramas con el timón o el fueraborda, aunque por suerte sin romper nada:
pasar esclusas de las que llenan hasta el mismo borde, como esas piscinas que rebosan, y que hacen peligrar el casco porque las defensas, por mucho que las bajes, se quedan flotando:
o que nos tocara un esclusero que estaba haciendo pruebas con el nivel de agua de una esclusa, nos hiciera perder media hora, lo justo para no poder pasar la anterior al Port Lauragais, donde pensábamos quedarnos, y habernos tenido que quedar otra vez en el pantalán de espera de la esclusa de Encassan, en mitad de la nada.
Un sitio muy idílico en la foto, oyendo a las ranas y a los pajaritos, pero en la práctica sin agua, electricidad ni duchas, y rodeados de hordas de mosquitos de los que parece que no han hecho una comida completa en su vida. La vida del navegante.
Por cierto, en la revista Voiles et Voiliers de julio ha salido un artículo sobre nuestras navegación a Londres en el Corto Maltés después de la pandemia covidiana. Por si os interesa. Supongo que a mí, en Francia, me será fácil encontrar un quiosquero que lo tenga.
Con cuidado, navegantes.
Te lo he escuchado decir muchas veces, pero verlo es impresionante
ResponderEliminar"Flippant"
ResponderEliminarBonsoir
Milo
Alucinante Álvaro. Que maravilla de paisajes. Ánimo campeón!
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