Hoy salimos de Lekeitio con intención de llegar a Orio o a San Sebastián, con un pronóstico de vientos variables entre el Norte y el Sur, o sea, toda la rosa de los vientos. Y se cumplió, pero con una intensidad tan floja que no daba para mover el barco (a vela no hacíamos ni 2 nudos) y tuvimos que recurrir casi toda la travesía al motor y a sentir su brisa artificial de 95 octanos. Por eso hay muy poco que contar y hasta me da vergüenza enseñar el trak.
A media mañana pasamos frente al Ratón de Guetaria:
Finalmente alargamos la etapa hasta San Sebastián. En el pantalán de tránsito estaban llegando los veleros de una regata francesa y había un ambiente de mini-mayo-del-68, y en la anarquía unos dijeron que tenían reservado el atraque que habíamos reservado nosotros. Pero no coló.
Hemos decidido venir a San Sebastián para estar mañana más cerca de Hondarribia, donde mañana se despide Alberto para volver a Santiago y se incorpora Luis Palma, el que me salvó del desastre cuando desertó un tripulante en la navegación a Londres. En la siguiente foto, la entrada a San Sebastián.
En la parte buena, que nos hemos librado de dos orcas que han sido vistas a la altura de Bermeo y han estado rondando a algunos barcos. ¡Uf!.
Y me despido con una preciosa foto del Corto frente al Monte Igueldo. Al comparar la altura del los palos podéis ver la diferencia con los que venían de Francia, a donde vamos nosotros.
Con cuidado, navegantes.



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