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jueves, 16 de junio de 2022

Visita a Santiago.

 Hola navegantes. 

Ayer, mientras toda España sufría la ola de calor,  en Ferrol nos levantamos así:


Una niebla espesa que refrescaba el ambiente, y mientras desayunábamos hasta pusimos el calefactor. Sobre todo para secar la humedad del interior del Corto Maltés.

Luego dejamos el barco en El Ferrol y fuimos a hacer una visita a Santiago en autobús. Esta vez, previendo los problemas, llevamos las bicis camufladas para no tener que dar explicaciones de los paquetes que llevábamos, y nadie nos preguntó:


Por supuesto vimos la catedral, el Pórtico de la Gloria y todo el ambiente de peregrinos, y de merchandising, de los alrededores.

En el hotel me llamó la atención que el baño tuviera una luz ambiental roja para no deslumbrarte por la noche:


En tierra no le veo mucho sentido. En el barco es imprescindible, y los frontales para usar en náutica llevan siempre una luz roja. Si navegando de noche miras algo, por ejemplo la carta o si entras a hacerte un café, con una luz blanca, los ojos quedan deslumbrados durante unos minutos, y al intentar mirar de nuevo a la oscuridad no distingues nada. Si no tienes una linterna roja la solución es sencilla: mirar con un solo ojo cuando uses la luz blanca.

 En efecto, el deslumbramiento es un fenómeno local de la retina, que agota su pigmento. Si sólo miras con un ojo se agota el pigmento en ese ojo, no en el otro. Cuando vuelves a salir a la oscuridad de la noche puedes hacerlo con los dos abiertos, porque sin darte cuenta sólo estás viendo con el que dejaste cerrado. 

Algunos piratas que llevaban un parche en el ojo no lo hacían por ser tuertos, sino que se lo ponían de noche para lo que os acabo de explicar. En aquella época no se sabía lo de la luz roja, y llevando un ojo tapado estaban seguros de que al salir a la oscuridad de la noche se quitaban el parche y veían bien.

Hoy volveremos a Ferrol y mañana a La Coruña, cerrando el recorrido del Golfo Artabro. Y el sábado se incorpora mi amigo Miguel a la tripulación para volver a Santander.

Con cuidado, navegantes.

1 comentario:

  1. Suelo aprender bastantes curiosidades cuando te leo. Esta de la luz, ha sido muy interesante.
    Disfrutad. Un fuerte abrazo desde un sudoroso Mediterráneo

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