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domingo, 26 de junio de 2022

Con la brisa de 95 octanos hasta Llanes.

 Hola navegantes.

Hoy empecé el día con una gestión tonta. Ayer en la playa de los dinosaurios vimos que en un camping tenían recambios de la bombona de camping gas que llevábamos varios días buscando. Pero no habíamos llevado la gastada para hacer el cambio. Así que por la mañana, antes de salir a navegar, volví a la playa con la bici para comprarlo. A ver si notáis la adaptación que hemos tenido que hacer en la bici para Asturias.

Luego vino una jornada tediosa porque la brisa no daba ni para dispersar el humo de un cigarrillo, y tuvimos que hacer toda la etapa a motor. Los varios intentos que hicimos para navegar a vela, probando todas las combinaciones, fueron infructuosos. Y había unas olas anárquicas que nos zarandeaban, y cada vez que iba al triángulo de proa para alguna maniobra amenazaba con caerme al agua.

Llegamos a Llanes a primera hora de la tarde. Su puerto se modificó hace años y se protegió su entrada con unas compuertas, que cierran cuando hay temporales para proteger a los barcos. Además se añadió un umbral como en las esclusas y los puertos de marea de Normandía. Es un muro en el fondo del mar que evita que el puerto se vacíe entero en bajamar. Siempre queda dentro una altura de agua igual a la altura del muro. A cambio, hay que pasar por encima del muro y cada barco tiene una franja horaria donde puede pasar, según la altura de la marea y su calado. En el costado del muro suele haber una escala que indica la altura de agua sobre el muro en cada momento. Lo malo, que en Llanes esa escala es casi imperceptible y los números están casi borrados, lo que la hace poco práctica. En la foto, cuando entramos nosotros había 4 metros (ver la escala a la derecha de la entrada). 

 Como llegamos pronto nos dio tiempo a recorrer el pueblo, especialmente la vía fluvial que recorre el río Carrocedo. Es el que desemboca en el puerto de Llanes, que atraviesa un paisaje campestre muy verde y tiene una pista ciclable:

También los alrededores del puerto, con esta preciosa escultura a la mujer del pescador, mirando el mar frente a los cubos esperando la vuelta del pesquero:

Y me despido con la imagen del Corto Maltés en Llanes. Si todo va bien, en dos días estamos en Santander.

Con cuidado, navegantes.

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