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sábado, 25 de junio de 2022

Pura vela (mojada).

 Hola navegantes.

Uno de los axiomas de la vela es que nunca hay que desaprovechar un viento portante. Hoy salimos de Luarca y en la misma bocana nos recibió un viento del Oeste de fuerza 5 que nos permitió izar sólo el espinaker y hacer puntas de 7,8 nudos, y a rumbo directo. Un auténtico milagro.


Esa ocasión no se desaprovecha y, aunque estuvimos dudandolo muchas veces, decidimos alargar la etapa y pasar hoy en Cabo de Peñas. En vez de las 22 millas previstas hasta la ría de San Esteban de Pravia, nos hemos venido a Candás, 40 millas, casi el doble, en 10 horas de pura vela.

La navegación ha sido una chulada, siempre con el viento portante y alternando el espinaker solo, en orejas de burro con el génova atangonado, y con la mayor en la subida por el oeste del Cabo de Peñas, en que el viento nos entraba por el través de babor. Sólo al llegar a la punta del Cabo el viento primero desfalleció y luego se nos puso de cara, y como ya estábamos deseando llegar hicimos la última hora a motor. Y además bajo la lluvia.

En Candás había un mercadillo típico de productos asturianos, amenizado con un grupo folclórico de danza. Tiene una senda costera que te lleva al faro y a la Capilla de San Antonio de Padua, en un acantilado sobre el puerto.


Es el Santo de los amores y noviazgos, y las chicas le entonaban esta oración: "¡Ay! San Antonio bendito, casamentero de mozas, cásame a mí la primera, y después casa a las otras". 

La senda está adornada con esculturas de los ganadores de un concurso anual de escultura, algunas muy bonitas:


El puerto de Candás se amplió hace unos años con dos escolleras, y dentro han instalado los pantalanes deportivos.


A los veleros de tránsito nos sitúan en las cabezas de los pantalanes. Aquí podéis vernos, hoy eramos el único velero de tránsito:


Bajo la lluvia entramos, y bajo la lluvia seguimos. La Marina es de buena calidad, con los servicios en su Club Náutico Cuatro Vientos, aunque queda un poco lejos de los atraques. Pero el principal inconveniente es que piden nada menos que 50 euros de fianza por las llaves, y sólo puedes devolverlas a partir de las 10 h. que entra el marinero, o sea que es imposible salir a navegar temprano. Salvo que quieras dejarles esa generosa propina.

El puerto primitivo, que ha quedado dentro de las nuevas escolleras, también se dragó. Antes se secaba en bajamar, quedando un fondo de arena donde se celebraban corridas de toros.


Pero aquello también pasó a la historia. Aquí podéis ver su historia:

Clic aquí

Y aquí algunas fotos de aquel curioso ruedo:




Era un espectáculo farandulero porque a veces el toro se escapaba por el mar, y que, como veréis en las fotos, atraía multitudes.

Mañana seguiremos nuestra navegación hacia el Este. Con cuidado, navegantes.

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