No vengáis a la Ría de Betanzos.

 Hola navegantes.

Ayer fuimos a conocer Betanzos, al fondo de la ría del mismo nombre. Fuimos en el autobús de ALSA por la cantidad de arenales que tiene el río, su poco calado, y la existencia de tres puentes, dos de carretera de los que desconocía la altura y uno de ferrocarril por el que no podía pasar. Cuando estaba ordenando en la cabeza los cosas bonitas que contaros ocurrió lo siguiente.

El día anterior había preguntado a un grupo de conductores que estaban charlando en la parada de autobuses si podíamos meter las bicis plegables, y nos dijeron que sí. El mismo día  preguntamos al conductor que nos iba a llevar, y obviamente volvió a decir que sí, si no no nos habría llevado. Pues la conductora del autobús de vuelta no nos quiso dejar entrar, afirmando que ella estaba en lo correcto y sus compañeros equivocados. No atendió a la razón de que la misma empresa nos había dejado hacer el viaje de ida con las bicis, y nos dejó plantados en la parada. Tuvimos que hacer la vuelta a Sada empujando las bicis por el arcén, unos nueve kilómetros, con cuestas arriba de 2 o 3 km. bajo un sol de justicia, porque en las bicis no podíamos circular por las vías interurbanas al ir sin casco. Además de ser una infracción (de hecho pasó tres veces la Guardia Civil de Tráfico) correríamos un riesgo. 

Al pedirle dos veces la hoja de reclamaciones no nos la quiso dar, afirmando que teníamos que hacer la reclamación en La Coruña. ¡Que está a una hora y media de Sada!. La segunda vez fue al volver a ver a la impresentable en la estación de Sada. Siempre nos han dicho que si una empresa no quiere darte la hoja de reclamaciones hay que llamar a la policía municipal. Eso hicimos, y el policía municipal de Sada que contestó el teléfono no sólo no mandó a nadie ni mostró la más mínima empatía, sino que dijo que fuéramos a pedirla a La Coruña. ¡Monsergas!.

Ya sé que estoy generalizando, y no entro en si actuaron mal los que nos dejaron viajar con las bicis o la que no. Lo nefasto es dejar a uno en el arcén sin ninguna conmiseración, y sin una alternativa de transporte razonable, por una incongruencia de la empresa. Lo siento pero no puedo decir nada bueno de un sitio donde me han dado una trato tan denigrante. Así los vecinos de Sada y de Betanzos sabrán que tienen unos pocos conciudadanos que estropean la imagen que uno se lleva de su tierra: no vengáis a la ría de Betanzos. Y desde luego no cojáis un ALSA si podéis evitarlo.

Con cuidado, navegantes