Mucho motor, mucho calor, y un buen baño.

 Hola navegantes.

Hoy salimos de Acciaroli bajo un calor subsahariano y llegamos a Marina di Camerota bajo otro sahariano. Y por si fuera poco, casi todo el recorrido a motor.

Nada más salir hicimos esto:

No penséis que David había desayunado un carajillo. Son las vueltas que hay que dar para volver a configurar el piloto automático, ese que dije que íbamos a llamar Lázaro porque había resucitado. Resulta que sigue fallando. Pero hemos pedido ayuda a un amigo de Santander, otro David, que entiende mucho de aparatejos porque es Teleco, y nos ha puesto sobre la pista. El piloto lo llevo instalado a estribor, justo sobre el fueraborda. Y resulta que al pasarlo al otro banco, a babor, el rumbo que marca varía unas decenas de grados. Obviamente la masa del fueraborda, y su plato magnético cuando está arrancado, están influyendo en el funcionamiento de su compás interno. Lo que no entiendo es por qué no había pasado hasta ahora, porque llevo varios años con el piloto en esa posición y no lo había notado hasta ahora. Cuando sepa el final de esta culebrón os lo contaré.

Lo bueno del calor y de ir a motor es que por el camino nos encontramos otro islote sugestivo para un buen baño, y como podemos resistirnos a todo menos a la tentación, nos lo dimos.

Parece uno de esos mares asiáticos de las películas, pero está aquí, en el Tirreno.

También en esta etapa divisamos una colchoneta de playa derivando en el mar y nos desviamos media milla para ver si llevaba un niño encima, y por suerte fue que no. Esta vez la recogimos para que no hiciera desviarse a otro barco, y en el fondeo paradisíaco se la regalamos a un chiquitín que estaba con sus padres en un pedalo.

A media tarde llegamos a Marina de Camerota. Es un pueblo anodino con ambiente de veraneo. Su entrada se está colmatando de arena, sólo tiene 2 metros de calado en el canal de entrada, y se ha formado una playita en su interior:

Algo muy malo para los veleros de quilla fija. Lo que hace atractiva está Marina es que es la ideal para atajar el Golfo de Policastro cuando se navega hacia el Sur, que es lo que vamos a hacer nosotros mañana.

Con cuidado, navegantes.