Ayer fuimos a conocer la isla de San Simón, de la que ya os conté algo el día anterior. Os enseño en primer lugar las vistas de la isla al acercarte, el embarcadero y el puente que une la de San Antón con San Simón:
Los fallecidos se incineraban y sus cenizas se tiraban al mar. Un monumento titulado "Sin miedo" recuerda a los que pasaron por el crematorio.
También hay un pequeñísimo cementerio con sólo 7 tumbas, las de los médicos y cuidadores que fallecieron. También hay la tumba de un niño.
Toda la isla tiene una vegetación exuberante, con caminos entre los árboles:
En la capilla está la estatua de San Simón, al que Francis Drake cortó las manos para ver si en su interior había dinero u otras riquezas, al comprobar que pesaba mucho:
Hay una cueva donde una leyenda cuenta que una dragona verde raptaba y encerraba a las chicas guapas de Redondela:
En la isla de San Antón está el paredón de fusilamiento de la época de la dictadura:
Y la cunebunda donde los presos hacían sus necesidades directamente al mar (es la piedra de la izquierda):
Finalmente hay una exposición explicativa con fotos antiguas y noticias recientes, como cuando se reunieron en la isla, hace pocos años, los presos supervivientes.
En resumen, una visita muy recomendable que se puede disfrutar, como la de Tambo, desde hace muy poco tiempo.
Con cuidado, navegantes.
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