Ayer hicimos una navegación relajada hasta la ensenada de San Simón, al fondo de la ría de Vigo, donde está la isla del mismo nombre de la que os hablé en otra entrada.
A la ida nos cruzamos muchas veces con una procesión de 25 o 30 barcos que estaban sacando a pasear a la Virgen del Carmen de Rande. A la vez no paraban de tirar petardos en la orilla, que explotaban en el cielo como si hubieran puesto cargas de dinamita en las nubes. No sé por qué se celebra en Rande la Virgen del Carmen la semana del 6 en vez de la del 16 de julio, pero así es. Justo bajo el gigantesco puente de la autopista nos cruzó la procesión por primera vez, venga a hacer olas y a tocar las sirenas. Pero nada más cruzar el puente dieron media vuelta y volvieron a cruzarse con nosotros, y más de lo mismo. Y ya en la ensenada de San Simón se pusieron a dar vueltas en redondo, como 10 o 15, y en cada vuelta parecía que venían a por nosotros.
Contorneamos San Simón por el Norte, que es la zona con más calado y con menos escollos, porque llegamos justo en bajamar. Por su lado Norte tiene 2 metros de calado, y por el Sur sólo 0,8.
Finalmente alcanzamos el remanso de paz a sotavento de la isla. Allí nos atrevimos a echar al agua nuestro inflable de juguete para ir a ver la escultura del capitan Nemo con la cara de Julio Verne y los dos buzos que continúan buscando el tesoro.
A la vuelta recogimos la imagen del Corto Maltés frente a la isla:
Como veis el fondeo estaba muy concurrido, por ser domingo y haber un viento del NE que hacía incomoda la estancia en cualquier otro fondeadero.
A media tarde roló el viento y los barcos en el fondeo empezaron a descolocarse, y nos fuimos los primeros para evitar accidentes. Fuimos al puerto de San Adrián, al fondo de la ría. Es un puerto deportivo y pesquero más bien modesto con las oficinas construidas sobre pilotes.
Esos se retiraron al anochecer. Pero justo entonces empezó "la verbena", que consistía en un grupo de tres que cantaban con música enlatada desde el remolque de una camioneta éxitos antiguos, mientras el exiguo público hacía como que bailaba.
En la Iglesia de San Adrián de Cobres estaban expuestos los santos que habían sacado a procesionar por la mañana, y en los altares sus huecos:
Uno de los principales era, por supuesto, San Adrián. Y es sorprendente que aún les ofrezcan exvotos. Son esculturas en cera de una parte del cuerpo que algún feligrés piensa que se salvó gracias a su intercesión. Por ejemplo a San Adrián le atribuían haber salvado unos pechos, y a San Roque dos piernas:
Bien para el que se lo crea, y mal para los médicos y sanitarios que siempre ven que se agradece a Dios y a los santos lo que es fruto de su trabajo.
Con cuidado, navegantes.
Lo de cambiar la fiesta del Carmen a otra semana es por las campañas de pesca, como el Bonito por ejemplo, en Burela tambien pasa, lo contaron con Edu Araujo en su programa de radio.
ResponderEliminar