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martes, 30 de marzo de 2021

La Horadada sigue horadada.

 Hola navegantes.

La Isla Horadada se encuentra a la entrada de la bahía de Santander, y siempre ha tenido una imagen única, de la que deriva su nombre. Aquí podéis ver unas imágenes históricas, la primera es antes de que tuviera faro:

 La siguiente la del primer faro que se instaló en ella:


 La siguiente cuando el faro estaba pintado de cuadritos:


 Y la siguiente cuando ya se estableció su carácter de baliza de peligro aislado y se adoptó el color estándar rojo y negro, con dos bolas negras en su cima:

 

 En enero de 2005 un temporal rompió el arco, y para los que nos hemos criado en Santander fue como si de repente a tu padre le cambiaran la cara, no reconocíamos la entrada de la bahía:


La mutilación se produjo en parte por la colmatación de arena de la bahía. Cuando yo era pequeño esa parte era de las más hondas, y las olas de mar de fondo no rompían, pasando sobre la isla como acariciándola. La pérdida de profundidad en la zona ha hecho que ahora las olas sean rompientes, descargando toda su fuerza lateral contra la roca:

De hecho, ahora allí van a veces los surfistas a aprovecharlas. 

Una leyenda cuenta que San Emeterio y San Celedonio, los patronos de Santander, eran dos hermanos que se convirtieron al cristianismo, fueron decapitados, y sus cabezas fueron arrojadas al río Ebro. Tras llegar al mar recorrieron toda la península en sentido antihorario (el más difícil) hasta llegar a Santander. Allí perforaron el agujero de La Horadada (llamada antiguamente Peña de los Santos Mártires) y siguieron hasta alcanzar finalmente el Cerro de Somorrostro, al que en entonces bañaban las aguas del Cantábrico y en donde se levantaría la abadía de San Emeterio. 

Tras la destrucción del arco se recuperó la bóveda que había caído al mar de una sola pieza, y estuvo expuesta en el muelle de San Martín muchos años con intención de restaurar el islote, lo que finalmente no se ha hecho.

Como he buceado muchas veces por la zona, he comentado que debajo del agua hay otro arco igual de grande que el que sobresalía, y que por lo tanto la peña, realmente, sigue estando horadada. Lógico, si eran dos cabezas tenía que haber dos agujeros. Ayer coincidió que había una bajamar impresionante (coeficiente 113), que todos los vientos habían desertado, y que había un poco de mar de fondo que en los senos de las olas bajaban aún más el nivel del mar junto a la roca, y entonces asomaba el segundo arco. Podéis ver su bóveda a la izquierda (debajo del agua se abre más):

Una pena de deterioro.

Con cuidado, navegantes.

1 comentario:

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