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domingo, 28 de marzo de 2021

Cambio del termostato.

Hola navegantes.

Al cerrar la vuelta a Italia por el Río Po, al Norte, tendremos que desarbolar para pasar por debajo de los puentes. Eso nos obligará a navegar varios días a motor. Los fuerabordas pequeños de los veleros están más pensados para usos cortos, como las entradas y salidas de los puertos. Yo en Santander no le uso más de 5-10 minutos cada día que navego, pues en cuanto salgo de las escolleras izo las velas. El uso intensivo que se hace de él en los ríos y canales obliga a un mantenimiento exhaustivo.

En la revisión de este año estaba incluido el cambio del rotor de la bomba de agua, la pieza que bombea el agua de refrigeración, pero no el del termostato. El termostato es una pieza compuesta por una válvula y un  muelle, incrustada en el circuito de refrigeración. Cuando el motor se calienta y con él el agua del circuito, el muelle se dilata y abre la válvula, permitiendo el paso del agua fría hacia el bloque del motor para refrigerarlo. Como el agua es salada, con el tiempo ese muelle se carga de sal y de incrustaciones y se bloquea, impidiendo la apertura de la válvula con riesgo de calentamiento del motor.

Cambiarlo es relativamente fácil. Si vas a hacerlo sin sacar el fueraborda del pozo se empieza, como para cualquier ñapa, por rodearlo con una tela de protección que evite que las piezas se te caigan al mar por el agujero.

 En mi motor Mercury el termostato está alojado debajo de los cables del acelerador:

 Se levanta la tapa soltando dos tornillos y aparece:

Ahora hay que sacarlo y proteger el circuito del agua con una tela o un papel, para que al rascar la junta las virutas no entren al circuito:


 Se rasca la junta vieja de la base y de la tapa:

 Se coloca el termostato nuevo:


A continuación la junta nueva:


Y finalmente se vuelve a atornillar la tapa. Como en todas las reparaciones, aconsejo ir tomando fotos de las etapas sucesivas al desarmar, para  luego, al montarlo todo, estar seguro de ir haciéndolo bien.

Si el termostato viejo no tiene el muelle roto se puede reutilizar. Para ello hay que ponerlo en una cazuela con agua y hacerla hervir. Si al ir aumentando la temperatura el muelle se dilata y la válvula se abre, es que funciona. En ese caso se deja en vinagre de limpieza durante unas horas, y se cepilla para quitarle todas las incrustaciones. En la siguiente foto podéis ver el termostato al salir del vinagre, casi como nuevo, y en frío, con la válvula cerrada:

 Y en la siguiente en caliente, con la válvula abierta. Está claro que este termostato es reutilizable, y le guardaré de repuesto.

Yo aconsejo llevar siempre un termostato y su junta de repuesto, pues te evita un calentón del motor, es fácil de sustituir, y en cualquier viaje es la típica avería tonta que te inmoviliza varios días, pues son piezas que no suelen tener en los concesionarios y tardan varios días en conseguirlas.

Finalmente aproveché para limpiar el circuito de refrigeración, pues había visto que casi no salía agua por el chivato (es un chorrito que se deja salir para comprobar que la bomba de agua de refrigeración funciona bien; el chorro tiene que salir con fuerza, si sale gota a gota hay que revisarlo). Para eso tuve que sacar el motor del pozo y conectarle la manguera del pantalán,la que se usa para endulzarlo.

 Estaba lleno de piedrecitas y una de ellas había obstruido el chivato. Después de limpiarlo y de meterle un poco de vinagre, ya salía con fuerza, como siempre:

 Aquí la mierdecilla que salió del circuito:

Otra cosa con la que me quedo tranquilo para la navegación de este verano.

Con cuidado, navegantes.

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