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jueves, 2 de septiembre de 2021

Un buen comienzo para Ana.

 Hola navegantes.

Hoy salimos de Rimini con la intención de hacer una etapa corta, para que Ana se fuera amarinando. Habíamos pensado Cesenatico (12 millas) o Cervia (15). Pero al poco de salir recibimos el pronosticado viento del Este, de fuerza 2-3, con poca ola y el cielo despejado, que nos llevaba hacia el Norte a 4-5 nudos, y ni ella ni yo quisimos desaprovecharlo. Así que nos hemos venido a Ravena de un tirón (31 millas). Pusimos las velas en Rimini y en el mismo bordo llegamos a Ravena. A rumbo directo como si fuéramos a motor.

Por el camino hemos hecho algunos bricolajes. Hemos cosido un gancho en el extremo de popa de la funda de la mayor, para que quede bien estirada enganchando en el amantillo. Se nos había roto y perdido hace unos días.

Y hemos sellado la grieta del metacrilato con masilla epoxi. Si aguanta estanco evitaré cambiar el metacrilato entero.

En esta zona del Adriático abundan las plataformas de extracción. Hoy en el mismo momento hemos contado 15 al alcance de nuestra vista. Como cada una tiene su zona de precaución y algunas de exclusión (prohibición de navegar) los bordos se complican. Todas están bautizadas, y cuando hay dos juntas, supongo que para que una dé servicio a la otra, una se llama con el diminutivo de la otra. Por ejemplo estás dos son Ángela y Angelina:

Al meter motor para entrar a Ravena resultó que por el camino habíamos cogido un plástico con la hélice y el fueraborda se paraba. Ya nos pasó en Regio Calabria con un hilo de pescar. El Adriático está muy sucio de plásticos, supongo que al ser un mar cerrado se convierte en el fondo de saco donde acaba toda la mierda. Por suerte nos dio tiempo a sacar el fueraborda y retirarla. 


Con un motor central la misma avería significa tirarse a bucear, con el riesgo de que las olas te dejen caer el barco en la cabeza, o pedir remolque.

Al sacarlo hemos visto que está necesitando una mano de patente y cambiar el ánodo, otra cosa más a la lista de bricolajes pendientes

Lo que parece que se ha terminado es el problema con las marinas. La de Ravena es extraordinaria, no hay problema de plazas, tiene hasta lavandería, congelador, máquina de hielos, un wifi extraordinario, unos aseos y ducha prefectos que tienen hasta secador de pelo, y cuesta 20 euros. Hoy hemos dedicado la tarde a la intendencia, entre otras cosas poner una lavadora, y mañana nos quedaremos aquí para conocer Ravena.

Con cuidado, navegantes.


3 comentarios:

  1. Es difícil averiguar dónde nació exactamente Hugo Pratt.

    En 1927, Rolando Pratt y Evelina Genero, venecianos, estaban de vacaciones junto al mar cerca de Rimini. La signora Evelina estaba embarazada de Hugo, en el período terminal de su embarazo, y el destino quiso que el pequeño Hugo naciera allí mismo, el 15 de junio. Diez días después de su nacimiento, la familia Pratt regresó a Venecia.

    Esto es lo que dijo Pratt al respecto: "Nací cerca de la playa de Lido di Ravenna, en una choza entre Ravenna y Rimini, no realmente en el mar".

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  2. Alvarone, soy Carmen, tu Secretaria Favorita... tu mensaje me ha recordado que andas por ahi, jejeje, me he conectado para ver y leer tus peripecias por la Italia. ME ENCANTAN, os mando unos besos desde Salud Pública en Santander.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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