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domingo, 19 de septiembre de 2021

No fueron 3 sino 4.

 Hola navegantes.

Hoy nos levantamos a las 6 para coger el tren a Milano a las 8.42, pero antes tenía que arreglar un pinchazo de la bici. Anoche lo intenté, pero estaba lloviendo y fui a hacerlo en los soportales del club náutico, que tenían luz. Pero todos los mosquitos del Río Mincio habían tenido la misma idea, ir a la luz y no mojarse, y la manada entera se abalanzó sobre mí. Tuve que irme corriendo al barco y dejarlo para hoy.

Para empezar bien el día comprobé que no tenía una rueda pinchada sino dos. O sea que el balance de la visita de ayer a Mantova y sus maravillosas calles empedradas es de las cuatro ruedas pinchadas. Bonito récord.

El tren estaba adaptado para las bicis, pero obviamente no para "nuestras bicis", que como no llegaban al soporte inferior, en las curvas bailaban el rock and roll:

En Milán fuimos a ver, cómo no, la catedral, una de las más grandes del mundo católico. En una de las naves vi una escultura de un anciano muy musculoso. ¡Qué cateto soy!. Resulta que es San Bartolomé, que sufrió suplicio siendo desollado vivo, y se le ven los músculos tan bien porque le falta la piel. ¡Vaya morbo!.

El escultor no escatimó ni un detalle morboso. La estatua parece tener tres piernas. Y es porque el Santo lleva colgado del cuello su propio pellejo, y la piel de una de las piernas la ha hecho coincidir con la pierna desollada:

También se ve que en la espalda lleva, como si fuera el final de una bufanda, la piel de su cabeza, que mantiene la forma de su cara. Y el brazo derecho parece terminar en dos manos, porque el escultor morboso también hizo coincidir allí la mano desollada con su propio pellejo:

Había unas niñas contemplando atónitas la escultura. No sé lo que pensarían, pero ese Santo, después de ver al crucificado,  alguno de los frescos de las paredes, y el cadáver de un obispo en su mausoleo, hacía pensar que estábamos en el museo de la tortura en vez de en una iglesia. Pobres criaturas.

Para seguir con el morbo, me he enterado que San Bartolomé es el patrón de aquellos que trabajan las pieles, fabrican o usan cuero, guantes, abrigos, cinturones y botas, encuadernadores, pastores y vaqueros. También de las modistas por llevar su piel sobre los brazos. Ahí queda eso.

Cambiando de tema y como curiosidad ajena a nuestro viaje, enseñaros el Ferry que ha contratado Brittany Ferries para renovar su flota de aquí a 2.028:

Es verdad, no estáis soñando. Es la locura de los foils, que he criticado en otras ocasiones, llevada al extremo. Yo he dicho que más que barcos son aviones, porque vuelan sobre el agua a la que sólo están unidos por el alerón. Pues ya no hay que disimularlo: un auténtico avión sustentado en el agua por foils, que podrá llevar a 150 pasajeros a más de 150 nudos (mi barquito navega a 3-5 nudos). Supongo que tendrán que definir pasillos en el mar donde no nos metamos los demás. Si no, los navegantes deportivos tendremos que pasarnos a los submarinos.

Con cuidado, navegantes.

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