Visitas al blog:

miércoles, 9 de septiembre de 2020

A Lekeitio con la brisa de 95 octanos.

 Hola navegantes.

Hoy salimos de Elantxove sin prisa para una etapa corta, hasta Lekeitio. De hecho, desde un pueblo se ve el otro (desde el mar). Casi no hubo viento y tuvimos que resignarnos a ir a motor, y hoy la vela sirvió sobre todo para darnos sombra, poco más, y lo agradecimos porque hacia un sol de derretirlo todo, como los que pintan los niños. Probamos todas las combinaciones de velas para resignarnos a que así no pasábamos de un nudo.

La llegada a Lekeitio es preciosa, contorneado la Isla de San Nicolás, que está unida a tierra firme por una calzada sumergible (se ve a la derecha):


Yo estuve en Lekeitio hace unos años, y es una pena porque casi toda la isla era un pinar, y ahora ya veis en lo que se ha convertido. Aún así sigue siendo preciosa.

Nos quedamos en el muro en pleno paseo marítimo:


Como llegamos pronto hemos dedicado la tarde a recorrer el pueblo y los alrededores con las bicis. Por supuesto lo primero fue la isla de San Nicolás antes de que subiera la marea:


Esa calzada sumergible es una fuente de emociones fuertes,  ir con la marea baja y arriesgarte a no poder volver, o tener que hacerlo nadando. 


Ahora la Cruz Roja avisa de los horarios de mareas y de la hora segura para iniciar la vuelta:


Recorrimos sus playas, el río Lea, que es el que desemboca en la playa de Karraspio y el que me imagino que motivó la construcción de la calzada, para que sus sedimentos no colmataran el puerto:


y los atractivos del pueblo, la Basílica de la Asunción, grande como una catedral y con medio pueblo a su sombra, y el Palacio Abaroa, que sólo pudimos ver por fuera... 

Como podéis deducir de las fotos, otro pueblo maravilloso en el que debe resultar fácil vivir feliz.

Mañana seguiremos hacia el Este, probablemente hasta Guetaria, para poder llegar el viernes a nuestra cita en San Sebastián para el cambio de tripulación.

Con cuidado, navegantes.

Corrección: por la mañana hablamos con Borja, un navegante de Lekeitio, que nos dijo que los pinos de la isla los están quitando adrede para devolverle su aspecto original, además de estar haciendo excavaciones para sacar a la luz un antiguo fuerte en la cima y un lazareto en la base. También nos confirmó que la calzada sumergible es para contener los sedimentos del río y que no colmaten el puerto de arena.

3 comentarios:

  1. ¡Vaya! Cuando leí la entrada de Elantxobe, pensé que no pararíais en Lekeitio y me apenaba porque me hubiera gustado saludaros. Pero sí, entrasteis. Y justo ayer que no estuve en Lekeitio, que tenía que pasar todo el día en Bilbao...
    Me alegro que os gustara.
    Dejaremos la invitación a un txakoli para otra vez :-)

    Jon Intxaurbe (Ex-Hooper, Somo 20, ahora Sausalito, Puma 26)

    ResponderEliminar
  2. Hola Jon. ¡Qué pena no haber coincidido!. Igual ya te has acostumbrado, pero es un privilegio vivir en Lekeitio. Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar

Los comentarios son bienvenidos. Lo más cómodo es poner tu nombre al final del texto y luego elegir como identidad "anónimo".