Hola navegantes.
Ayer salimos de Laredo para llegar a Santander, y fue un día digno de un final de viaje. Nada más salir tuvimos un viento del SE que nos permitió llegar en unas 3 horas al Cabo de Ajo con la mayor y el génova, y el viento por el través, el mejor rumbo para un velero.
Habían pronosticado para la mitad del día "viento variable de fuerza 1 a 4", o sea, como querer definir el color del camaleón, cualquier cosa, y eso nos encontramos en el entorno del Cabo de Ajo. Tres horas entre calma total con las velas muertas, y vientos de Sur de fuerza 4 con rachas de 5 que nos hicieron pensar incluso en tomar rizos, pero duraba tan poco que no lo hicimos. Y finalmente se estableció un viento del E al NE que nos permitió llegar a Santander en un solo bordo casi desde Ajo, con puntas de más de 7 nudos.
Llegamos a Puerto Chico a las 17 horas con un calor como el del desierto de Sahel, hasta dolía la cabeza del calor, algo inaudito en estas tierras lluviosas.
Ahora queda descansar, madurar las experiencias de este verano y cruzar los dedos para que el verano que viene podamos intentar la retrasada vuelta a Italia. Mañana haré un balance técnico de esta navegación por Euskadi.
Con cuidado, navegantes.
Buenos días . Leí vuestro libro cuando lo conocí poco antes de la Pandemia que nos ha tocado .
ResponderEliminarVuestros post diarios , he de decir que no los leo todos los días, pero cuando lo leo como es hoy , no defrauda.
Se unen vuestras aventuras y/o derrotas con mis ganas y la proximidad geográfica .
Gracias por estos ratos, Juan
Hola Juan. Gracias por tus palabras. ¿Cuál libro te leíste en la pandemia?. En todos ellos he intentado transmitir a los propietarios der veleros pequeños que el tamaño no importa, que se pueden hacer viajes muy largos e interesantes con un seis metros. Para que sus sueños de navegar (esos que todos tenemos) no sigan acumulando polvo.
ResponderEliminarUn saludo.
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