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miércoles, 6 de agosto de 2025

El verano de las chicharras.

Hola navegantes. 

Por desgracia ya está aquí otra vez la ola de calor. Desde que amanece hasta la noche no paramos de escuchar a las chicharras. Agravado porque al alejarnos del mar deja de sentirse su brisa refrescante, y aquí en el interior de Francia el calor se pega al suelo como una losa. Y psicológicamente porque seguimos viendo los muñones de los plátanos centenarios talados, lo que nos recuerda cómo era antes el canal de Midi. Y en este sector todavía no han sido sustituidos. ¡Que pena!.


Ayer salimos de Agde con intención de parar antes de Béziers, donde tenemos que estar el viernes para que se incorpore a la tripulación el grumetillo. Por el camino no faltaron las sorpresas, como una peniche que había roto sus amarras de popa y se había atravesado en el canal. Estaba en una zona de atraques de larga estancia,  y preferí no preguntar cuánto llevaba en esa jodida posición para no tener que escandalizarme si me dijeran que algunos meses, como el barco hundido en mitad del canal cerca de la escuela Glenans.


Otra sorpresa fue encontrar una montaña rusa sobresaliendo de la vegetación. Es el parque de atracciones de Vías. 


 Poco después llegamos a una estructura con arcos como un túnel y varias compuertas para controlar el cauce del río Le Libron, que cruza el canal y termina desembocando en el Mediterráneo. Cuando el río viene de crecida ese paso se cierra. 


A primera hora de la tarde llegamos a Villeneuve Les Béziers, donde habíamos pensado quedarnos, bajo la canícula. Pero resultó un simple muelle de piedra con un único punto de luz  que ya estaba ocupado por otro barco. Como ya faltaba poco para Béziers decidimos seguir. Beziers tampoco es que sea un chollo. A pesar de ser una gran ciudad su puerto no tiene aseos ni duchas, pero al menos tiene agua y luz en todos los atraques. Eso nos permite ducharnos en el barco y tener conectados los ventiladores y la neverita, lo que ya es un adelanto en esta especie de trailer del Purgatorio en que nos movemos.

Aquí vamos a quedarnos unos días conociendo la ciudad y los alrededores, hasta que se incorpore el grumetillo. Y me despido con una foto del Corto en Béziers, frente a la famosa Villa Saint-Felix:


 Y con la dibufirma de Beziers:


 Con cuidado, navegantes.

NOTA: debido al gran número de personas que se han suscrito a este blog, ya he agotado el número de correos electrónicos disponibles en agosto. Es los días que quedan de este mes no os llegarán las entradas ni los comentarios a vuestro correo electrónico, y tendréis que entrar directamente al blog.

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