Hola navegantes.
En la navegación de este verano os he repetido muchas veces que era muy pesimista respecto al Canal de Midi. La sequía, las olas de calor, y la tala de los árboles que acelera la evaporación, estaban conduciendo a dificultades técnicas para mantener su calado estándar, que este verano se ha reducido mucho. A lo que se añaden las disputas internas entre el gremio de los agricultores, que necesitan ese agua para regar, y las empresas de chárter náutico, que la necesitan para su negocio. Estas disputas han conducido a intentos de bloqueo del canal por parte de los agricultores a principios del verano.
En Francia el nivel de sequía es el más elevado de los 4 existentes, en el cual el agua sólo puede ser utilizada para usos sanitarios, bebida y seguridad civil, estando prohibida (total o parcialmente) para la agricultura, lavado de vehículos, llenado de piscinas, etc. A fecha 29 de agosto 94 departamentos, o sea casi todo el país, padecía la sequía, debido a una primavera y un verano especialmente poco lluviosos, a 27 días con ola de calor (nosotros debimos padecerlos todos) y al calentamiento global del planeta.
La situación en Europa es similar, con 51,3% de los suelos afectados por la sequía.
En este contexto las autoridades francesas, y especialmente los responsables de Voies Navigables de France, están pensando muy seriamente cerrar pura y llanamente el Canal de Midi a la navegación. Normalmente se cierra en noviembre, por la falta de turismo náutico y para las labores de mantenimiento. Pero este año las reservas de agua de las que se nutre el canal se han agotado un mes antes de lo previsto, y actualmente son sólo un 30% de lo esperado. En las próximas horas se sabrá si deciden lo más radical (el cierre) o medidas intermedias, como disminuir el número de horas en que las esclusas se abren (pasando de 8 a 6 diarias) o el paso de las mismas en convoyes, lo que ya se aplicaba cuando pasamos nosotros a la vuelta en agosto. Cada apertura de la esclusa son entre 800 y 1.000 m3 de agua que se vierten al mar, y el paso en convoyes lo reduce. En cualquier caso os recuerdo que este verano había zonas con sólo 90 cm de calado, frente al 1,5 metros que se da como estándar. Todas estas circunstancias pueden impedir o dificultar mucho la vuelta por los canales. Si a partir de ahora me escucháis alguna vez recomendar el Canal de Midi, pensad que he recibido un golpe en la cabeza o que he desayunado un carajillo. Es una pena ver perderse tan deprisa un paraíso.
Con cuidado, navegantes.
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