Visitas al blog:

martes, 21 de noviembre de 2023

El imprudente de Santander, en Voiles et voiliers.

 Hola navegantes.

Aunque os parezca mentira, algunos se hacen famosillos por sus imprudencias. La revista de vela Voiles et Voiliers, en su versión electrónica, ha publicado la "hazaña" de los que intentaron salir de Santander por el lugar equivocado y se encontraron un tren de olas rompientes que casi les cuesta la vida y un naufragio. Os lo conté aquí:

Clic aquí.

Es curioso que dan información equivocada, como que estaban intentando entrar en Santander, cuando estaban saliendo, o que eran españoles cuando en realidad eran portugueses. Lo primero añade gravedad a la imprudencia, porque cuando entras a un puerto desconocido se junta la necesidad de escapar al temporal refugiándote en puerto, con el desconocimiento natural si es tu primera arribada. Pero si estás saliendo es imperdonable no haberte asesorado bien de la ruta de salida, cuando has podido preguntar a todos los navegantes locales o a las autoridades.

Por otra parte la revista dice que regularmente las autoridades cierran el puerto por  temporal, lo que tampoco es cierto. El puerto de Santander es de Categoría A, que significa que es un puerto de refugio en temporales, o sea, todo lo contrario. Precisamente Cabo Mayor y la península de La Magdalena protegen la entrada de los temporales del Oeste, dejando una zona de paso libre y sin olas a sotavento, pero claro, siempre que se sepa por donde entrar y salir, que es por el Este de la Isla de Mouro. Esta información está clarísima en las guías náuticas y portulanos, y en la Guía Imray la resalta en color rojo:

Me sigue pareciendo incomprensible que intentaran salir por el Oeste de la Isla de Mouro (o sea, dejándola al Este) no sólo porque significa que no consultaron la cartografía, sino porque esos trenes de olas se ven desde muy lejos y se metieron en la coctelera viendo lo que había delante.                                        

La revista coincide en que salieron vivos de milagro. Unos dirán que se echaron al mar sin santiguarse y a pesar de eso se les apareció la Virgen, otros simplemente que tuvieron  mucha, muchísima suerte. Y eso es verdad, porque si no en vez de en el Voiles et voiliers habrían salido en las esquelas de la prensa local. Éste es el barco después de la desventura:

 

 Sorprendente que después del revolcón sólo tenga doblado el soporte del panel solar y aparentemente no haya roto el timón ni doblado los candeleros. Al parecer después del susto han decidido volver a Portugal llevando el barco por carretera, pero eso no puedo garantizarlo porque no he podido hablar con ellos.

Con cuidado, navegantes.

1 comentario:

  1. Generalmente las imprudencias van seguidas del miedo...
    Rodolfo.

    ResponderEliminar

Los comentarios son bienvenidos. Lo más cómodo es poner tu nombre al final del texto y luego elegir como identidad "anónimo".