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sábado, 25 de febrero de 2023

Un barco-bomba en el Támesis.

 Hola navegantes.

En una entrada anterior os hablé de las dificultades que nos encontraríamos en el estuario del Támesis (Clic aquí), pero en otro blog me han hecho ver que me olvidé una de las principales, el barco hundido SS Richard Montgomery, que se mantiene en aguas poco profundas con 1.400 toneladas de bombas activas en su interior.

El barco se hundió el 20 de agosto de 1944 en un banco de arena del estuario del Támesis cerca de la ciudad de Sheerness, después de haber garreado su ancla. Venía de los EEUU , y actualmente reposa sobre fondos de 15 metros, y como el barco es más alto, sus superestructuras emergen todavía del agua como un tétrico esqueleto:

En el momento del hundimiento tenía a bordo 6.400 toneladas de bombas, de las que pudieron extraerse 5.000 en las semanas siguientes al naufragio. Las 1.400 restantes (2.000 cajas de bombas de fragmentación, centenares de bombas de 500 Kg y otra bonita colección) son todavía susceptibles de explotar, en lo que sería la explosión no  nuclear más importante de la historia y provocaría un desastre en todo en entorno del estuario. Generaría un géiser de agua de un kilómetro de alto y 300 metros de diámetro, y una ola de tsunami que sumergiría una parte del estuario, los puertos más próximos y destruiría la gran barrera de mareas de la que os hablé ayer. En la siguiente imagen, el SS Richard Montgomery antes del hundimiento:

 

El naufragio está balizado con un área de exclusión y vigilado por la marina inglesa, pero como está en plena entrada del estuario la zona de exclusión es pequeñísima (unos 500 metros) más pensada para que nadie se acerque a curiosear o bucear que para proteger nada en caso de explosión. Pero desde luego no protege al pecio de un accidente (un simple barco a la deriva con avería de motor y empujado por la corriente) o un acto terrorista, y menos aún de su propio desplazamiento en el fondo marino por los movimientos de la arena.

Nadie se atreve ya a intentar extraer los explosivos que le quedan, que en un pecio corroído y partido por la mitad sería un trabajo de benedictino. Recientemente se han obtenido unas imágenes impresionantes con sonar, donde se comprueba que está partido por la mitad y se ven hasta sus cañones:

 

Su ubicación es en la parte Sur del estuario, justo por donde tendremos que pasar nosotros. Espero que si lleva casi 80 años sin explotar, no se le ocurra hacerlo a nuestro paso.


 Con cuidado, navegantes.

2 comentarios:

  1. Hola Álvaro!, nada que el Támesis en todo su recorrido os pondrá a prueba. Un motivo más para celebrar vuestra llegada a Londres.

    Saludos

    Fito

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  2. Gracias por tus ánimos, Rodolfo. Ojalá tengas razón. Un abrazo.

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