Hola navegantes.
En entradas anteriores os hablé del problema de los ataques de las orcas a los veleros en la costa atlántica de España y Portugal. Aunque no es un problema baladí, suelen romper el timón a mordiscos y dejan al velero al garete, necesitando remolque a puerto y una cuantiosa inversión para reparar los daños.
En julio os conté en primer ataque con hundimiento del velero. La rotura del timón produjo una vía de agua y la familia (4 adultos y un niño) se salvó de milagro, y por supuesto perdió su velero (clic aquí).
A lo largo del verano el problema se ha agravado, ya se han registrado ataques desde Lanzarote hasta Brest, y las familias atacantes son cada vez más, demostrando que morder los timones es un comportamiento aprendido que pasa de padres a hijos o incluso de unos especímenes a otros de la misma edad.
Hoy se ha producido el segundo hundimiento por ataque de las orcas. El velero francés
"Smousse" ha sido atacado a la altura de Viana do Castelo, le han producido una vía de agua y se ha hundido. A bordo iban 4 tripulantes, que por suerte han salvado la vida al ser recogidos por otro velero que navegaba cerca, el "Naughtilus II".
Mientras todo esto ocurre, los gobiernos de España y Portugal no hacen nada para proteger a los navegantes, porque las orcas son una especie protegida. El de España sacó un proyecto que parece redactado por un juntaletras demagógico, y que parece hecho de cara a la galería, con resultados esperables en diciembre de 2023, algo inaudito cuando están en peligro vidas humanas en las aguas de su jurisdicción.
El argumento de ser una especie protegida es una interpretación torticera y perezosa de la realidad, porque una vida humana siempre estará por encima de la de una especie animal protegida. Sin ir más lejos, en el Ártico es obligatorio desembarcar con un rifle por si te ataca un oso polar, y si eso ocurre se considera normal dispararle para protegerte tú o tu familia. La inacción es comparable a que en un safari park un león atacara a tu coche con tu familia dentro, y fuese ilegal hacer cualquier cosa para protegerte. Porque os recuerdo que es ilegal hasta tirar un petardo que espante a las orcas con el ruido, o dar marcha atrás porque podrías dañarlas con la hélice. Increíble. Como en una típica españolada, nuestras "autoridades" nos recomiendan no hacer nada, apagar el motor y la electrónica, intentar grabarlas para identificar a los ejemplares, dejarles que te rompan el timón y si tienes mala suerte que te hundan el barco, y cuando terminen llamar a Salvamento Marítimo.
En entradas anteriores me mostraba pesimista en cuanto a que esto acabase con la pérdida de alguna vida, y lo sigo siendo. Y cuando ocurra, ya veréis como los responsables salen corriendo como si les persiguieran todos su pecados capitales, en busca de una disculpa o de un falso culpable al que colgar el sambenito. Pero eso no devolverá la vida al ahogado.
Con cuidado, navegantes.
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