Hola navegantes.
Un dibupoema es un dibujo hecho con las letras de un poema. Escrito a mano, el texto comienza de forma estándar, pero en un momento dado las letras empiezan a retorcerse, cambiar de tamaño, de inclinación, o a alternar mayúsculas con minúsculas, convirtiéndose en un dibujo. Visto de lejos sólo se aprecia el dibujo, pero al acercarse o ponerse las gafas de cerca se ve el detalle de las letras. Empecé a hacerlos por casualidad con mis propios poemas, publicando dos libros con ellos ("La sonrisa de Mikel. Dibupoemas de supervivencia”, ExLibric 2013, y “O sea que el amor era esto. Dibupoemas de amor”, ExLibric 2015; los dos pueden pedirse a la editorial en la columna derecha de este blog). Pero durante el confinamiento de la pandemia empleé parte del tiempo que me quedaba tras mi trabajo voluntario en hacerlo con las poesías de otros poetas a los que admiro. Esos dibupoemas los fui dando a conocer en mi blog, y ahora me ha parecido oportuno recopilarlos en formato libro y ofrecerlos de manera gratuita, como una especie de homenaje a sus creaciones.
En efecto, el dibupoema te ofrece una perspectiva nueva de su obra literaria, ya que te permite leerla y apreciarla de una manera diferente, hasta ahora desconocida. En una página está transcrita su poesía literal, como siempre se la ha conocido, y a continuación está su dibupoema, que hay que leer haciendo un ejercicio de imaginación y retorciendo el libro rotando su inclinación para seguir el texto. Además, tener la original al lado facilita la lectura del dibupoema, porque si te quedas bloqueado en una parte del dibujo puedes encontrar por dónde sigue buscando la continuación de la frase.
Como a veces las poesías son más largas de lo que admite el dibujo, las estrofas que he seleccionado para el dibupoema están marcadas en rojo en la poesía original. Además en algunos dibujos llega un sitio que no permite la continuidad de la frase, y eso está resuelto con puntos suspensivos. Pero no es igual dos, que tres o que cuatro puntos suspensivos. Hay que contar su número y buscar en qué parte del dibujo vuelve a haber ese mismo número de puntos, para continuar la lectura por allí.
La selección de los poetas ha sido completamente arbitraria y basada en mi gusto personal. Además me he permitido la desfachatez de incluir algunas poesías mías en el repertorio. Espero que me perdonéis.
Ojalá os guste y disfrutéis de esta nueva forma de abordar un libro, retorciéndolo delante de los ojos. Y aunque hoy día encontrar alguien que le guste la poesía es raro como estornudar con los ojos abiertos, si os gusta os pido que lo difundáis. Podéis descargarlo gratuitamente aquí:
¡Salud y poesía!.
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