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lunes, 29 de agosto de 2022

El peligro, arriba.

 Hola navegantes.

Al navegar vamos siempre muy atentos a la línea de costa y a la profundidad, que solemos considerar nuestros principales peligros. De hecho, un refrán marinero dice que la tierra más cercana siempre está debajo de la quilla, para enfatizar el peligro de los bajos fondos y los escollos, que a veces te puedes encontrar a muchos kilómetros mar adentro, donde no te los esperas. En la siguiente foto por ejemplo, la varada de uno de los veleros de la Volvo Ocean Race que encalló en el banco "Cargados Carajos" (sí, así se llama) en el Océano Índico a 200 km de la tierra más cercana. Y se supone que era una tripulación profesional.

Viendo a esos profesionales con el barco roto a 200 km de la tierra más cercana, y con el remordimiento del error garrafal de navegación que cometieron (porque ese banco está cartografiado) se comprende el sentido de esta frase que leímos en un grafiti en el muelle de Horta: "quien va al  mar por gusto iría al infierno por pasatiempo".

Pero los veleros pequeños tenemos peligros especiales que nos vienen de arriba, del aire, y no de debajo del agua. Ya os hablé en otras ocasiones de la altura de los puentes y la dificultad de calcularla, así como de la falta de información de algunos que se encuentran en zonas no consideradas transitables en velero, pero que nosotros a veces, con  nuestro pequeño calado, sí que transitamos. Por ejemplo, aquí relaté este verano las dificultades para pasar bajo el de Puentedeume, en el Golfo Ártabro:

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 Y cómo finalmente conseguimos pasarlo:

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Pero hoy quiero referirme a los postes y tendidos de alta tensión, con motivo del desgraciado accidente en el Río Eo, que se ha saldado con el fallecimiento de un chico, electrocutado a través del mástil:

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 Navegando por la orilla del río se acercaron mucho a una línea de alta tensión y la electricidad se condujo por el mástil:

En ocasiones las líneas de alta tensión se llevan paralelas a una cauce de agua, y los cables sobrevuelan zonas consideradas no accesibles por un velero, pero que sí que lo son con los de orza abatible. De hecho un caso similar ocurrió en Santander, creo que sin víctimas pero sí con un incendio del velero. Desde entonces están marcados con esta señal, que creo que debe ser única en el mundo:

"Prohibido veleros". Aunque os parezca mentira, en pleamares vivas se puede navegar entre la señal y el poste de alta tensión:

De hecho, podéis ver una barca varada, y comprobar que algunos veleros de orza abatible podrían pasar por el mismo trayecto que ha llevado ella en pleamar.

 Otro peligro, éste más conocido, es el de las líneas de alta tensión que atraviesan los ríos y canales, porque obligatoriamente tienes que pasar por debajo. Pero estas están bien marcadas en la cartografía, tanto por el riesgo de tocarlas físicamente con el mástil (que sería como tropezar con un puente) como por el de crear un arco eléctrico con el mástil y provocar una descarga, aunque el mástil no alcance el cable. Esa eventualidad depende de la altura del mástil y de la intensidad del voltaje que pasa por la línea. Por eso en las cartas diferencian la altura libre bajo la línea, que suele indicarse en negro, y la “altura libre de seguridad” que tiene en cuenta ese riesgo, y que suele indicarse en magenta. La diferencia puede llegar a ser de cinco metros. En varios de los ríos que navegamos sin desarbolar durante la vuelta a Francia tuvimos que estar muy pendientes de esto, sobre todo cuando nos agarraba la niebla y los cables no se veían aunque nos fijáramos. Más adelante desarbolamos para el descenso desde el Canal de la Mancha hasta el Mediterráneo, y con el palo quitado el riesgo desaparece.

Así que ya sabéis, hay que navegar mirando para delante, para abajo, ¡pero también para arriba!. Y en los canales es igual de importante navegar mirando para atrás, pero eso es otra historia.

Con cuidado, navegantes.


1 comentario:

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