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domingo, 28 de febrero de 2021

Uno que no volvió.

 Hola navegantes.

Cuando alguien intenta una navegación sorprendente y la termina se hace famoso, a veces por poco tiempo pero sus minutos de gloria se supone que le han valido la pena. Os he hablado de alguno: los que han cruzado el Atlántico, o incluso más, en artilugios sorprendentes, como en piragua, en un barril, en esquís, en balsa, en zodiac, en coches rellenos de espuma expandida, en windsurf, en veleros minimalistas donde no cabían tumbados, etc. Pero los que no lo logran y fallecen en el intento no sólo no se hacen famosos, sino que a veces nadie se entera de su fracaso, y por supuesto no se habla de ellos.

Pero a veces de alguno sí, por su fama previa. Es el caso de Bas Jan Ader, un curioso "artista" holandés que falleció en un intento de cruzar el Atlántico en un minivelero de 3,81 metros de eslora.

Bas había perdido a su padre cuando tenía sólo 16 días, fusilado por la Gestapo por ayudar a huir a unos 300 judíos de la Alemania nazi. Este drama se supone que le marcó toda su vida. Después de una infancia y una juventud sorprendentes y desadaptadas se hizo "artista conceptual". Su arte consistía en filmarse dejándose caer de los sitios más inverosímiles (el tejado de una casa, un árbol, en bici a un canal, arrastrado por el viento, etc), sin molestarse en explicar por qué eso era "arte" y dejando que los críticos le hicieran famosete con sus explicaciones.

Su contacto con el mar fue a los 20 años, embarcándose con un desconocido en un velero de 13 metros, "Felicidad", para cruzar el Atlántico. El capitán resultó ser un incompetente, no sabía usar el sextante y el barco estaba mal preparado, con lo que el viaje terminó en una sucesión de naufragios y salvamentos in extremis. Llegados finalmente a Estado Unidos, Bas conoce a su futura mujer y acude a la boda con muletas y cojeando como si estuviera discapacitado, cuando en realidad no le ocurría nada. Otra "performance" que no se molestó en aclarar, pero que a lo mejor también es "arte".

Durante unos años vivió de esta fama artística y practicó la vela ligera. A los 23 años quedó impresionado de la travesía del Atlántico de uno de los que sí lo consiguió, Robert Manry, en un velero de 4,10 metros de eslora, el "Tinkerbelle" ("Campanilla"). Posiblemente fue entonces cuando le dio la venada de extender su arte conceptual a la navegación y se propuso cruzar él mismo el Atlántico en un minivelero, tratando de superar a Manry. Adquirió un Guppy 13, de 3,81 metros de eslora, al que bautizó "Ocean Wave".


 Después de instalarle un timón de viento y aparejarlo con comida para 90 días y agua para 120, salió de Chatman, en la costa Este de EEUU, con dirección a Europa el 9 de julio de 1975.


Tenía 33 años y no se volvió a saber de él. En abril de 1976 se encontraron los restos de su barco al Sur de Irlanda, semihundido, sin el cadáver ni ningún rastro de Bas. Lo recuperó el pesquero gallego "Edouardo Pondal" y lo depositó en el muelle comercial de la Coruña, de donde fue robado y no se pudo investigar más. 

 

Se ha elucubrado con que Bas tal vez quiso grabar otra de sus performances dejándose caer al agua (había embarcado cámaras de fotos y de cine, y magnetófono, algo totalmente atípico en un barco tan carente de espacio). Otras teorías apuntan a un suicidio, o las más fantasiosas a una desaparición fingida para cambiar de vida. Nunca lo sabremos.

Aquí podéis ver una compilación de su "arte":

Clic aquí. 

Con cuidado, navegantes.

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