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jueves, 4 de febrero de 2021

El feo, feo, catamarán hotel.

 Hola navegantes.

Uno puede construir el catamarán que quiera. Basta con elegir la longitud de dos cascos (será la eslora), unirlos por dos vigas (su longitud será la manga) y construir encima la superestructura que quiera. La estabilidad en el mar se la da la manga, más que el centro de gravedad como en los monocascos. Por eso hay tantos catamaranes de autoconstrucción.

Pero esa facilidad lleva a veces a construir auténticas odas a la fealdad. Claro que hay tantas canciones como versiones, y lo que para mí es horrible al dueño le parecerá precioso, por eso esta entrada está llena de subjetividad, y lo reconozco. Pero fijaos lo que han construido en Sri Lanka:


Un catamarán de 26 metros de eslora destinado a hotel. Sí, lo habéis leído bien, a hotel. El objetivo era disponer de un confort a bordo como el de los grandes cruceros a motor. Tiene diez camarotes, todos con una terraza privada al mar, capacidad para 22 personas, y se alimenta con energías limpias (todo el techo cubierto de paneles solares). El calado es sólo de 1,70 metros y desplaza 90 toneladas.

Aunque como barco es, quizás, lo más feo que he visto en mi vida, hay que reconocer el esfuerzo del astillero (Sri Lanka Yachting Club) por potenciar la economía de este país, que es una isla con forma de lágrima al Sur de India. Mano de obra barata, creación de formación profesional y empleos, situación en el corazón del Océano Índico, un destino creciente de la vela de crucero, etc. De hecho, algunos astilleros europeos y asiáticos le están encargando parte de su producción, aunque el catamarán hotel es de su propio desarrollo (por ahora un único ejemplar).

En cuanto a la navegación, pongo en duda que esa única vela sirva para algo más que para hacer creer a los clientes que van a vela. Tiene un único "mástil", que son en realidad dos haciendo un bípode que se une en lo alto, donde se enverga una única vela de proa, especie de génova gigante. Pienso que sólo servirá para apoyar un poco al motor y sólo con vientos portantes, porque desde luego es imposible que esa mole ciña con sólo una vela de proa. Y el abatimiento debido a la superficie de obra muerta expuesta al viento seguro que es imposible de contrarrestar con su pequeño calado. Pero en fin, se hizo para lo que se hizo, que es brindar vacaciones a los turistas y potenciar la economía local, y para eso seguro que sirve.

Con cuidado, navegantes.

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