Hola navegantes.
Si los barcos del futuro terminan siendo como estos, yo me borro.
Está claro que en nuestro cortísimo paso por la vida cada uno persigue su ballena blanca, pero me parece que los diseñadores de barcos están buscando la suya en el lugar equivocado, en el aire en vez de en el agua. Estos barcos parecen arañas, o mejor todavía, zapateros, esos insectos que se deslizan sobre el agua apoyándose en las patas, en realidad andando sobre la superficie sin mojarse.
Y ya os conté en otra entrada que el Trimarán gigante "Gitana 17", dotado de alerones y que iba a intentar batir el récord de la vuelta al mundo, había contratado para su tripulación a dos pilotos de avión en vez de a dos marinos, lo que da idea de cómo consideran los diseñadores a ese "vehículo".
Y lo malo es que ya no intentan sólo diseños para la alta competición, sino que pretenden difundirlos convirtiéndolos en barcos de serie, lo que se va a hacer con el de la primera foto, el "650 pro". Ya os lo he dicho otras veces, cuando me cruce con uno de esos, en vez de acercarme a admirarlo, que es lo que se intenta, me alejaré para que no me corte el Corto Maltés por la mitad con el alerón de barlovento.
Con cuidado, navegantes.
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